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Los Indicadores como Técnica de Generación de Información Medioambiental
Autora: Dra. CP Graciela María Scavone

Resumen

El tema principal de investigación de este trabajo es la importancia que la información que brindan los indicadores ambientales, enfocados tanto desde la perspectiva macroeconómica como desde el enfoque microeconómico, tienen para las naciones y para las empresas.

Los indicadores de desempeño ambiental transforman cantidades exhaustivas de datos ambientales en información crítica que permite contribuir a la definición de objetivos, a efectuar un seguimiento de las mejoras introducidas, efectuar comparaciones con otras empresas u otras naciones y elaborar informes que muestren las variaciones producidas por la implementación de políticas ambientales.

El desarrollo sustantivo tanto de los indicadores de sostenibilidad como de desarrollo sostenible, se inicia a finales de la década del 80 en Canadá y algunos países de Europa. Un impulso más abarcador se derivó de la Cumbre de la Tierra, ya que para poder controlar el avance de la Agenda 21, la Conferencia de Río creó la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS), con el mandato de monitorear el progreso hacia el desarrollo sostenible. Se revelaba así la necesidad de contar con instrumentos para medir el avance hacia la sostenibilidad, aunque los indicadores de sostenibilidad ambiental habían comenzado previamente a ser desarrollados.

Algunos países están desarrollando indicadores de sostenibilidad ambiental, mientras que más recientemente, otros trabajan desde el enfoque de desarrollo sostenible, esto es incorporando (pero no necesariamente vinculando) las dimensiones económica, social, ambiental e institucional del desarrollo.

La literatura y los expertos coinciden en que los desafíos más importantes que se presentaron después de una década de desarrollo de indicadores de sostenibilidad ambiental e indicadores de desarrollo sostenible (IDS) , se pueden sintetizar de la siguiente manera:

1. El costo de desarrollar un sistema de IDS de calidad, y de operarlo a lo largo del tiempo.

2. La escasa valoración asignada a los IDS como herramientas en la toma de decisiones por parte de la mayoría de los gobiernos de las regiones en desarrollo.

3.
Los problemas metodológicos del trabajo de diseño e implementación de indicadores, en particular el insuficiente carácter sinérgico o vinculante que tienen los IDS hasta ahora propuestos o implementados

Para el caso de Argentina, no se pudieron localizar iniciativas de IDS. Sin embargo, cuenta con una iniciativa relevante para el trabajo de desarrollo de indicadores. La Secretaría de Desarrollo Sostenible y Política Ambiental, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, de la República Argentina ha desarrollado el SIAN, el Sistema de Información Ambiental Nacional, de alcance nacional, capaz de recopilar información con el fin de ponerla a disposición de los organismos gubernamentales, no gubernamentales y el público en general.

No solo a nivel de las naciones los indicadores aportan información relevante, el desarrollo de indicadores para la caracterización de una empresa como orientada hacia el medio ambiente es un apoyo importante para la revisión y evaluación de los datos relevados acerca de su situación medioambiental.

Si bien el relevamiento cuantitativo de los datos transaccionales, así como el análisis entrada-salida de materiales constituyen un incremento considerable de información para la organización internamente y para los sectores externos interesados, observar la cantidad empleada de un material aisladamente no permite sacar conclusiones respecto a puntos débiles y necesidad de acción.

Las relaciones entre los datos se pueden expresar de varias maneras:

Haciendo un seguimiento durante un período de tiempo (por ej., comparando datos de diferentes años; comparando datos con objetivos y años);

Relacionado datos de diferentes categorías o aspectos (por ej., relacionando una acción con su impacto en la sociedad o en el medio ambiente);

Normalizando los datos con el tamaño de la empresa o de la operación, con el fin de hacerlos comparables, esto es, estudiando el impacto de empresas de distinto tamaño según una escala común normalizada.

Necesidad de la elaboración de ratios

Las ratios relacionan entre sí dos cifras absolutas, proporcionándoles de ese modo un contexto.

Los indicadores de tipo ratio se utilizan para:

Relacionar dos aspectos entre sí;

Establecer conexiones visibles e interpretables;

Permitir la comparación de diferentes escalas de operación en relación con una actividad concreta, por ejemplo, kilogramos de producto por litro de agua empleada.

Las organizaciones deberían crear ratios con sus datos sobre gestión, que den sentido a su negocio y sirvan de apoyo en la toma de decisiones, así como seleccionar ratios para elaborar informes externos, que favorezcan la comunicación de sus actividades a las partes interesadas.

Introducción al desarrollo de indicadores

El tema principal de investigación de este trabajo son los indicadores ambientales enfocados tanto desde la perspectiva macroeconómica como desde el enfoque microeconómico.

Los indicadores de desempeño ambiental transforman cantidades exhaustivas de datos ambientales en información crítica que permite contribuir a la definición de objetivos, a efectuar un seguimiento de las mejoras introducidas, efectuar comparaciones con otras empresas u otras naciones y elaborar informes que muestren las variaciones producidas por la implementación de políticas ambientales.

