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Estados Contables Inadecuados: ¿Hasta dónde "problemas de los principios contables", hasta dónde problemas de su aplicación y hasta dónde problemas del "sistema" que rodea la emisión de información?
Intento de enfoque explicativo para no especialistas
Autor: Dr. Ignacio González García (*)
I - Preludio incompleto sobre la problemática

Los medios de comunicación de todo el mundo nos bombardean con noticias, datos, y descripciones sobre el tremendo efecto que han causado diversos casos de empresas internacionales que informaban en sus estados contables utilidades incrementadas artificialmente y que no estaban en linea con las normas contables profesionales o principios de contabilidad generalmente aceptados. No es el objetivo aquí realizar una investigación de cada uno de esos casos, pero sí pretendemos en este trabajo, brindar una visión integral y sistémica de lo que entendemos puede ser el problema central y muchas de las otras razones que lo pueden estar causando el fenómeno y que entendemos no son suficientemente explicitadas.


Cuando leemos sobre las posturas adoptadas demandando la necesidad de realizar cambios de raíz, desestimar todo lo que en el pasado funcionó bastante razonablemente, rigidizar notablemente normas y controles que ahora lucen como terriblemente flexibles, nos animamos, a pesar de todo a hacer reflexiones sobre "lo que debería venir".


Estamos convencidos que las "medidas en caliente", sin analizar profundamente la evolución de la profesión contable, la evolución de las presiones y demandas sobre los mercados de valores, así como del ambiente (environment) de la comunidad de negocios a la que ésta informa, así como sus causas subyacentes, pueden conducir a medidas parciales, de gran rigidez, que generen altísimos costos de implementación y que quizás no arrojen todos los resultados deseados. Para ello es preciso, esbozar ciertos lineamientos que nos permitan comprender el ambiente en el cual operan las empresas y los valores de sus acciones (environment) y agregar algunos conceptos básicos sobre los estados contables y sus características. Finalmente, tomaremos coraje y nos animaremos a plantear determinado tipo de soluciones alternativas, que sin destruír todo lo construído, quizás puedan paliar notablemente estos efectos no queridos, al menos en una proporción muy alta de los casos.

II - Algunas precisiones conceptuales sobre los estados contables: lo que son y lo que no son. Sus limitaciones. Su valor agregado.

Lo primero que debe entender el usuario de estados contables, es que los mismos no son ni exactos, ni correctos, ni reflejan en forma precisa el valor real de la empresa y que en realidad consisten principalmente en estimaciones lo más razonables posibles de la representacion de una riqueza. Riqueza actual cuya realización depende, y en grado sumo, de hechos, transacciones o aconteceres futuros pendientes de ocurrir.


Segundo, insistimos, es que los mismos no pretenden reflejar el valor real de la empresa, sino que partiendo de una serie de pautas o premisas (normas contables o principios de contabilidad generalmente aceptados) reflejan la evolución del patrimonio de un ente de acuerdo con mediciones realizadas de acuerdo a convenciones preestablecidas. Existen infinidad de circunstancias, (bienes intangibles, amenazas de la aparición de competidores, conflictos politicos en los paises donde estan localizadas las subsidiarias etc.,) que no están computadas en dicho reflejo….. siendo uno de los temas en discusión hoy si debieran o no estarlo.


¿Cómo es esto que los estados contables no son exactos? Pues bien: un balance a una fecha dada, refleja el dinero que está en caja, pero además refleja los créditos a cobrar en el futuro, los inventarios que se venderán en el futuro, las inversiones cuyo valor será realizado en el futuro, y además posee una serie de "recursos" como los bienes de uso o activos fijos, y los activos intangibles (como podría ser una patente) cuyo valor de uso o de utilización económica dependerá de hechos futuros que se extenderán por períodos de tiempos muchos más largos que los mencionados anteriormente por ejemplo para el recupero de los créditos.


Ocurre que "para saber cómo anda la empresa", a un momento dado hay que medir el patrimonio de la misma, y que por comparación con el patrimonio acumulado a un período anterior nos brindará el resultado (incremento=ganancia, reducición= pérdida) Para ello se aplican normas de valuación contable, y simultáneamente se hacen las mejores estimaciones (en función de la información disponible a ese momento) sobre el valor recuperable de los derechos futuros a cobrar dinero, sobre el probable valor neto de realización de los bienes destinados a su venta, y sobre la medida o no en que los bienes de uso o activos intangibles serán recuperables mediante su cargo periódico a costos operativos relacionados con producciones, comercializaciones o servicios que en todos los casos ocurrirán en períodos futuros.


Es por ello que, al emitir estados contables, es imprescindible realizar constantemente estimaciones, supuestos, reevaluaciones de las condiciones de mercado existentes en el período anterior, etc., para en definitiva establecer si los montos valuados como recursos que se presentan en el activo, computados precisamente como "recursos valiosos", lo son realmente o han perdido total o parcialmente su capacidad de generar ingresos futuros contra los cuales se aparearán (matching). Concretamente: ningún criterio de valuación de los bienes o recursos debiera exceder en ningún caso el valor presente de la generación de ingresos futuros.


