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Cómo mejorar el aprendizaje por medio de la metaevaluación

Autora: Dra. CP Elsa S. de Fernández Durán
Miembro de la Comisión Problemática de los Prof. que actúan en la Actividad Docente y de la Comisión de Desarrollo del Profesional en Relac. de Dependencia
El aula –con alumnos y docente– puede ser considerada como un microsistema, en el que tiene lugar una multitud de acontecimientos estrechamente relacionados entre sí. Éstos están centrados en dos procesos fundamentales: la enseñanza y el aprendizaje. El primero atañe directamente al profesor; el segundo tiene como protagonista al alumno. Entre uno y otro aparece un tercer elemento: el contenido.
"La enseñanza no es una serie de circunstancias casuales, sino una serie de decisiones profesionales." D. Ausubel

El docente cumple la función de “mediador” entre el contenido y el alumno, destacándose dos procesos: los de Enseñanza y los de Aprendizaje, como procesos diferenciables, porque no todo lo que enseña el docente es aprendido por el alumno, ni todo lo que aprende el alumno es necesariamente enseñado por aquél.

Pero... la naturaleza misma del aprendizaje como experiencia vivida en forma personal por el alumno, constituye un factor que perturba a esta tríada (profesor / alumno / contenido). ¿Por qué es un elemento perturbador? Porque ningún individuo es igual a otro y, en consecuencia, no hay dos alumnos idénticos. Es una razón tan obvia, que a veces hasta la olvidamos. La experiencia de aprendizaje es diferente en cada uno de nuestros alumnos, lo cual plantea serios problemas al docente que desea “llegar” a ellos.

Por eso es necesario que reflexionemos profundamente sobre ambos procesos: el de enseñanza y el de aprendizaje. A esto se denomina metaevaluación. Reconoceremos mejor este proceso si primero analizamos el concepto evaluar.

Qué es “evaluar”

Es un proceso continuo de reflexión acerca de los procesos realizados en la construcción de aprendizajes significativos.

Implica una permanente actitud de investigación y reflexión por parte del docente, acerca de procesos y logros.

Es reunir evidencias cualitativas y cuantitativas para tomar decisiones.

Qué es la “metaevaluación”

Es la evaluación del proceso de evaluación. Es una evaluación que retroalimenta la práctica docente y la evaluación misma. Pretende contestar la siguiente pregunta refiriéndose tanto al docente como al alumno:


¿Cómo lo estamos haciendo?

Aspectos que incluye la metaevaluación sobre los dos procesos:
el de Enseñanza y el de Aprendizaje


La metaevaluación nos lleva a profundizar aspectos específicos de ambos procesos, tales como:

Roles del docente-educador
Estilos personales
Inteligencias múltiples
Inteligencia emocional
Fases del aprendizaje y memorias
Operaciones del pensamiento
Instrumentos de evaluación
Tipos de comunicación didáctica
Procesos cognitivos
Niveles de profundidad cognitiva
Estrategias cognitivas
Estilos comportamentales
etcétera

¿Estamos enseñando a pensar?

Muchas veces nos referimos a aprendizajes significativos, pero nos cuesta conectarlos con las realidades didácticas cotidianas de los contenidos que tenemos que enseñar y de la diversidad del alumnado. Esto se manifiesta en una escasa relación de las prácticas didácticas que los vinculen con los principales procesos mentales superiores que todo ser humano es capaz de desarrollar si se lo propone.


A continuación les relato un acontecimiento que, en un determinado momento del ejercicio de la docencia, me “marcó” profundamente y me movilizó para investigar a fondo sobre las cuestiones citadas anteriormente.


Se trata de una Investigación sobre Evaluación efectuada en una escuela comercial, que consistió en la elaboración y aplicación de dos encuestas: una dirigida a los alumnos y otra a los docentes, para luego efectuar el análisis de las pruebas escritas tomadas por ellos a sus alumnos.

Encuesta a los alumnos
En la encuesta a los alumnos, debían explicitar: 1) motivo del estudio, 2) objeto del mismo, 3) momento y 4) forma en que estudiaban. Los resultados de las respuestas y sus porcentajes fueron:

1. Motivo..............“estudio para aprobar”..................................57 %
2. Objeto..............“sólo lo que va en la prueba”.........................55 %
3. Momento...........“el día anterior a la prueba”..........................75 %
4. Forma...............“leyendo y releyendo hasta que me queda”....73 %

Encuesta a los docentes
Cuando se les preguntó cuál era –para ellos– el objetivo más importante, contestaron casi en su totalidad: enseñar a pensar. Agregando a la pregunta sobre cuáles eran las operaciones del pensamiento que consideraban más importantes, citaron: observar, interpretar, analizar, sintetizar, evaluar, crear.