De acuerdo a la definición que considera la especialista Rayén Quiroga (Quiroga, 2001), un indicador es más que una estadística, es un variable que en función del valor que asume en determinado momento, despliega significados que no son aparentes inmediatamente, y que los usuarios decodificarán más allá de lo que muestran directamente, porque existe un constructor cultural y de significado social que se asocia al mismo.

Desde un enfoque más general, un indicador es un signo. En semiótica un signo se define como algo que representa a algo o a alguien en algún aspecto o capacidad. En un sentido más concreto, como establece Gallopín (1996), los indicadores pueden adoptar distintos valores o estados. Se puede conferir a ciertos estados una significancia especial a partir de ciertos juicios de valor: estos estados específicos se convierten así en umbrales, estándares, normas, metas o valor de referencia (Gallopín, l997). Los indicadores deseables son variables que agregan o de otra manera simplifican información relevante, hacen visible o perceptible fenómenos de interés, y cuantifican, miden y comunican información relevante (Gallopín, 1997).

Cifras absolutas y relativas

Los datos que se toman en un principio se recogen en términos de cifras absolutas. En un período de tiempo determinado, normalmente un año, y nos informan sobre la repercusión de un impacto, valor o ejecución.

Las cifras relativas son ratios entre dos cifras absolutas de la misma o diferente naturaleza. Las ratios permiten comparar productos o procesos similares, ayudan a relacionar la actuación y los logros de una empresa, negocio u organización con otras e informan sobre la eficiencia de una actividad, la intensidad del impacto o la calidad de un valor o logro.

Las cifras absolutas referentes a aspectos económicos, sociales y medioambientales permiten al usuario:

Un seguimiento constante de los datos;

Agrupar varios resultados en un impacto global;

Elaborar ratios adicionales, distintos a los ya emitidos.

Avance en el desarrollo de indicadores en el mundo.

El desarrollo sustantivo tanto de los indicadores de sostenibilidad como de desarrollo sostenible, se inicia a finales de la década del 80 en Canadá y algunos países de Europa. Un impulso más abarcador se derivó de la Cumbre de la Tierra, ya que para poder controlar el avance de la Agenda 21, la Conferencia de Río creó la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS), con el mandato de monitorear el progreso hacia el desarrollo sostenible. Se revelaba así la necesidad de contar con instrumentos para medir el avance hacia la sostenibilidad, aunque los indicadores de sostenibilidad ambiental habían comenzado previamente a ser desarrollados.

Se trata aún de un ámbito en proceso de desarrollo conceptual, metodológico e instrumental. En los últimos cinco años, se ha incrementado notoriamente el trabajo y las publicaciones relativas a indicadores ambientales, de sostenibilidad y de desarrollo sostenible. La diversidad de iniciativas es muy amplia, y su calidad es heterogénea.

Indicador de Sostenibilidad

Algunos países están desarrollando indicadores de sostenibilidad ambiental, mientras que más recientemente, otros trabajan desde el enfoque de desarrollo sostenible, esto es incorporando (pero no necesariamente vinculando) las dimensiones económica, social, ambiental e institucional del desarrollo.

Los indicadores de sostenibilidad proveen señales que facilitan la evaluación de progreso hacia objetivos que contribuyen a lograr la meta de lograr el bienestar humano y ecosistémico en forma simultánea, tienen en cuenta variables referidas a cuatro dimensiones: a) ambiental, b) económica, c) social e d) institucional. Este tipo de ndicador conforma la última tendencia mundial y se sustenta en la necesidad de realizar análisis globales de la evolución del planeta en relación con los ejes mencionados.

Es importante mantener presente que los indicadores tanto ambientales como desarrollo sostenible, constituyen un tema que aún se encuentra en proceso de desarrollo en el mundo, en el cual algunos países han avanzado más que otros, en aspectos diversos.

De las experiencias estudiadas, lo primero que se debe indicar, es que algunos países están desarrollando, desde hace un tiempo considerable, indicadores ambientales, mientras que otros, que por lo general se han integrado posteriormente al trabajo de desarrollo de indicadores, lo están haciendo desde el enfoque de desarrollo sostenible, esto es, incorporando, pero no necesariamente vinculando las dimensiones económica, social, ambiental e institucional del desarrollo ( Quiroga, 2001).

La literatura y los expertos coinciden en que los desafíos más importantes que se presentaron después de una década de desarrollo de indicadores de sostenibilidad ambiental e indicadores de desarrollo sostenible, se pueden sintetizar de la siguiente manera:

1. El costo de desarrollar un sistema de IDS de calidad, y de operarlo a lo largo del tiempo.

2. La escasa valoración asignada a los IDS como herramientas en la toma de decisiones por parte de la mayoría de los gobiernos de la regiones en desarrollo.

3.
Los problemas metodológicos del trabajo de diseño e implementación de indicadores, en particular el insuficiente carácter sinérgico o vinculaste que tienen los IDS hasta ahora propuestos o implementados, que lo hacen muy bien en el sentido de indicar las cuatro dimensiones del Desarrollo Sostenible (DS), pero que no se sintetizan en menor cantidad de indicadores más comprensibles.