A todo ello debe agregársele en el mundo actual, lleno de reclamos e incertidumbres, el condimento de las diversas contingencias por juicios, demandas, violaciones a reglas, incumplimiento de normas de calidad de productos, reclamos de consumidores, etc., que generalmente implican sumas multimillonarias, y que se concretan o no en el futuro, no en un evento a una fecha fija, sino através de procesos que comienzan con un reclamo y que terminan con una sentencia final donde no queda otra alternativa que asumir total o parcialmente el reclamo original más todos los gastos del litigio…..Concretamente, estos costos no están únicamente asociados con los desembolsos a los eventuales beneficiarios, sino también con los de profesionales involucrados, asesores, expertos, peritos, y otros adicionales.


¿Graduado en qué conocimientos, con cuantos años de especialización y egresado de qué Universidad debiera ser el profesional en condiciones de determinar en el presente el momento y el monto futuro exacto, oportuno y correcto en que una demanda iniciada deja de ser un reclamo con algunas probabilidades para irse transformando en una deuda cada vez más cierta y que finalmente torna en exigible?


No existe respuesta a la pregunta. Lo que sí podemos decir es que la profesión contable y la comunidad de negocios han desarrollado normas contables razonables, para identificar hechos o circunstancias a ir evaluando permanentemente, para reconocer o no estos reclamos como una disminución patrimonial (pérdida) aún cuando todavía no se esté ante la sentencia final. Existen entonces pautas, indicadores, tendencias, características de la evolución de la contingencia que nos van indicando su eventual necesidad de reconocimiento, pero de ninguna manera pueden ser traducidas en parámetros rígidos, inflexibles e irrefutables: una vez más estos hechos deben monitorearse permanentemente, en base a criterios sólidos y estar sujetos a una prudente estimación.


En síntesis:
Los estados contables son de extraordinaria utilidad para brindar información adecuada a los usuarios. Los estados contables agregan notable valor a las decisiones sobre la evolución de los patrimonios, en especial cuando no solo las normas generales sino los criterios y métodos de detalle para cada uno de los rubros son aplicados en forma uniforme y consistente a lo largo del tiempo.

Sin embargo los mismos no son milagrosos. No tienen como objetivo reflejar el valor real del patrimonio de la empresa…… y en porciones muy significativas de los mismos están construídos sobre la base de estimaciones realizadas con la información presente, que no necesariamente va a permanecer inmutable en el futuro.


Construídos en base a normas contables o principios de contabilidad generalmente aceptados, la verdadera razonabilidad de los mismos, (fuente principal generadora de confiabilidad) - como en muchísimas otras circunstancias de la vida en otras profesiones - radica fundamentalmente en el sano criterio, la buena fe, el equilibrio, la coherencia y uniformidad en las mediciones así como la transparencia de quienes los emiten.


Sería maravilloso que la contabilidad avisorara y cuantificara exactamente el impacto presente de circunstancias futuras….pero ello es área de la por demás imperfecta futurología y no de las normas contables.

III - El tema de los intangibles no registrados: ¿Estarían mejor los estados contables si se registraran en función de cálculos subjetivos de su valor?

Abundante es la lectura que sostiene, no sin poca razón, que el valor de las empresas se relaciona de manera creciente con sus activos intangibles que por sus recursos tangibles. Los valores como la clientela, la posición privilegiada y/o de predominio en el mercado, la capacitación de los recursos humanos, el grado de capital social que posee la empresa en sus relaciones y sus alianzas con clientes y proveedores, las políticas de gastos de investigación y desarrollo, la flexibilidad operativa para adaptarse a condiciones cambiantes, la logística en la distribución de productos, el grado de tecnología aplicado en la operatoria, etc., etc., son algunos de los ejemplos de intangibles que provoca que muchos culpen a los sistemas contables porque no reflejan su existencia.


Esta es una afirmación muy parcialmente cierta. Si bien los mismos no aparecen como "riqueza acumulada" a una fecha determinada entre los recursos de los activos contables (excepto que hayan sido específicamente adquiridos), no cabe la menor duda que sí se reflejan en los estados de resultados o en los estados de generación de fondos de los entes que poseen en mayor o menor grado dichos "recursos", cuando muestran comportamientos diferenciales en la rentabilidad, la eficiencia sobre la inversión, la velocidad en la devolución del capital, capacidad de generacion de fondos, los márgenes sobre ventas, etc. Sintéticamente: no aparecen en "la fotografía" de los recursos (el activo del balance) pero sí en "la película" de su performance: los estados dinámicos de resultados y de generación de fondos. Se explicitan, indirectamente, no por su valor económico a un momento determinado, sino por los distintos resultados que sus diferentes dosis en existencia generan.


