La modernización del Estado para lograr la transparencia y luchar contra la corrupción

Cuando el subsecretario de Servicios Tecnológicos del Ministerio de Producción, Carlos Pallotti, invitó por primera vez a Daniel Abadie, subsecretario de Gobierno Digital, no lo llevó a su despacho, sino al lugar donde se almacenaban montañas de carpetas con documentación en papel y le dijo: “Esto es lo que hay que cambiar”. En 11 meses, el sector que administra logró modernizar sus procesos y adoptó un formato digital. Ya no necesitan ni un solo papel y hasta las autorizaciones llegan por medio de firmas digitales.

La anécdota fue narrada por el propio funcionario en la V Bienal de Management realizada en el Consejo. En el panel “Reconversión y avances en la gestión pública”, Pallotti, Abadie y Pablo Secchi, director ejecutivo de la Fundación Poder Ciudadano, que estuvo bajo la moderación de la periodista Paula Urien, se explayaron sobre la modernización de la Administración Pública y cómo el acceso a la información puede ser determinante para lograr una mayor transparencia en las acciones públicas.

Abadie explicó que la subsecretaría de Gobierno Digital tiene varios objetivos y está llevando adelante diversos procesos para mejorar el servicio que se brinda a la ciudadanía desde diversos organismos públicos. El primer paso fue el de conocer todo lo que existe, ya que uno de los principales problemas con los que se topó fue que “no había un relevamiento de procesos”. Del análisis de esta información surgió que no hay un faltante de tecnología, sino un mal uso de la misma. Como ejemplo, el funcionario sostuvo que sólo un 21% de los más de 1.300 trámites que existen en toda la Administración Pública tiene una plataforma digital. Muchos de los casos se resuelven de manera presencial o por teléfono. La meta, entonces, es mejorar este aspecto. No obstante, aunque el mundo vaya hacia el trabajo online, la idea del Gobierno es que el ciudadano pueda elegir. Por eso, la fuerza de la subsecretaría está puesta en emparejar la calidad de servicio en todos los canales.

“La demanda por parte de la ciudadanía tiene que ser mucho más relevante que llegar a reclamar Justicia cuando el acto de corrupción ya está hecho”

Otra de las conclusiones a la que llegaron tras el relevamiento de los procesos fue que existe una gran desconexión entre los organismos de Estado. Esto hace que los trámites se repitan en distintas oficinas estatales. El objetivo, en este caso, es unificar. A mediados de año, el Administrador Federal, Alberto Abad, adelantó que uno de los objetivos del organismo que comanda iba a ser el de lograr implementar la ventanilla única de comercio exterior. En aquella oportunidad, recordó que actúan varias agencias públicas en un proceso de importación o exportación y que, en muchos casos, la información que se presenta es similar. "Tenemos que tener una ventanilla única, sino el importador o el exportador se vuelve loco con todos los papeles", sostuvo oportunamente Abad. La burocracia se encarga de que los tiempos para lograr vender o comprar productos o servicios del exterior sean extensos. Por eso, la idea es simplificar. Al menos así lo explicó Abadie, quien indicó que ya se puso en marcha una comisión que está trabajando para unificar los trámites y reducir los tiempos.

Transparencia y corrupción

La informatización de los procesos de la Administración Pública y la adaptación a las nuevas tecnologías no es un camino simple, pero sin dudas es necesario. Sobre todo porque los verdaderos dueños de esa información no son otros que los ciudadanos. Esta es la idea que dejó Pablo Secchi cuando le tocó hablar de transparencia.

El director de Poder Ciudadano se mostró conforme con los cambios realizados en materia legislativa con la aprobación de la Ley de Acceso a la Información, pero, al ser consultado por Paula Urien sobre el tiempo que falta para que todos puedan acceder a la información, no fue tan optimista. “Falta muchísimo”, resaltó y reconoció que parte del problema se genera porque los ciudadanos no comprenden el poder que tienen y no reclaman lo suficiente. Los actos de corrupción se podrían vislumbrar de manera más simple con la información adecuada. Sin embargo, según Secchi, pese a que muchos son los que se quejan, las grandes reacciones llegan sólo cuando “te pegan en la cara” o cuando hay problemas económicos. La Tragedia de Once y los reclamos por corrupción que llegaron con la crisis económica del gobierno anterior así lo demuestran. Por eso, aseguró que “la demanda por parte de la ciudadanía tiene que ser mucho más relevante que llegar a reclamar Justicia cuando el acto de corrupción ya está hecho”.

“El desafío es cómo hacemos para cambiar la matriz educativa para que los chicos estén preparados para los nuevos puestos de trabajo”

Poder Ciudadano persigue ese fin. Es una fundación sin fines de lucro que tiene por objetivo promover la participación ciudadana y concientizar a la población sobre los problemas de interés público que requieren del compromiso y de la participación de todos. En los últimos días fue protagonista de un pedido de información al Congreso sobre el viaje que realizaron varios legisladores a Estados Unidos en momentos en el que se definía quién iba a ser el presidente norteamericano. El reclamo no fue caprichoso. Por el contrario, Secchi explicó que la idea era nutrir de información a los ciudadanos, ya que ésta es la única manera de lograr transparentar las acciones de los distintos poderes del Estado. “Cuando hablamos de acceder a esa información, estamos hablamos de transparencia, y cuando hablamos de transparencia hablamos de luchar contra la corrupción”, remarcó.

Cambios en la matriz de empleo

Los panelistas coincidieron en que el avance de la tecnología está cambiando la matriz de empleo. Hoy en día, las compañías buscan empleados con habilidades cognitivas. Por eso, según los funcionarios, las soluciones que puede aportar el Estado son dos: las educativas y las de infraestructura. Para Pallotti, es necesario que el Estado aporte a los jóvenes las herramientas necesarias para que puedan ocupar los puestos que demanda el mercado. “El desafío es cómo hacemos para cambiar la matriz educativa para que los chicos estén preparados para los nuevos puestos de trabajo”, dijo Pallotti.

El aporte de las tecnologías para desarrollarse es una parte necesaria, aunque no suficiente. Una persona puede manejar bien una computadora, pero no cumplir bien con las consignas. En este sentido, Secchi aportó un ejemplo práctico. En una búsqueda de personal, el director de Poder Ciudadano contó que solicitaron que los aspirantes envíen una carta de presentación y su currículum vitae. Del total de postulaciones recibidas, notó que el 50% de los mails recibidos no cumplían con uno de lo dos requisitos, mientras que otro 50% tenía alguna falta de ortografía. Incluso, pese a que pidieron que no tenga foto, un 20% de los CV enviados tenía una imagen. “Hay un desafío en la educación de cómo utilizar la tecnología”, consideró Secchi.

En cuanto a las infraestructuras, los funcionarios reconocieron que es necesario aportar una mayor conectividad. Abadie explicó que en la actualidad hay un 62% de argentinos conectados a Internet y reconoció que el objetivo es lograr que ese número crezca. En este caso, es el Estado el que tiene que aportar los fondos necesarios para llevar adelante las obras, con el objetivo de lograr que la tecnología esté al alcance de todos. “Hay que pensar los empleos de los próximos años y sobre todo cómo se motiva a los chicos y se genere un plan de inclusión”, concluyó.