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Encrucijada energética (1)

Autor: Dr. Rafael Levy

1. Para analizar el problema, haremos una caracterización sucinta de la situación energética de nuestro país que sirva, a la vez, de introducción al repaso de las “energías alternativas”, que es otra de las preocupaciones centrales existentes en la sociedad argentina actual.
El criterio de análisis será presentar un balance energético mostrando, a nivel de un sencillo esquema, un balance energético de la República Argentina empleando datos de difusión oficial al año 2004, el más actualizado disponible en estos momentos.
En primer lugar haremos la presentación de la oferta energética abriendo ésta en dos categorías: primaria y secundaria.

2. La Secretaría de Energía de la Nación define como energía primaria aquélla surgida directamente de la naturaleza, como la hidráulica, eólica o solar, o mediante un proceso extractivo como es en el caso del petróleo, gas, carbón mineral o los combustibles nucleares.   
La energía secundaria está constituida por productos energéticos elaborados a partir de las anteriores o de otras secundarias en establecimientos designados como centros de transformación; presentándose de muy variadas formas: electricidad, gas por redes, gas licuado o motonaftas.   
El proceso transformador de primaria en secundaria exige cierta cuantía de consumo, a la vez que se producen mermas por rendimiento o pérdidas de aprovechamiento, que explican la no coincidencia numérica al realizarse balances de unas u otras.   
Además, diversos bienes intermedios y/o finales son elaborados con productos derivados de estas dos fuentes reforzando el problema señalado recién.
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3. Con las aclaraciones anteriores es posible ingresar en un esquema analítico de los tradicionales de oferta y demanda.   
La oferta está subclasificada en total e interna: la primera agrega la producción, importaciones y variaciones de stocks.   
Por su parte, la oferta interna es aquélla disponible para ser transformada o consumida en el propio sector o por usuarios finales, resulta de deducir a la oferta total las exportaciones, búnker y otros conceptos menores.    

4. La demanda energética suele desagregarse por sus diversas modalidades de absorción o por sector de origen de la misma.   
Según la forma de absorción, ésta puede ser de naturaleza propia, en el mismo sector que la genera (para su funcionamiento); o como consumo final, uso energético o no energético:
(3) aquélla formada por productos energéticos transados en algún mercado.

5. La otra forma de desagregación es más conocida vulgarmente, se presenta por sectores y generalmente se refiere a la energía secundaria; integrar un balance de este tipo requiere incluir los siguientes: Residencial, Comercial y Público, Transporte, Agropecuario e Industrial.   
Obviamente, la denominación de cada sector despeja bastante la tipología de usuarios que lo integran: demanda residencial es la correspondiente a hogares urbanos y rurales; el sector comercial y público corresponde a instituciones y empresas de esa actividad y del sector gubernamental a todo nivel; demanda originada en el sector transporte es la requerida por los medios terrestres, fluviales, marítimos y aéreos (el internacional está computado como búnker); el agropecuario e industrial no ameritan aclaración significativa, salvo que las demandas de la construcción, son imputadas a la industria.    

6. Esquemáticamente todo el flujo energético puede verse en al gráfico de más abajo (4):

7. El diagrama muestra el discurrir de la energía primaria que pasa a convertirse en secundaria en centros de transformación (centrales eléctricas, refinerías, plantas de bombeo de gas natural, etc.) antes de ser absorbida por el consumo final, aunque parte de ella va directamente al consumo final: leña, bagazo, etc.   

8. Ahora bien, como los recursos energéticos son de muy diversa forma de presentación en la naturaleza según fue visto, se hace necesario proceder a una conversión que los homogenice de manera de poder realizar una comparación agregada.   
La modalidad más difundida es la de transformarlos a todos ellos en toneladas equivalentes de petróleo (tep), igualando el poder energético de cada uno al ofrecido por el fluido.   

9. Realizadas estas conversiones al común denominador, se llega a sendos totales de Oferta interna primaria y secundaria que se exhiben a continuación, recordando que son datos relativos al año 2004:

EN MILES DE (TEP)

PRIMARIA

SECUNDRIA

71415

63444

10. La diferencia entre ambos volúmenes de oferta puede considerarse como el insumo energético necesario para la producción de la secundaria.    
Elaborar más de 63 millones de toneladas equivalentes de petróleo de energía secundaria, demandan un consumo energético de casi 8 mil millones de tep.    

11. Ahora bien, tomando lo consumido y facturado por los diversos sectores de demanda se arriba a un total de casi 48 millones de tep, según puede verse en el cuadro que sigue (5) que, comparado con el volumen de la oferta interna vista antes, da cuenta de que absorbe más del 75% de ésta.  
Es decir, habría un excedente de oferta de casi 16 millones de tep, lo que en términos globales, no constituiría una situación preocupante.