La alternativa de valorizar intangibles, en base a discutibles metodologías proyectivas, sería agregarle una enorme carga de subjetividad a los estados contables destinados a medir patrimonios con parámetros convencionales. En el mejor de los casos las normas contables debieran direccionarse hacia una tendencia creciente de revelación (disclosure) de dichos intangibles, definición de parámetros - quizás no monetarios - que permitan establecer mediciones comparativas, descripción incremental de las características de los mismos, etc. Resulta difícil afirmar que su autogeneración debiera ser valorada e incluída dentro del valor patrimonial empresario…..causando probablemente mayor nivel de distorsión en la información brindada a los usuarios, que su simple no reconocimiento.

IV - Las irregularidades: ¿Una razón para cambiar todo?

Ante la aparición de los casos desagradables, estamos a punto de tirar todas las normas y principios contables por la ventana y comenzar febrilmente a buscar otros nuevos. Sin embargo, cuando analizamos los casos de desastres ocurridos, vemos que, al igual que en la aeronáutica, es el error (intencional o involuntario) de los hombres intervinientes lo que produce la causa básica, y no la inutilidad o lo inapropiado de la herramienta.


Es así que vemos estados contables distorsionados mayoritaria y fundamentalmente porque
se adelantaron de maneras extrañas el reconocimiento de ingresos, se dilató en el tiempo el reconocimiento de costos y pérdidas, no se valuaron inventarios a sus valores estimados de realización, bienes de activo fijo obsoletos fueron mantenidos sin su quita de valor estimada conocida, mediante complejas estructuras legales se dejaron de consolidar subsidiarias que no debieron jamás mantenerse como inversiones no consolidadas, no se computaron como contingencias de pérdidas a sus valores estimados de cancelación situaciones prácticamente perdidas, se postergó para "futuros años" el reconocimiento de incobrabilidades cuya evidencia resaltaba, se desconoció la pérdida de mercados y su consecuente efecto sobre las localizaciones de subsidiarias en los mismos, no se obtuvo adecuado asesoramiento jurídico para interpretar derechos y obligaciones que surgen de complejas operaciones de futuro o con pactos de retroventa y complejidades por el estilo, así como otras circunstancias muy parecidas y concretas que no fueron adecuadamente apreciadas.

¿Que queremos significar? Que en la gran mayoría de los casos, de haberse aplicado correctamente las normas vigentes, y los criterios generales de valor recuperable de activos, así como la estimación del incurrimiento de pérdidas por contingencias de alta probabilidad de ocurrencia, estas irregularidades se habrían evitado nada más y nada menos que en la mayoría de los casos.


Es por ello que no se trata aquí de renegar del metro, el kilo, el litro o el decibel como herramientas de medición y tirarlas a la basura. El uso inapropiado de las mismas puede provocar resultados inadecuados. Dichos parámetros de medición, al igual que las normas contables profesionales, tienen el mismo valor que siempre….. en la medida que estén adecuada y uniformemente aplicados.


Alguien dijo alguna vez: "cuando quieres realizar grandes cambios y buscas los verdaderos valores,….volved a los autores clásicos" o sea ir en busqueda de lo básico, de los "fundamentals". Y aquí ocurre lo mismo. el bisturí bien utilizado sirve para salvar vidas, e inadecuadamente usado para destruírlas.


Por ello, gran parte de las medidas a implementarse deben tener como base un incremento del nivel de revelación (disclosure) y de transparencia. Cuando más expuesta y detallada sea la información sobre la gestión, menor será la tentación a distorsionar la misma.


Al respecto, existe una diferencia absolutamente fundamental entre lo que es:

a. La utilización de una norma contable profesional cuya aplicación puede llegar a ser discutible y que recibe adecuada explicitación, cuantificación, revelación y detalle tanto en los estados contables como en sus notas, y en la información de directorio y opinión de los auditores, y

b. La adopción de normas contables profesionales discutibles no explicitadas, no reveladas adecuadamente (o de revelación general ininteligible o confusa) y cuya aplicacion conlleva un notable grado de ocultamiento a la percepción del usuario.

Es claro que en el caso a) estamos, en el peor de los casos ante un enfoque de apreciación, de buena fe, y eventualmente cuestionable, pero del cual el lector, los usuarios, que leen adecuadamente los estados contables, toman debido y oportuno conocimiento no pudiendo alegar ignorancia.

En el caso b) estamos lisa y llanamente ante la existencia de bajos niveles o inexistencia de de buena fe, entrando a tener que analizar las razones que impulsan al eventual estado de ocultamiento. El usuario ha sido sorprendido o defraudado en este último caso.

Los casos de irregularidades o circunstancias discutibles, deben a nuestro entender ser claramente identificados, distinguiendo las diferencias claras entre una y otra situación.