Adicionalmente, se pueden mencionar los siguientes desafíos que enfrentan los países en vías de desarrollo:

a) Se ven enfrentados a múltiples necesidades y restricciones presupuestarias, lo que hace aún más necesario abordar estos desafíos con imaginación y en forma cooperativa.

b) Enfrentan el desafío científico, metodológico y creativo de avanzar en la medición de un proceso que aún se está definiendo conceptualmente, y que por tanto presenta dificultades fuertes para que se concretice hasta un nivel que permita la cuantificación de fenómenos altamente complejos y dinámicos.

Síntesis de marcos ordenadores propuestos para presentar indicadores

PER
Uno de los marcos ordenadores más usados, por su utilidad en la toma de decisiones y formulación y control de políticas públicas es el internacionalmente reconocido de “Presión-Estado-Respuesta” (PER).

En este marco, se estructuran los indicadores en tres categorías:

Los indicadores de presión tratan de responder preguntas sobre las causas del problema. Indicadores de esta naturaleza incluyen emisiones y acumulación de desechos.

Los indicadores de estado responden sobre el estado del ambiente. Estos indicadores incluyen la calidad del aire urbano, la calidad de las aguas subterráneas, los cambios de temperatura, las concentraciones de substancias tóxicas o especies en peligro

Los indicadores de respuesta tratan de responder preguntas sobre que se está haciendo para resolver el problema. Indicadores de este tipo incluyen los compromisos internacionales o tasas de reciclaje o de eficiencia energética.

El sistema PER fue concebido como un sistema de indicadores solamente ambientales, si bien estos pueden ser luego relacionados con otros ámbitos sociales o económicos.

Fuerza Motriz-Estado-Respuesta (F-E-R)
El Departamento de Coordinación de Políticas y Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas ha desarrollado un programa propio de indicadores tomando las ideas del marco P-E-R como punto de partida, pero extendiéndolo a las dimensiones no ambientales de la sostenibilidad. 

Igualmente, se cambia el concepto de presión hacia el de fuerza motriz (1995), por considerarse que la palabra presión contiene un significado primordialmente negativo, mientras que fuerza motriz puede impulsar cambios tanto negativos como positivos en las otras variables del sistema. De este intento surge otro marco ordenador, llamado F-E-R. (Fuerza motriz [Driving force]-Estado-Respuesta).

Evolución histórica de los indicadores

Indicadores de sostenibilidad ambiental de primera generación (1980 - presente)

Los indicadores de primera generación son los que habitualmente reciben el nombre de indicadores ambientales o de sostenibilidad ambiental. Esta es una primera generación porque corresponden al desarrollo acaecido entre los años ochenta y la actualidad

Indicadores de desarrollo sostenible o de segunda generación (1990-presente)

La segunda generación de indicadores corresponde al desarrollo realizado desde el enfoque ultidimensional del desarrollo sostenible. Se trata aquí de avanzar en el diseño e implementación de sistemas de IDS compuesto por indicadores de tipo ambiental, social, económico e institucional.

En este esfuerzo se inscriben las iniciativas de México, Chile, Estados Unidos, Reino Unido, etc. Desde 1996, este desarrollo ha sido liderado mundialmente por la CDS.

Indicadores de desarrollo sostenible de tercera generación
Diseñar e implementar IDS de tercera generación constituye un reto mayúsculo, que trasciende las dos generaciones previamente enunciadas en el sentido de producir indicadores vinculantes, que en pocas cifras nos permita tener un acceso rápido a un mundo de significados mucho mayor, en los cuales esté incorporado lo económico, social y ambiental en forma transversal y sistemática. Estos indicadores deben poder dar cuenta del progreso hacia el Desarrollo Sostenible en forma efectiva, utilizando un número limitado de indicadores verdaderamente vinculantes, que tengan incorporados, potenciándose sinérgicamente, dimensiones y sectores desde su origen.

Indicadores de sostenibilidad del Banco Mundial
La riqueza de las naciones y el ahorro genuino del Banco Mundial, son indicadores “sintéticos”, que combinan factores ambientales y económicos en un numerario único. Desde los trabajos pioneros de El Sarafy, Pearce y Turner, el Banco Mundial continuó el trabajo de desarrollo de las cuentas macroeconómicas verdes, o ambientalmente ajustadas, hasta llegar al concepto y medición actuales de ahorro genuino y riqueza de un conjunto de países, como indicadores de alto nivel de agregación. En congruencia con su epistémica de economía tradicional, la riqueza de las naciones se construye como una medida de stock o acervo, mientras que el ahorro genuino se diseñó como una medida de flujo.

El trabajo de desarrollo de indicadores del Banco Mundial se relaciona con la visión de que la riqueza de los países en el largo plazo depende de mantener los stocks de capital social, artificial y natural de forma que se pueda mantener el crecimiento económico en los países. Esta visión es consistente con la teoría económica del capital y la inversión, ampliada a otros ámbitos de la dinámica humana y ecológica.