Análisis de las pruebas
Del análisis de las pruebas escritas tomadas a los alumnos resultó:

“enseñar a pensar”......no había indicios de que hubiera estado
                                   en las pruebas.
“memorizar”...............49,3 %; lo que indica que fue evaluado aunque
                                   los docentes no lo habían considerado en la
                                   encuesta previa.

Este desfase entre lo que nos proponemos y lo que en realidad resulta, puede ocurrir debido a que, en el ajetreo de las actividades educativas y por efectos de la rutina cotidiana ocurre que “el árbol no nos deja ver el bosque”.

En la tarea didáctica hay una entrada y una salida. La primera, estaría representada por los procesos de enseñanza y los de aprendizaje. Y la salida, por los resultados del aprendizaje que evaluamos.


Pero entre una y otra, tienen lugar determinados procesos que son considerados generalmente, como una “caja negra”, por cuanto en general, no se llega a analizar debidamente.


A estos procesos nos dedicamos, precisamente, cuando hacemos la metaevaluación.

Contribución de la Ciencia Cognitiva y de la Neurociencia

“La cognición se refiere a todos los procesos mentales mediante los cuales el input sensorial es transformado, reducido, elaborado, almacenado, recuperado y utilizado” (Neisser, 1967).


El cerebro es el que interpreta y reinterpreta la información sensorial. Es decir, la construye. La Ciencia Cognitiva se ocupa de esto, y su meta es suministrar una descripción coherente de la forma en que los seres humanos obtienen sus productos simbólicos más significativos: cómo llega a componer una sinfonía, a crear un poema, a construir teorías, a resolver problemas, etc.


Uno de los rasgos característicos de la Ciencia Cognitiva (formalizada como tal en 1956), es que constituye una empresa interdisciplinaria, en la que deben confluir las aportaciones no sólo de los psicólogos cognitivos, sino también de filósofos, lógicos, lingüistas, informáticos, antropólogos, pedagogos, etc.


La fisiología de la cognición tiene poco interés para los psicólogos cognitivos, pero los modelos teóricos de éstos han profundizado en la comprensión de la percepción, la memoria, la psicolingüística y el desarrollo de la inteligencia. Todo esto ha permitido avanzar enormemente en el terreno de la Psicología Educacional.


Más recientemente, ha aportado nuevos e importantes conocimientos la Neurociencia, que es la moderna ciencia del cerebro.


El término “neurociencia” es relativamente reciente: lo instauró en 1970 la Society for Neuroscience, aunque las investigaciones sobre el encéfalo es de larga data. El objetivo de esta ciencia es examinar, en términos de biología celular y molecular, interrogantes que han preocupado tanto a filósofos como a científicos y psicólogos de todos los tiempos sobre las funciones mentales del ser humano.


Las modernas técnicas de exploración del cerebro en acción han hecho un gran aporte, por medio de las técnicas de neuroimágenes, como: Imágenes de Resonancia Magnética (IRM) y Tomografía por Emisión de Positrones (TEP)


Pero la Neurociencia actual es Neurociencia Cognitiva que es la fusión de Neuroanatomía, Neurofisiología, Biología del desarrollo, Biología celular y molecular, y con el área de la psicología denominada Psicología Cognitiva.


La Neurociencia Cognitiva brinda actualmente, valiosas contribuciones a grandes interrogantes que preocupan a investigadores científicos como a pedagogos y educadores, tales como:

Si los procesos mentales están localizados en regiones específicas del encéfalo o representan una propiedad colectiva emergente del encéfalo en su totalidad.

Si varios procesos mentales pueden localizarse en diferentes regiones encefálicas; qué reglas relacionan la anatomía y la fisiología de una región con su función específica en la percepción, el pensamiento o el movimiento.

Cómo influyen en el aprendizaje los tipos de memoria y sus fases temporales.

En qué forma el cerebro controla la conducta y, a su vez, cómo la conducta influye en el cerebro, haciendo recíprocas sus interacciones.

Si la energía creativa y la experiencia interdisciplinaria dan las claves para integrar los talentos individuales en un todo cohesivo.

Cómo se relacionan: percepción, emociones, aprendizaje, memoria, lenguaje y cognición.

Si el aprendizaje y el entrenamiento, originan cambios cerebrales y conductuales.

Si la inteligencia es una sola o es diversa, y cómo se puede manifiestar...