V - La fiebre de los resultados: Un tema para las autoridades de los entes de contralor.

El mercado y los niveles de competencia actuales han transformado las demandas de utilidades de las empresas. Lo que antes era mediano plazo hoy es larguísimo plazo. Impera un cortoplacismo febril y erosionante, que demanda hora a hora, mes a mes, trimestre a trimestre los "resultados esperados". ¡¡¡¡¡Si la realidad no se parece a las expectativas, pues… habrá que modificar la realidad.!!!!! Las expectativas prometidas lucen como verdaderos pasivos exigibles a inmutables, que atormentan la vida de directivos y gerentes ante la imposibilidad real de llegar a las metas.


Los objetivos de permanencia en el mercado, mantener una posición de liderazgo a lo largo del tiempo, el obtener utilidades razonables, y ser coherente con una trayectoria de retribución a los accionistas, aparecen hoy súbitamente reemplazados por el espasmo, por la demanda de éxitos y retornos de corto plazo inusuales, por quemar etapas, por llegar a objetivos proyectados de cualquier manera. El presentismo casi feroz, socava las bases de una sana visión de mediano o largo plazo. Los mercados y los analistas no esperan….y emiten juicios, mirando a veces solo el hoy, aquí, y ahora, sin evaluar siempre "lo que vendrá".


Simultáneamente, las personas físicas "dueños originales" de las empresas ya no existen más como poder accionario. Quedan pocas empresas donde los dueños "mandan". Estamos en presencia del capitalismo de los gerentes, que se ven obligados a obtener metas cada vez más desafiantes, entre otras razones, porque sus propias remuneraciones (stock options) dependen de esos resultados.


Los fondos de inversión despersonalizan aún más la "plantilla de accionistas", y su carencia de compromiso de largo plazo con el financiamiento de un ente determinado, hacen que, sabiamente vayan de un lado a otro en busca de la mejor renta para sus inversiones, provocando bajos niveles de lealtad hacia la permanencia como accionistas.


Los medios de comunicación, los mercados de valores, los analistas, transmiten en vivo y en directo, segundo a segundo, las variaciones de los precios de las acciones, afectados por opiniones basadas en razones económicas, políticas, sociales, del mercado, generales o particulares, reales o artificiales, temporarias o permanentes, haciendo oscilar sus valores dotando al mercado bursátil de una volatilidad que no existía antaño.


Las demandas de utilidades, generan inestabilidad emocional en los empleados que ven en el no cumplimiento de las metas una amenaza a su empleo, completando un cuadro donde las presiones afectan a directivos, accionistas, comités de auditoría, auditores externos y empleados de la propia empresa.


¿Es factible cambiar este sistema? ¿Se puede reducir la velocidad? ¿Debiera imponerse una regresión al pasado? En principio parece imposible. Sólo podríamos decir que sí es factible reforzar los controles, recrear las "pastillas de freno", dictar las regulaciones, y sancionar las normas necesarias (sobre transacciones, criterios y niveles y formas de información) que tiendan a atenuar el impacto de las volatilidades. El estado "de alerta permanente" (pasando de la depresión a la euforia invinita y viceversa) prevaleciendo sobre una atmósfera de razonables niveles de estabilidad y confianza, destruye el tejido básico e imprescindible sobre el cual se realizan las transacciones y se construye un concepto sano de comunidad de negocios.

VI - La presión sobre el honorario del auditor externo: Un factor adicional.

Quizás el autor, por ser auditor externo, no tenga autoridad independiente para hacer alguna consideración al respecto. Sin embargo recurriremos únicamente a la experiencia de 38 años de ejercicio profesional, no para emitir juicios sino para animarnos a algunas reflexiones. Por otra parte, es bueno aquí recordar que las antes mencionadas presiones por las utilidades, se convierten en presiones sobre todos los costos, y obviamente también se convierten en presiones importantes sobre la reducción del honorario del auditor.


La discusión del honorario, comparado con las pautas del pasado, ha pasado a ser un factor fundamental, y que en cierta medida, cuando se trata de una actitud sostenida, tiene el contrasentido de presionar a quien en cierta medida está tratando de permitir "dormir tranquilo".a accionistas y directivos del ente auditado sobre la evolución del mismo. Podríamos afirmar que, al igual que en medicina, la obligación del auditor externo es más una obligación de medio (aplicar todas las reglas del arte) que una obligacion de resultado (obtener o descubrir tal o cual cosa). Es por ello, que se puede asimilar el tratamiento de la relación entre empresa-auditor externo a la del médico-paciente. Si no hay confianza en el auditor, tampoco se puede "creer de buena fe" que el costo solicitado por su tarea profesional, sea el necesario para realizar una adecuada tarea profesional minimizando el riesgo de sus conclusiones.