La riqueza de las naciones que define el Banco Mundial consiste en la sumatoria de las distintas formas de capital o activos, incluyendo los activos producidos, el capital natural y los recursos humanos.

Indicadores Ambientales de la OCDE
La OCDE es uno de los pioneros en el desarrollo de indicadores ambientales en el mundo, aportando una visión de trabajo interesante que vincula los problemas y oportunidades ambientales a los procesos económicos. 

La OCDE inició un programa específico de indicadores ambientales en 1990, Este programa se basó en la idea de que no existe sólo un grupo de indicadores, porque cuáles son más útiles depende del propósito del sistema de indicadores. Los objetivos de los indicadores ambientales de la OCDE en particular son:

Evaluar el progreso ambiental.

Integrar mejor las preocupaciones ambientales en las políticas sectoriales.

Integrar mejor las preocupaciones ambientales en la política económica.

Iniciativas en Europa, Norteamérica y resto del mundo

España: El sistema español de indicadores ambientales adopta y define cuatro grandes áreas. La cuarta área de “recursos naturales”, está subdividida en: atmósfera, residuos, medio urbano, recursos naturales (biodiversidad, bosques, costas, medio marino, suelo, agua). Dentro de cada área y para cada tema ambiental, seleccionaron aquellos indicadores que facilitarán la vinculación de las actividades humanas con el impacto ambiental y con las respuestas sociales provocadas por un determinado estado del medio ambiente.

Holanda: La experiencia de Holanda en desarrollo de indicadores ambientales comenzó alrededor de 1990. Actualmente el gobierno no cuenta con indicadores que se enfoquen en el ámbito del territorio. Desde 1993, el National Institute of Public Health and Environment ha sido responsable por una actualización anual de los indicadores ambientales holandeses.

Reino Unido: En 1994, el gobierno del Reino Unido publicó su “Estrategia para el Desarrollo Sostenible”.

En ésta se estableció la prioridad en la construcción de indicadores, por lo que se formó un grupo de trabajo interdepartamental que debía desarrollar un conjunto preliminar de IDS que pudiera servir para la discusión. El resultado de este grupo se publicó en 1996 en el reporte “Indicators of Sustainable Development for the United Kingdom”.

El sistema inglés contaba originalmente con 300 indicadores, organizados en 21 familias, aplicando el criterio de su relevancia para la política pública, tanto en términos de temas como de objetivos. Para cada familia de temas, se identificaron objetivos, y a partir de los cuales los IDS podían servir para monitorear el progreso respecto del objetivo. En mayo de 1999, el gobierno del Reino Unido publicó “A Better Quality of Life: a strategy for Sustainable Development in the United Kingdom”, que entre sus objetivos incluía:

progreso social que debía reconocer las necesidades de todos,

la protección del ambiente debía ser efectiva los recursos naturales debían ser utilizados prudentemente

el mantenimiento del crecimiento económico y del empleo abundante y estable

Están enfocando un subconjunto de catorce indicadores claves, que se abocan a dirigir la atención pública en lo que significa el desarrollo sostenible.

Suecia: Suecia trabaja los indicadores en su publicación “Green headline indicators”En el se reportan doce indicadores de tipo ambiental, junto con gráficos y diagramas actualizados. El Swedish Environmental Advisory Council propone los indicadores ordenados en doce áreas, como forma de que las autoridades y el público puedan monitorear los progresos de Suecia hacia una sociedad ecológicamente sostenible. 

Por eso se ha preferido contar con un número pequeño de indicadores simples. En el futuro, la autoridad quiere que estos indicadores tengan el mismo estatus que las medidas de inflación, crecimiento económico y otras medidas que son la base de las decisiones de política.

La distribución de estos indicadores es la siguiente:

Tres de los doce indicadores muestran las emisiones contaminantes y los problemas ambientales

Cinco indicadores son medidas de niveles de emisión o del estado del ambiente que se relacionan fuertemente con problemas ambientales como el efecto invernadero, la calidad del aire urbano y el agotamiento de la biodiversidad biológica.

Cuatro indicadores ilustran el ritmo al cual los distintos sectores como el público, los consumidores, las empresas, el sector público y las escuelas se mueven hacia una sociedad ecológicamente sostenible.

Canadá: En opinión de los expertos, Canadá es un país líder en el desarrollo e implementación de indicadores ambientales, y también en la provisión oportuna de información ambiental para la toma de decisiones.

El trabajo en el campo de indicadores de Canadá data de 1989,habiendo creado el ministerio ambiental de Canadá (Environment Canada) un sistema de Indicadores Ambientales Nacionales, que actualmente se compone de dos versiones paralelas: indicadores regionales e indicadores de nivel nacional.

Es importante señalar que los indicadores ambientales de Canadá hacen parte de un sistema más integral de información ambiental puesta a disposición de los usuarios en formato impreso y vía internet. La plataforma de información ambiental de Canadá, plenamente disponible en su sitio web.