DEMANDA ENERGÉTICA AÑO 2004
(EN MILES DE TEP)

Consumo total

47745

No energético

3696

Residencial

9890

Comercial y Público

3390

Transporte

12730

Agropecuario

4662

Industria

11376

12. Sin embargo, debido a diversas razones derivadas de la distribución de los recursos energéticos y al dinamismo las demandas sectoriales, en algunos casos la situación se acerca a la criticidad al reducir los márgenes de sobreoferta.   

13. Las razones pueden empezar a conocerse si se tiene en cuenta que la oferta interna de energía ha tenido un crecimiento muy moderado en las últimas décadas; es decir el problema no es reciente o coyuntural sino estructural.    
Según datos de la Secretaría de Energía, en el periodo que va desde 1970 a 2004 la oferta total se ha más que duplicado, resultando una moderada tasa anual acumulativa del 2.1%, siendo ello consecuencia del pobrísimo desempeño de la economía en su conjunto durante ese lapso, derivado, a su vez, del proceso de apertura de la economía y desindustrialización que tuvo lugar.   
Pero, al mismo tiempo, la oferta de energía eléctrica lo hizo a un ritmo mucho más dinámico, ya que el volumen ofertado en 2004 fue cuatro y media veces mayor que el de 1970 (4.13% anual acumulativo), dinamismo debido a la evolución del consumo eléctrico residencial antes que industrial también derivado de la aplicación del modelo citado.    

14. Es decir que, lo dinámico en materia energética en Argentina es aquello que en un sentido más economicista menos reproductivo es; esta afirmación es aceptable dado que cualquier formulación respecto de la dependencia funcional del producto bruto interno –PBI- la asocia a ésta con la disponibilidad de cuatro recursos principales: naturales, humanos, tecnológicos y de capital (6) y, la formación de éstos últimos, a la disponibilidad del insumo energía.    
El patético desempeño de nuestra economía y política económica de las últimas décadas se evidencia en los índices de desempleo y subempleo altos; de deforestación y desertificación también altos; en el deterioro de nuestro sistema educativo y en las bajas tasas de inversión respecto al producto.   
Puede verse así un problema de causación circular acumulativa, donde la baja tasa de inversión genera un bajo aumento del PBI mientras que el bajo aumento del PBI desalienta la inversión reproductiva; de manera semejante, la disponibilidad energética alienta la inversión pero la baja performance de ésta repercute en la irracionalidad en el uso de los recursos energéticos no renovables y revierte en insuficiencia en el desarrollo y/o explotación de fuentes alternativas.   

15. Así, en materia de petróleo y gas natural, es donde más notable es la afirmación anterior y su criticidad en el balance; el horizonte gasífero, relación entre reservas y producción, ha caído fuertemente en las dos últimas décadas: en 1985 era de casi 38 años; en 1995, bajó a algo más de 20 años mientras que hacia 2003 a 12 años (7); actualmente según algunos especialistas está por debajo de los 10 años.   
Cada diez años cae a la mitad; lo que los expertos califican como pasaje de país gasífero a país con “gas” o sea, dependiente de abastecimiento externo. 
En petróleo, la merma fue menos pronunciada pero también importante: se pasa de un horizonte de reservas de casi quince años a uno de diez.   

16. En materia de electricidad, los grandes números del balance son también preocupantes, el potencial actualmente generable es de alrededor de 103200 GWh; la generación efectiva en todo 2005 fue de 92176 GWh cubriendo una demanda de 87778: obviamente, el punto de cruce entre las series de oferta y demanda eléctrica estaría muy cerca en el tiempo.

Para ver más material sobre el presente tema, haga click aquí. (zip, 466Kb)

(1) Resumen de exposición del autor en CPCECABA, el 06-11-06; apoyada en vistas que pueden seguirse desde el archivo adjunto del mismo título.
(2) Bunker es combustible abastecido a naves en el país pero consumido off shore; es una exportación.
(3) Uso no energético de energéticos se da en el caso de producción de pinturas, solventes, etc.
(4) También puede consultarse en la diapositiva 4, del archivo adjunto.
(5) Que también queda consignado en la vista # 6 del citado archivo.
(6) Las expresiones toman la siguiente forma: Y = f (RN; RH; T; K)
(7) Datos tomados de la exposición del Ing. Jorge A. Olmedo, del Instituto Argentino de la Energía, General Enrique Mosconi –IAE-, setiembre 2004, en el CPCECABA; al momento de nuestra exposición, no tuvimos de cifras más actualizadas. La diapositiva # 9 presenta graficada la serie relevada.

Fecha de publicación: 20/04/07

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