El médico debe dictaminar sobre la salud del paciente, en base a una serie de elementos que toma en cuenta en un momento determinado, y no puede asegurar bajo ninguna duda razonable, que este último no puede jamás enfermarse…. o eventualmente morir en el futuro.


El paciente confía en el médico, se entrega a él. Cuando la relación médico paciente está contaminada por el factor de una dinámica excesiva de negociación del costo de la consulta , estamos "lesionando" los preceptos básicos que hacen .a la circunstancia de limitar notablemente el accionar de que alguien que conoce. Presionar no es en cierta medida sino entorpecer al profesional, para que no aplique de manera integral y sistémica y a su mejor leal saber y entender todas "las sabias reglas del arte" disponibles para permitirle emitir su diagnóstico.


En un símil perfecto con el auditor externo, notables son las presiones que se reciben sobre el monto del honorario. Variados los argumentos esgrimidos para cuestionar la cantidad de horas invertidas, las consideraciones de si determinadas areas o circuitos deben auditarse o no en función de su materialidad, la participacion delegada en la auditoría interna (que depende de la dirección del ente auditado), la permanente sugerencia de confiar más y más en los controles gerenciales, la sugerencia a confiar cada día más en las revisiones analíticas, los indicadores y las tendencias (en lugar de verificar si tales tendencias son reales) la resistencia de la empresa a aceptar la aplicación de gran cantidad de horas imprescindibles para auditar complejísimos sistemas tecnológicos, el pedido de no revisión de deudas inmateriales (que se podrían convertir en materiales de ser adecuadamente evaluadas y auditadas) y otras similares.


No se pretende aquí elaborar una barata defensa corporativa de la profesión, sino simplemente afirmar que las "fuerzas de negociación" al tratarse de un honorario de auditoría externa, deben ser, por la salud del servicio pactado entre las partes, utilizadas moderada y equilibradamente….. hasta podría decirse con gran sapiencia.


En la visión del autor, el auditor externo no es un "mero proveedor" más, para ser sometido a las prácticas de competir en su precio con ofertas alternativas. La responsabilidad de su tarea profesional, configura una relación diferente con el ente.


Si la empresa solo busca un servicio de "firma de estados contables" donde lo único que interesa es el membrete y la opinión sin observaciones, estamos yendo al médico para que nos extienda un certificado de buena salud, sin revisarnos, involucrando quizás seriamente nuestra propia vida. Si en cambio la empresa busca en el servicio profesional del auditor externo "la autoridad y la confianza" de quien desarrolla su tarea con calidad, diligencia, cuidado y esmero, para detectar circunstancias que afectan la salud de la compañía, evaluar sus riesgos en forma conjunta, si de comun acuerdo se procede al reforzamiento de los controles internos que reducen la posibilidad de errores, si las relaciones son abiertas, francas, transparentes….. estamos ante un caso donde los límites de la negociación por el honorario, requieren, por lo delicado de la materia involucrada, ser pasados por el tamiz del fino sentido común. La diferencia entre medicina y veneno es un problema de dosis, y es esa dosis la que debe imperar, cuando se negocian honorarios de auditoría, los que, necesariamente, por la complejidad del mundo de los negocios, la tecnología y otros ingredientes, requieren cada día más de profesionales especialistas en lugar de los meros reprocesadores del pasado. Los especialistas son simple y llanamente más caros, en un mundo donde todo lo que posee mayor complejidad es también más caro.


Por otra parte, los honorarios llamativamente bajos, logrados por la empresa en base a negociaciones forzadas, pedido de cotizaciones, y presión para su reduccion, pueden ser una muestra de un nivel escaso de independencia, así como de imposibilidad de desarrollar la tarea con toda la debida calidad profesional.


Simplificando, es importante señalar que la diferencia entre la opinión emitida sin observaciones y la tarea no realizada para llegar a la misma, es pura y simplemente un ingrediente: riesgo incremental incurrido primeramente por el auditor y en segunda instancia por todos ( la empresa, sus accionistas y los usuarios de los estados contables en general). Concluyendo: una buena tarea profesional debe tener su equivalente buena remuneración, y no encontrarse amenazada por el constante fantasma de la renegociación.

VII - ¿Rotación de auditores? Una solución como mínimo discutible.

Puede ser una alternativa para muchos. No lo es para otros. Si confiamos en que el mayor activo de una firma de auditores es su reputación, si acordamos que su peor destino es encontrarse con un fracaso que aparece en la tapa de los diarios, no hay razón para realizar rotaciones obligatorias. No hay razón para cambiar de médico, si el paciente ha sido conocido, conducido y bien llevado en sus dolencias por el facultativo de siempre.


De la misma manera, si bien aparentemente, en primera instancia, la rotacion puede aparecer como una solución de los problemas que tiende a aumentar la independencia, tambien es cierto que puede quitarle a la auditoría externa una inmensa lista de los beneficios que se derivan de su permanencia.