Estados Unidos: En 1998, Estados Unidos publicó su set experimental de indicadores de desarrollo sostenible, producido por un equipo interagencial en IDS. En él, los investigadores proponen un grupo de 40 indicadores (seleccionados de una lista de candidatos ascendente a 400, compuesto por 13 económicos, 16 ambientales y 11 sociales.

El marco ordenador utilizado que se inspira en PER, avanza para dividir la categoría de estado en a) activos y pasivos de largo plazo y b) resultados corrientes. También incorpora la visión de acervo y flujo donde los stocks iniciales producen los bienes y servicios corrientes, como también los stocks que se legan a las generaciones del futuro. en los activos y pasivos de largo plazo se incluye capital construido como infraestructura pública, casas, recursos naturales condiciones ambientales como calidad de agua, sistemas sociales, capital humano. 

En los procesos, se incluye producción de bienes y servicios, ciclos hidrológicos, atmosféricos, biológicos, educación y procesos demográficos, generación de contaminantes, inversión de capital e investigación. Finalmente, en los resultados corrientes se incluye ropa, techo, ingreso, servicios, seguridad, baja contaminación, oportunidades recreacionales y logro educacional.

Nueva Zelanda: El Programa de Indicadores de Desempeño Ambiental es un sistema para informar el estado del medioambiente neozelandés.

Para los neozelandeses, el concepto de indicador es una medida cuantitativa contra la cual se pueden evaluar algunos aspectos del desempeño de las políticas. Por eso, los indicadores de Desempeño Ambiental (EPIs)por sus siglas en inglés) son verdaderos signos para la sostenibilidad (Los beneficios que reportaría el Programa EPI son:

Por el lado del objetivo de mejorar la información:

Evaluar la efectividad de la política del gobierno y de acuerdos internacionales.

Mejorar la identificación de temas y riesgos.

Gestión de recursos más focalizada y mejor orientada, basada en prioridades de riesgo.

Por el lado de mejorar la integración:

Compartir información entre agencias.

Gestión transversal de recursos.

Coordinación de esfuerzos entre y al interior de las agencias

Se los considera “señales” para la sostenibilidad.

Iniciativas de paises latinoamericanos

México: El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Instituto Nacional de Ecología (INE), órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), publicaron en julio de 2000,una selección de los anteriormente descritos Indicadores de Desarrollo Sostenible de México.

Los objetivos de estos IDS son, en primer lugar, proporcionar un conjunto de indicadores que contribuyan al conocimiento de la problemática de sostenibilidad y al diseño de estrategias y políticas en esta materia en dicho país, y en segundo lugar, sentar las bases metodológicas que permitan continuar el trabajo de elaboración y actualización de dichos indicadores.


Siguiendo el esquema de la OCDE de Presión-Estado-Respuesta,están desarrollando un sistema de Indicadores para evaluar el desempeño de la política ambiental. En colaboración con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y en el marco del Programa Frontera XXI (establecido para atender de manera bi-nacional los asuntos ambientales fronterizos de los dos países), desarrollaron también un sistema de indicadores ambientales para la región fronteriza.

Costa Rica: Costa Rica se ha aproximado a los indicadores en forma progresiva. Como país líder en la región en términos de preocupación ambiental, en un primer momento, se generó un proceso de construcción de indicadores de sostenibilidad ambiental a nivel nacional, con apoyo del Banco Mundial y otros organismos internacionales, con el objetivo de conformar un Sistema de Indicadores de Desarrollo Sostenible (SIDES) con los siguientes objetivos:

Contribuir a la difusión de información que permita ampliar y profundizar el análisis del desarrollo nacional por parte de los diferentes actores sociales.

Servir de enlace entre productores y usuarios de información.

Avanzar en la elaboración de indicadores agregados sobre desarrollo sostenible. La base de datos generada por este proceso y su posterior divulgación, ha permitido producir una serie de talleres de verificación, selección y validación.

Chile: La Comisión Nacional de Medio Ambiente del Gobierno de Chile (CONAMA), está desarrollando desde 1997 un sistema de indicadores regionalizados de desarrollo sostenible, de acuerdo a la división político administrativa del país en 13 regiones. Respecto del marco ordenador, en un inicio se plantearon familias cíclicamente relacionadas, inspiradas en el esquema que relaciona la biosfera y el subsistema social y económico humano.

Bolivia: A pesar de que Bolivia es uno de los países que aparece dentro del proceso de prueba voluntaria de los IDS de la CDS, no se tiene información sobre los resultados. Cuenta con un Sistema de Información Ambiental (SIA) con excelente pagina web actualizada,desarrollada en colaboración con GTZ, que está principalmente orientada a la inversión, la cual informa sobre el marco regulatorio, instrumentos de gestión y publicaciones ambientales.

Brasil: En la reunión de Praga (enero de 1998), Brasil reportó que la prueba de IDS sería desarrollada mediante una red de agencias de nivel estatal (a través del Sistema Nacional Ambiental). Esta cooperación sería organizada entre agencias federales y estatales, con el programa MONITORE (Programa de Monitoreo Ambiental Integral Nacional), donde algunos indicadores de la categoría ambiental de la lista de la CDS serían probados.