Son muchos los temas y aspectos que abarca esta moderna y fascinante ciencia, que se distingue de otras por su especial interés por la plasticidad neural, que es el punto clave que más distingue al ser humano de otros seres del planeta.

Aquí sólo me ocuparé de algunos aspectos que nos permita comprender mejor el concepto de metaevaluación así como su aplicación cotidiana en el quehacer educativo.

A continuación, paso a considerar algunos temas involucrados en la metaevaluación:

1. la asimetría funcional, relacionada con el predominio cerebral, que es una de las realidades que, como docentes, no podemos ignorar; y

2. las inteligencias múltiples, que nos muestran la diversidad de personalidades que tenemos en una aula.

3. la inteligencia emocional

Asimetría funcional

Los alumnos tienen distintos estilos personales (también el docente), que inciden sobre sus respectivos estilos de aprendizaje (y de enseñanza) y, por lo tanto, distintas formas de procesar la información, de comprender, de aplicar, etc.


En principio, el predominio cerebral marcaría ciertas diferencias:

a) Hemisferio izquierdo: verbal-abstracto, analítico, secuencial, realista, controlado (algunos autores lo asimilan al pensamiento vertical, llamado también convergente o lógico).

b) Hemisferio derecho: visual-espacial, intuitivo, simultáneo, imaginativo, impulsivo (es el denominado por algunos autores como pensamiento lateral, divergente o creativo).

Inteligencias múltiples

En 1983, Howard Gardner, trabajaba en el proyecto Spectrum en la Universidad de Harvard, cuando propuso la Teoría de las Inteligencias Múltiples. En su libro Frames of Mind estableció ocho tipos de inteligencias. Éstas son:

1. Inteligencia lingüística: capacidad para usar las palabras de manera efectiva, sea oral o escrita.

2. Inteligencia lógico-matemática: capacidad para usar los números de manera efectiva, así como la de razonar adecuadamente.

3. Inteligencia espacial: habilidad para percibir de manera exacta el mundo visual-espacial y de ejecutar transformaciones sobre esas percepciones.

4. Inteligencia corporal-cinética: capacidad para usar todo el cuerpo para expresar ideas y sentimientos, incluyendo habilidades físicas específicas.

5. Inteligencia musical: capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales.

6. Inteligencia interpersonal: capacidad de percibir y establecer distinciones en los estados de ánimo y sentimientos de otras personas.

7. Inteligencia intrapersonal: conocimiento de uno mismo, conciencia de los propios estados de ánimo y capacidad para motivarse, para la autoestima y autodisciplina.

8. Inteligencia naturalista: entendimiento del mundo natural.

Todos los docentes necesitamos conocer las características esenciales de cada una de las inteligencias. Es una forma mejor de pensar la enseñanza en función de nuestros alumnos.

Esto no es una utopía, ya que nuestras inteligencias se manifiestan en nuestras actitudes, y percibirlas en los demás es más evidente de lo que se pueda imaginar.


Es importante resaltar que las personas presentan rasgos “integrados” de diversas inteligencias y, de esta manera, no es posible encuadrar a los alumnos en solamente una de ellas. Como docentes, debemos tratar de identificar las inteligencias fuertes, las comunes y las que son débiles.

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control emocional, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, las habilidades sociales, etc.


Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.


La expresión “inteligencia emocional” la introdujeron por primera vez en el campo de la psicología en 1990 los investigadores Peter Solowey y John D. Mayer, definiéndola como “la capacidad de percibir los sentimientos propios y los de los demás, distinguir entre ellos y servirse de esa información para guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo”.


Este concepto fue presentado posteriormente por Daniel Goleman en 1995 en su libro La Inteligencia Emocional. Este autor la define como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones”.


Los autores Gardner y Goleman, consideran cinco competencias emocionales, clasificadas en dos grandes grupos:

Intrapersonales:
- Autoconciencia
- Control emocional
- Capacidad de motivarse

Interpersonales:
- Empatía
- Habilidades sociales

Gardner describe las inteligencias advirtiendo que las mismas, desarrolladas ampliamente, pueden accionar para el bien o para el mal, mientras que Goleman pone el foco de atención en la educación de la Inteligencia Emocional y, consecuentemente, en su empleo como instrumento de cambio en la conducta de las personas.

Tanto uno como el otro revelan, a partir de un número notable de experiencias, un nuevo concepto de lo que significa “ser inteligente”, lo que abre enormes perspectivas en el ámbito educativo y una nueva visión en la tarea pedagógica.

Fecha de publicación: 20/04/07

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