Nuevamente el cortoplacismo. La limitación de la relación a 5/7 años en la vida de una empresa, tiende a disminuir una gran cantidad de beneficios que se desprenden de la relación prolongada entre el auditor y la empresa auditada. Además, ante la existencia de un número limitado de firmas de auditoría de envergadura, estaríamos ante una "calesita" de firmas en la cual, entre otras cosas, deberían revelarse a diversos auditores, hechos, circunstancias y estrategias, que generarían reticencia lógica en las empresas.


Como ya plateáramos anteriormente, y quizás siendo reiterativos, la relación empresa-auditor externo es una relación especial, distinta, cuyas características específicas no pueden ser ignoradas.

¿Hay soluciones intermedias? ¡Por supuesto que sí! Habrá que dar rienda suelta a la imaginación y a la creatividad para efectivizarlas. Sin pretender resolver la cuestión en el punto VIII intentamos abordar algunas.

VIII - Esbozo de alternativas posibles para evitar sorpresas en los estados contables. Mayor detalle y transparencia.

Probablemente muchas de las alternativas que aquí se desarrollan, aparecerán como inadecuadas para satisfacer al ya condicionado lector, especialmente cuando ya existen esbozos de las rigideces y estrictisimas normativas que en borrador comienzan a pergeñarse internacionalmente.


Pero una de dones del hombre es la posibilidad de pensar, de volar, y de dar rienda suelta a sus eventuales creatividades. Sin pretender aquí ensayar formulas carentes de sentido, se plantean a continuación y en forma muy sintética el enunciado de alternativas concretas (las que deberían, de merecer una consideracion positiva estar sujetas a un desarrollo mucho más detallado) que pueden contribuir notablemente a reducir la problemática que nos afecta.


Es obvio que la solución final no será la que aquí se propone, pero aspiramos a que las alternativas y criterios que pueden estar actualmente en consideración, evaluen las propuestas que aquí se realizan. Muy probablemente, de la sabia combinación de las caminos posibles, sin presiones condicionantes, saldrá la solución que seguramente no va a eliminar los riesgos expuestos, pero sí reducirlos a su mínima expresión.

Filosóficamente, podríamos sintetizar que apuntamos no a cambiar las normas básicas, sino a incrementar los niveles de revelación, detalle y transparencia a tales niveles, que impidan, precisamente, la violación de las normas básicas o fundamentals. Dicha revelación puede ubicarse en Anexos a los estados contables adecuadamente diseñados y con diversos grados de profundidad y periodicidad.

A manera de ejemplo sugerimos lo siguiente:

1. Requerimiento de mayor nivel de revelación (disclosure) y detalle sobre la composición de las partidas de los distintos rubros de los estados contables.
Es obvio que a mayor nivel de requerimientos de revelación, no necesariamiente en el cuerpo de los estados contables básicos, sino en anexos apropiadamente diseñados, y llamando a las cosas sin eufemismos (evitando el varios, otros, etc.), bajando los niveles de significatividad para la revelación, dificultarán "el ocultamiento" de partidas inadecuadas. Por otra parte la "denominación adecuada" - si es necesario incluyendo un glosario de términos explicativos en los mismos estados contables -, que permita que la simple lectura del nombre sea autoexplicativa y explicite una adecuada interpretacion de lo que se trata (cosa que no ocurre siempre en algunos estados contables que abordan enfoques extremadamente sintéticos).

2. Requerimiento de mayor nivel de revelación (disclosure) y detalle sobre los criterios. Presentacion comparativa. Si bien es dable encontrar en las notas a los estados contables revelación sobre los criterios materiales aplicados sobre los rubros de mayor significacion, en muchos casos los mismos no son suficientemente explicitos o detallados para que el lector o usuario entienda que es lo que se ha aplicado. Afirmaciones de tipo general como "la empresa ha constituído las previsiones estimadas en función de las contingencias que se entiende pueden afectarla", pueden no resultar suficientes.

Revelar en forma detallada y entendible para el usuario los criterios seguidos para determinar la incobrabilidad, la obsolescencia, la recuperabilidad de los activos, las proyecciones realizadas para avalar el valor recuperable aludido, las estimaciones básicas (assumptions) sobre el comportamiento del mercado en lo relativo a los valores estimados de realización de los inventarios, los criterios seguidos para consolidar o valuar a valor patrimonial proporcional a determinadas subsidiarias, etc., es evidente que obligarán al ente a transparentar claramente a los usuarios las pautas seguidas para la elaboración de los estados contables.