Con respecto a la disponibilidad de datos, en ese momento no todas las agencias estatales hace un largo tiempo que monitorean la calidad del aire y el agua, cubriendo algunos IDS. Se esperaba que el proceso de cooperación entre Brasil y Alemania les ayudaría a mejorar el proceso de revisión de la metodología de CDS en el contexto brasileño.

Colombia: Actualmente, Colombia se encuentra iniciando una segunda etapa, consistente con las necesidades de contar con información ambiental para la toma de decisiones a escala nacional, regional y local. Desde inicios del año 2.000 se ha llevado a cabo un convenio interinstitucional que tiene como objetivo “aunar esfuerzos para el diseño, formulación y puesta en marcha de un Sistema Unificado de Indicadores de Gestión Ambiental SUIGA, de acuerdo con las necesidades y funciones establecidas para cada entidad”.

El proyecto piloto seleccionó 33 indicadores que eran relevantes de acuerdo a las prioridades nacionales, pero por restricciones de tiempo, sólo 13 habían sido probados, generándose un reporte sobre ellos.

Argentina: Para el caso de Argentina, no se pudieron localizar iniciativas de IDS. Sin embargo, cuenta con una iniciativa relevante para el trabajo de desarrollo de indicadores.

La Secretaría de Desarrollo Sostenible y Política Ambiental, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, de la República Argentina ha desarrollado el SIAN, el Sistema de Información Ambiental Nacional, de alcance nacional, capaz de recopilar información con el fin de ponerla a disposición de los organismos gubernamentales, no gubernamentales y el público en general.

Objetivos del SIAN:

Facilitar la comunicación e intercambio de información entre instituciones ambientales y de éstas con la comunidad en general.

Proveer un servicio de acceso a datos e información ambiental a los usuarios del sistema y a la comunidad en general.

Proveer al sector público un conjunto de aplicaciones que faciliten los procesos de toma de decisiones en materia de gestión ambiental.

Metodológicamente, se discutió ampliamente el foco del conjunto de indicadores, ya que no estaba claro si los IDS propuestos servía más para uso nacional o para comparación internacional, siendo la conclusión que estos se enfocan primariamente a ser una herramienta nacional para la toma de decisiones.

Indicadores para la producción limpia de la gestión empresaria

El desarrollo de indicadores para la caracterización de una empresa como orientada hacia el medio ambiente es un apoyo importante para la revisión y evaluación de los datos relevados acerca de su situación medioambiental.

Si bien el relevamiento cuantitativo de los datos transaccionales, así como el análisis entrada-salida de materiales constituyen un incremento considerable de información para la organización internamente y para los sectores externos interesados, observar la cantidad empleada de un material aisladamente no permite sacar conclusiones respecto a puntos débiles y necesidad de acción.

Es por esto, que los datos relevados deben ser además interpretados y relacionados entre sí, lo cual puede alcanzarse a través de la organización de un sistema de indicadores específico.

Para ello es muy importante el control de las existencias y del consumo de materiales, ya que ello permitirá obtener información sobre, por ejemplo:

Economía en el consumo de recursos (evitando exceso de almacenamiento y de productos fallados).

Empleo eficiente del material (relación de entrada a salida).

Elección de materiales no contaminantes para el medio ambiente.

Tratamiento de residuos o deshechos.

Los indicadores adquieren su verdadera fuerza de expresión con la elaboración sistemática del balance de materiales a través de los años. Esta política permite la obtención de datos comparativos entre procesos y productos internos y evaluación del mercado en busca de oportunidades de negocio.

Cuanto más homogéneos sean los productos y procesos en una organización, tanto mayor es la fuerza de expresión de la mayoría de los indicadores.

Junto a los indicadores específicamente cuantitativos también el control permanente de los costos y beneficios de eliminación de sustancias y emisiones no adecuadas es un parámetro importante de orientación.   

Las cifras absolutas del balance entrada-salida informan sobre cargas ambientales absolutas, por ejemplo consumo de materias primas, espacio necesario para depósito de residuos, cantidad de carga ambiental negativa en el aire.

No obstante estos datos aún no permiten conclusiones respecto a si estos valores son altos o bajos en comparación con la competencia, o si se pudieron lograr mejoras respecto al año anterior. Por eso en muchos sentidos estas cifras recién adquieren consistencia a través de su actualización anual, como también a través de la formación de indicadores que posibiliten una comparación con cifras de años anteriores entre distintos sectores de la organización o con otras organizaciones.

Las relaciones entre los datos se pueden expresar de varias maneras:

Haciendo un seguimiento durante un período de tiempo (por ej., comparando datos de diferentes años; comparando datos con objetivos y años);

Relacionado datos de diferentes categorías o aspectos (por ej., relacionando una acción con su impacto en la sociedad o en el medio ambiente);

Normalizando los datos con el tamaño de la empresa o de la operación, con el fin de hacerlos comparables, esto es, estudiando el impacto de empresas de distinto tamaño según una escala común normalizada.