3. Requerimientos de mayor nivel de revelación (disclosure) sobre los criterios detallados seguidos para el reconocimiento de ingresos y gastos. Aplicaciones típicas y atípicas del criterio de lo devengado. Criterios seguidos para lograr el "apareamiento" de ingresos y gastos.
Es obvio que la exigencia de información complementaria, indicando en anexos apropiadamente estructurados, y en forma bien detallada, los criterios (particulares y no simplemente generales) seguidos para el reconocimiento de ingresos, el reconocimiento y el devengamiento de eventuales garantías otorgadas sobre los productos, el reconocimiento de mayores costos sobre productos o servicios brindados, echará luz sobre la información un tanto suscinta y sintética que se desprende de la lectura presente.

4. Requerimientos de mayor nivel de revelación (tipo tablero de control) sobre todas las contingencias de la compañía, indicado su estado procesal, montos reclamados, y estimación de los abogados, etc. Obviamente, una información de este tipo requerirá enormes cantidades de prudencia y por lo tanto debiera revelarse y estructurarse de tal manera que no perjudique las posibilidades y estrategias de la propia empresa en el pleito o reclamo en cuestión. No por ello debiera rehusarse a la posibilidad de clarificar aspectos básicos de información sobre contingencias, que hoy no se explicitan adecuadamente.

5. Una declaración escrita del Directorio, acompañada quizás por el Comité de Auditoría, dirigida directamente a los inversores, accionistas, etc (una especie de carta de representación) donde hicieran pública a los usuarios, en expresa mención, de los procedimientos de control ejercitados para asegurarse que los estados contables presentan las estimaciones más razonables posibles, y que no se han ignorado hechos o circunstancias posteriores a la fecha de los estados contables y la fecha de emisión final de los mismos.

6. Informacion complementaria detallada de la tenencia de todas las compañías subsidiarias, (todas implica ignorar criterios de materialidad al respecto) relacionadas, controladas, o en las que se tenga algún tipo de participacion, indicando montos, porcentajes, locación geográfica y jurídica de la subsidiaria, opciones, y tratamiento contable brindado a cada una, montos de ganancia o pérdida imputados a resultados como producto de su operación y/o tenencia durante el ejercicio. Concretamente, ningún ente que no sea el ente legal principal, pero que una parte perteneciera a la empresa, podría quedar excluído del detalle de esta información complementaria.

7. Mayor nivel de información sobre activos intangibles. Criterios seguidos.
Adecuada revelación (disclosure) de las políticas seguidas en relación con gastos de investigación y desarrollo, reparación y mantenimiento preventivo, planes de desarrollo de aplicación de nuevas tecnologías, información detallada de clientela (localización geográfica, venta por cliente promedio, porcentajes de incobrabilidad pasada y actual, etc.), así como los criterios seguidos para determinar la existencia o inexistencia de circunstancias que aconsejen el mantenimiento o la devaluación (impairment) del valor llave de adquisiciones realizadas, años estimados de período de repago de la inversión más su valor llave en función de utilidades actuales, etc.

Cuadros de información con parámetros no monetarios, en todos los casos que sea aplicable, de mediciones de bienes intangibles (cantidad de clientes, reducción de cantidad de reclamos, mejoras en centros logísticos, etc.) Adicionalmente, montos invertidos y comprometidos en campañas de responsabilidad social de la empresa.

La temática de los valores llaves abonados, requerirá técnicas escrutinadoras de alta sofisticación, para evaluar capacidad de generacion de ingresos, capacidad de mantenimiento del valor recuperable, y fundamentalmente, un pantallazo sobre la cantidad de "años de recupero" en función del promedio de las utilidades de los últimos 5 años. Todos los activos deben amortizarse, porque las circunstancias cambian inexorablemente su valuación…. P
or tal razón es difícil aceptar el criterio de no amortización como normal y el de impairment por excepción.

8. Requerimientos de mayor nivel de revelación (disclosure) sobre criterios impositivos.
Información detallada indicando la aplicación de criterios impositivos, por área geográfica, para los principales tributos, criterios para la utilización de créditos de impuestos, tratados internacionales de reciprocidad, así como el tratamiento brindado en las localizaciones en paraísos fiscales.

Será fundamental explicitar las políticas y criterios adoptados para fijar los precios de transferencia entre partes relacionadas, lo que ya no afecta solamente a la empresa, sino a los ingresos tributarios entre países.

9. Transacciones con partes relacionadas. Una temática insoslayable.
Requerimientos de información detallada sobre la existencia de partes relacionadas, detalle de las transacciones efectuadas con las mismas, afirmación de si las operaciones se hicieron a los precios normales de mercado (precios de transferencia), anexos donde se indique la fecha concreta de la aprobación de las principales transacciones por los organismos directivos de ambas partes, volúmenes y montos de transacciones revertidas (devoluciones, etc.), así como los criterios para el reconocimiento de ingresos en las transacciones entre las partes, contribuirán a agregar transparencia a un área que ha provocado no pocos dolores de cabeza en la temática abordada.

Es obvio que la lista de alternativas sugeridas, solo representa un esbozo tentativo, pero que entendemos que su aplicación, probablemente progresiva, tenderá a disminuir notablemente la posibilidad de dejar de brindar al interesado (stakeholder) los datos principales sobre todas las áreas sensibles que pueden permitir fracturas indeseadas en los estados contables. Es cierto que algunas lucirán como excesivas o como extremadamente burocráticas, pero adaptadas por industria, contribuirán a bajar el nivel de "sorpresas extraordinarias" que se vienen recibiendo en los últimos tiempos acompañadas de "destrucciones de valor" muchísimas veces más costosas que la eventual generación de información adicional.

En lo relativo a las normas contables profesionales, hemos preferido sintetizar nuestro enfoque a cuatro aspectos fundamentales:

a. Debe tenderse a la unificación de las normas contables profesionales o principios de contabilidad generalmente aceptados. Las limitadísimas particularidades geográficas (reconocimiento de la inflación en los estados contables por ejemplo) debieran encontrarse reguladas por parámetros muy claros a nivel global.

b. La existencia de diversos organismos con poder para el dictado de normas no parece saludable, y debiera tenderse seriamente a la unificación de dicha potestad. La profesión contable debiera ser la autoridad en cuestión, reduciéndose así las presiones generadas en intereses de sectores.

c. En la fijación de normas contables profesionales, debe pesar fundamentalmente, los principios generales básicos, y éstos deben prevalecer sobre las reglas de detalle.

La estructuración de un adecuado y sólido marco conceptual es un ingrediente indispensable para que todo lo que no esté específicamente contemplado en la norma de detalle, se rija por el espíritu contenido en las normas básicas.


d. Resulta importante tender a la unificación de alternativas contables para la valuación de las distintas partidas. La existencia de normas contables alternativas no hace sino permitir "movimientos en la selección de criterios" no siempre adecuados. Simultáneamente, se lograría un altísimo nivel de uniformidad, base de la confianza en la construcción de los estados contables.

IX - Conclusiones y final pretendidamente orquestal.

Los solistas son buenos conmoviéndonos con su habilidad individual. Pero cuando se trata de cuerpos normativos, debe prevalecer la armonía orquestal.

Tratándose de materia opinable, es obvio que hay mucho para coincidir o disentir.


Se ha enfocado la problemática con una visión positiva, tratando que la incorporación de una serie importante de prácticas bajen notablemente las posibilidades de irregularidades o sorpresas.

"El hombre" en su sentido genérico, es intrínsicamente buena materia prima, pero es mucho mejor cuando se lo controla y se lo vigila en forma sistémica.


Por otra parte, no creemos en la teoría conspirativa de la individualización de "un solo culpable". Como en tantas áreas de la vida, son las conductas y actitudes de todos los actores, la atmósfera reinante y la fortaleza de los controles opuesta a los intereses creados, las que generan resultados, que a veces deben ser corregidos.

Sigo creyendo en las normas básicas. Sigo creyendo que pueden perfeccionarse y adaptarse, pero que los "fundamentals" son como las leyes de la física: inmutables, y toda derivación debe ser construída sobre ellas.

Estoy convencido que no será fácil implementar muchas de las sugerencias que aquí se realizan. Por otra parte, hemos incluído no solo sugerencias, sino reflexiones sobre una óptica de la realidad, que permiten aceptar más fácilmente las sugerencias.

Finalmente, sigo creyendo que la profesión contable tiene un enorme valor agregado para aportar a la comunidad de negocios. La sanidad o solidez de los estados contables de las empresas no está sólo en sus normas contables y mecanismos de información, sino en la integridad, criterio, coherencia y visión (no circunscripta al infinitésimo plazo) de quienes las dirigen y gerencian así como de los "stakeholders" que las rodean y condicionan.

Nota: Las afirmaciones hechas en el presente trabajo son realizadas por al autor de manera personal, y de manera alguna comprometen la opinión de la organización a la cual pertenece.

(*) Socio de PricewaterhouseCoopers. Miembro del Directorio Mundial de PricewaterhouseCoopers Int. por el período l999 a 200l. Miembro del Directorio de Latinoamérica desde l999 hasta la fecha.
• Profesor Titular de la Universidad Católica Argentina. Profesor de los Masters y de cursos de Post-grado de la Universidad Austral, de la Universidad Católica Argentina y del Master de IDEA.
• Vicepresidente y miembro del Directoriode IDEA. Foro No. l de Argentina.
• Presidente de la Comisión de Estudios de Auditoría del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hasta octubre de 2004.
• Miembro del Consejo Asesor de Organizaciones No Gubernamentales: Fundación Ashoka, Asociación Conciencia, Emprender, Fundación Leer, Fundación Compromiso.
• Director, conjuntamente con el Diario La Nación (Dr. Julio Saguier) del ciclo La responsabilidad Social de los Empresarios.
• Conferencista. Autor de numerosos artículos sobre la especialidad.

Fecha de publicación: 03/08/05

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