Necesidad de la elaboración de ratios

Las ratios relacionan entre sí dos cifras absolutas, proporcionándoles de ese modo un contexto. Por ejemplo: 1) La eficiencia del combustible en un coche se puede expresar en el número de kilómetros que se puede recorrer por litro de nafta consumida. 2) Para analizar el impacto que tiene la fuente de consumo de una determinada actividad, se elaborará un ratio que muestre los litros de nafta que un coche consume por cada 100 kilómetros.

Los indicadores de tipo ratio se utilizan para:

Relacionar dos aspectos entre sí;

Establecer conexiones visibles e interpretables;

Permitir la comparación de diferentes escalas de operación en relación con una actividad concreta, por ejemplo, kilogramos de producto por litro de agua empleada.

Las organizaciones deberían crear ratios con sus datos sobre gestión, que den sentido a su negocio y sirvan de apoyo en la toma de decisiones, así como seleccionar ratios para elaborar informes externos, que favorezcan la comunicación de sus actividades con las partes interesadas.

Tipos de indicadores de ratio y su aplicación

Ratios de productividad/eficiencia: Las ratios de productividad-eficiencia relacionan valores e impactos. Las ratios de eficiencia creciente reflejan una mejora en la gestión. Por ejemplo, las empresas hacen normalmente un seguimiento de la gestión financiera con ratios de eficiencia y los indicadores financieros principales crecientes (por ej., aumento de ventas y beneficios) reflejan una actuación financiera positiva.

Ejemplos de ratios de productividad/eficiencia son los siguientes:

Productividad laboral: facturación por empleado;

Productividad de las fuentes: ventas por unidad de consumo de energía, PIB por unidad de entrada material; Relación eco-eficiencia: volumen de producción por unidad de residuo, ventas netas por unidad de emisiones de gases contaminantes en toneladas de CO2equivalentes;

Eco-eficiencia funcional de productos o servicios: la eficiencia del agua en una lavadora o del combustible en un coche;

Eficiencia financiera: beneficios por participación.

• Ratios de intensidad: Las ratios de intensidad expresan el impacto por unidad de actividad o unidad de valor y han sido utilizados a lo largo del tiempo por muchas organizaciones para hacer un seguimiento de la gestión ambiental. Una ratio de intensidad decreciente refleja una mejora positiva de la gestión.

Ejemplos de ratios de intensidad:

Intensidad de emisión: toneladas de CO2 de emisiones por unidad de
electricidad generada;

Intensidad de residuo: cantidad de residuos por volumen de producción;

Intensidad de las materias primas: consumo de energía por función, entrada de materiales por servicio.

Utilización de porcentajes

Las organizaciones utilizan normalmente ratios expresadas en términos porcentuales. El indicador de este porcentaje es una ratio entre dos aspectos similares, que tienen la misma unidad física en el numerador y en el denominador.

Ejemplos de porcentajes que pueden resultar significativos en los informes de gestión:

Ratios de entrada/salida: los rendimientos del proceso.

Pérdidas: de emisión de electricidad, no salida de un producto por entrada de materiales.

Porcentajes de reciclaje: fracción de residuo reciclado por total de residuo.

Fracciones: porcentaje de energía renovable, fracción de materiales reciclados, de residuos peligrosos.

Cuotas: porcentaje de mujeres ocupando altos cargos.

Ratios de gestión financiera: beneficios sobre acciones ordinarias, sobre bienes operativos.

Acciones tendientes a lograr información comparable

La Global Reporting Initiative (GRI), desde sus inicios en 1997, se ha esforzado por diseñar y establecer un marco global para informar acerca de los aspectos relacionados con la sustetabilidad – dimensiones económico, medioambientales y sociales. Han elaborado una Guía para la Elaboración de Memorias de Sostenibilidad que engloba las tres dimensiones tal como se aplican a una organización.

Económico: Incluye, por ejemplo, los gastos por nóminas, productividad laboral, creación de empleo, gastos en servicios externos, gastos en investigación y desarrollo, e inversiones en formación y otras formas de capital humano. El aspecto económico incluye, aunque no se limita sólo a ello, los estados financieros y declaraciones relacionadas.

Medioambiental: Incluye, por ejemplo, el impacto de los procesos, productos y servicios sobre el aire, agua, tierra, biodiversidad y salud humana.

Social: Incluye, por ejemplo, salud y seguridad en el lugar de trabajo, estabilidad de los empleados, derechos laborales, derechos humanos, salarios y condiciones laborales en lasc operaciones externas.

Aunque a largo plazo se pretende que la Guía sea aplicable a todo tipo de
organizaciones, el GRI se ha centrado inicialmente en las actividades de
información de las empresas.

Las memorias de acuerdo con esta guía deberían contener lo siguiente:

una visión clara del impacto humano y ecológico de la empresa

datos fiables que sean relevantes para las necesidades e intereses de los usuarios

debe invitar a otros actores al diálogo y a la investigación;

debe constituirse en una herramienta de gestión que ayude a la organización a evaluar y a mejorar constantemente sus actuaciones y progresos;

debe respetar criterios externos de elaboración de memorias ya establecidos y comúnmente aceptados aplicables sistemáticamente en los sucesivos períodos informativos, para garantizar la transparencia y la credibilidad;

debe tener un formato sencillo y que facilite la comparación con las memorias de sostenibilidad de otras organizaciones;

debe complementar, y no reemplazar, otros informes, incluyendo los financieros;

debe ilustrar la relación entre los tres elementos que componen la sostenibilidad: el económico (incluyendo la información financiera, pero no exclusivamente), el medioambiental y el social.

Alcanzar tal claridad de cálculo e información aumenta la confianza tanto de empresas como de usuarios externos de la información, puesto que les proporciona una herramienta crítica de toma de decisiones, en la medida en que les proporciona información confiable, relevante y actual acerca de la organización emisora.

Hasta este momento las empresas emisoras han elegido libremente sobre qué aspectos de su actuación social, medioambiental y económica querían informar. dificultando, por no decir imposibilitando, la comparación, la relevancia y la fiabilidad. La GRI persigue reducir toda esta confusión, homogeneizar las reglas de elaboración en la medida de lo posible y maximizar el valor de las memorias

Indicadores

En la actualidad, la frecuente aparición de ciertas categorías, aspectos e indicadores medioambientales, constituye los cimientos para una base de información común. Sin embargo, las diferencias entre organizaciones se siguen reflejando en la variedad de indicadores utilizados por las organizaciones informantes.

Por ello, en este apartado, el GRI distingue entre dos tipos de indicadores de actuación: los de aplicación general y los específicos para una organización.

Indicadores de aplicación general: Los indicadores de aplicación general son importantes para todas las organizaciones. Para facilitar la comparación, el GRI pide a todos las empresas que proporcionen esta información, independientemente del sector, ubicación u otros atributos de la organización.

Indicadores específicos para una organización: Los indicadores específicos para una organización son los que, aunque son importantes para comprender la actuación de las organizaciones a las que se aplican, pueden no ser relevantes para todas. Tales indicadores proceden de atributos como el sector industrial de la organización o la ubicación geográfica, y de los intereses de los usuarios.

Los indicadores específicos para una organización surgen de la consulta con las partes interesadas externas e internas, y deberían reflejar las cuestiones clave del ámbito social, medioambiental y económico de la empresa en concreto.

Existe una serie de indicadores medioambientales específicos para una organización sugeridos por la guía analizada. Estos ejemplos han sido seleccionados por el GRI basándose en:


1) su posible aplicación general, aunque no universal, a diferentes tipos de organizaciones y
2) gran interés para las partes interesadas del GRI.

No se pretende que las empresas informantes se limiten a los ejemplos ofrecidos.


Habría que seleccionar más indicadores específicos, basándose en las necesidades de la empresa y de los usuarios de su memoria

Conclusiones

Los tres desafíos más importantes que se presentan para el desarrollo de indicadores sostenibles a nivel nacional son: 1) el financiamiento necesario para desarrollar sistemas de IDS de calidad, y operarlos a lo largo plazo; 2) la insuficiente ponderación del potencial que estos IDS tienen como herramientas en la toma de decisiones por parte de la mayoría de los gobiernos en desarrollo; 3)los problemas metodológicos tales como el insuficiente carácter sinérgico o vinculante que tienen los IDS hasta ahora propuestos o implementados.

Diseñar e implementar IDS de tercera generación constituye un reto mayúsculo, consistente en producir indicadores vinculantes, que en pocas cifras nos permita tener un acceso rápido a un mundo de significados mucho mayor, en los cuales esté incorporado lo económico, social y ambiental en forma transversal y sistemática.

Lo importante que brindan los indicadores es poder reflejar del progreso hacia el desarrollo sostenible en forma efectiva, utilizando un sistema compuesto por un número limitado de indicadores verdaderamente vinculantes, que tengan incorporados dimensiones y sectores de alta relevancia.

El desafío científico, metodológico y creativo es avanzar en la medición de un proceso que aún se está definiendo conceptualmente, y que presenta dificultades para que se conciba a un nivel que permita la cuantificación de fenómenos altamente complejos y dinámicos.

Los países en vías de desarrollo , que se ven enfrentados a necesidades económicas, a veces impostergables, necesitan aún más abordar estos desafíos con imaginación y en forma cooperativa.

La utilización de indicadores sostenibles en la gestión empresaria es aún menos postergable dada la necesidad de nuestras organizaciones de ganar nuevos mercados en un marco altamente competitivo.

La toma de conciencia de los empresarios, directivos y usuarios de la información contable y de gestión está creciendo incesantemente. La demanda de información accesible y comprensible es una constante en los nuevos escenarios económicos. La información debe fluir y ser elaborada a través del sistema contable de la organización para que el reporte sea confiable y oportuno.

Los profesionales en Ciencias Económicas debemos reaccionar favorablemente ante una modalidad de trabajo altamente interdisciplinaria, que nos permite aportar el conocimiento propio del ámbito de las Ciencias Económicas, tan necesario para ayudar a construir el camino hacia las tendencias de sostenibilidad.

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Fecha de publicación: 02/01/03

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