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Consejo Nº 6 - Marzo 2009

Estados Unidos
Crisis... What's crisis?

Los estadounidenses se están quedando sin trabajo y sin casa. La crisis en la economía más grande del mundo está tocando su punto más alto y todo indica qie se desplaza como un huracán que en algún momento sobrevolará la argentina.
El mundo mira a Estados Unidos. Y seguirá haciéndolo durante todo el año.

Lo mismo pasa en la Argentina. Hoy los argentinos están tan pendientes de lo que Barack Obama anuncie en la Casa Blanca, como de lo que resuelvan la Mesa de Enlace y el Gobierno en la Casa Rosada. El eje de la noticia se ha corrido hacia el Norte.


Si todo sigue como empezó 2009 –algunos creen que así será– ni en la época de elecciones habrá clima de urnas: muchos estarán más pendientes de Washington que de quién saca más votos aquí.


En Estados Unidos la crisis financiera hizo que muchas familias perdieran su empleo y se recluyeran en sus hogares. El desempleo es del 8% pero hay estados en los que la cifra llega a ubicarse en 20%. Pero el dato desgarrador, es que la crisis hipotecaria hizo a su vez que muchas familias perdieran sus casas y, por lo tanto, hay quienes se han quedado sin trabajo y sin casa.


Los argentinos durante un tiempo, creyeron que lo que sucedía alrededor del mundo tenía poca relevancia. Aún hoy se percibe algo parecido. “Nos creemos el ombligo del mundo”, dice la famosa frase que resume de algún modo este sentimiento.


Pero lo cierto es que el país cambió en las últimas décadas. La Argentina es hoy una economía pequeña y abierta, y por lo tanto cualquier cambio que suceda afuera repercutirá en algún ámbito.


Pero hay un elemento más para tener en cuenta. El manejo de la política económica en un país como la Argentina, en medio de una crisis como la actual, está sujeto a restricciones (y cada vez más). No es una cuestión de voluntad política solamente. El Gobierno, por ejemplo, aún si quisiera no podría lanzar un plan de estímulo fiscal como el de Estados Unidos porque simplemente no cuenta con los recursos o la capacidad para llevarlo a cabo. Aún si no fuera la actual gestión, la realidad es que cualquier otro carece del poder de fuego que tienen países como Estados Unidos a la hora de enfrentar una hemorragia financiera como la actual.


Es por todo esto –y otros motivos más– que el destino de los argentinos en 2009 depende en buena parte de cómo le vaya a la economía más grande del mundo.

Gasto público récord
Barack Obama prometió hace unos días la reconstrucción de Estados Unidos. A esta altura es lo mejor que pueden aspirar no solamente los ciudadanos de Estados Unidos sino los líderes del resto del mundo. Será la potencia número uno del mundo la que lidere la recuperación de la economía global que todavía no tiene fecha de comienzo.


Algunos analistas, destacan que en las últimas semanas ocurrieron algunos hechos que podrían significar un cambio de rumbo.


Primero, el gobierno de Obama presentó su presupuesto con su plan de políticas públicas, para ejecutar en los próximos años. Segundo, el presidente pronunció en su discurso ante el Congreso, que los países deberán actuar en forma coordinada para salvar al mundo de una depresión.


El primer presupuesto de la era de Obama, es la envidia de cualquier político de turno que quiere ser reelegido: es un show de cómo aumentar el gasto público, en sólo doce meses. Claro que, Obama no lo hace para ganar votos, porque ya los obtuvo, sino que lo hace para evitar una “catástrofe” (según sus palabras).


Concretamente, el plan del gobierno americano supone un gasto de U$S 3,5 billones y un déficit de U$S 1,75 billones para el año fiscal que comenzó cinco meses atrás. En términos del producto bruto el impacto del plan se hará sentir. La magnitud del rojo fiscal, el mayor desde 1945, será de 12,3% del PIB, la del gasto 27,7% y la de la recaudación 15,4%. No muchos países en el mundo pueden darse el lujo de gastar más de lo que recaudan.


El presupuesto de Obama, también promete acciones del Estado, en otros ámbitos donde seguramente se requiera la coordinación con otros países, como puede ser en materia de defensa y medio ambiente.


Sin embargo, lo que será importante a nivel mundial es la coordinación financiera. La reunión del G20, que tendrá lugar el 2 de abril en Londres es cada vez más citada por los principales líderes del mundo, como la instancia clave para discutir una solución definitiva, a una crisis que hace metástasis. Obama cree que se puede anunciar una especie de New Deal mundial. Así como consideró que era urgente actuar dentro de su país, ahora cree que no hay que demorarse más en ver qué sucede a nivel mundial. En Ucrania, la producción industrial cayó 30% en enero y son varias las referencias a la crisis en Europa del Este, como algo similar a la que vivió la Argentina años atrás. En Brasil, la industria experimentó en los últimos meses la mayor caída en todo América latina. Y la Argentina, que cada vez sufre más la recesión y la ralentización de la industria, ahora se ve acorralada por la desaceleración de su principal socio.

Como la Argentina en 2001
Uno de los problemas para Estados Unidos es lo que vaya a pasar en Europa. Sucede que varios países están en una situación tan crítica que podría estar en juego el propio equilibrio del Viejo Continente. Por ejemplo, los bancos austríacos prestaron dinero a Europa del Este por un monto equivalente al 60% de su producto bruto. Eso significa que si países como Polonia, República Checa o Hungría entran en default, entonces varias economías de Europa Occidental se verían en problemas.


El nerviosismo que provoca esa situación, hace que los capitales que financiaron el crecimiento y el déficit en esa parte del mundo durante tantos años, ahora huyan a otros destinos más seguros y por lo tanto, se vea en Europa del Este una presión fenomenal para que esos países dejen devaluar sus monedas. ¿No le recuerda a algo? “Estos países han hecho lo mismo que la Argentina y peor”, dice el economista Guillermo Calvo desde su despacho de la Universidad de Columbia, en Nueva York.


Ahora la incertidumbre en los mercados es tan grande que muchos piden que el Fondo Monetario Internacional vuelva a actuar.


Pero dicho organismo ha sido señalado como uno de los principales responsables de la crisis de los países emergentes en la década pasada. ¿Qué cambiaría ahora? Aún no se sabe y se supone que de la reunión del G20 en abril se conocerá algo.


Dispuesto a no quedar otra vez como alguien que mira las crisis desde cerca y no actúa, el director del Fondo, Dominique Strauss Kahn, se comprometió públicamente a trabajar para que el monto disponible de ayuda financiera a los países miembros del organismo llegue a U$S 500.000 millones.

2009 jugado
La crisis en la economía de Estados Unidos es tan grande, que ha despistado hasta a los más importantes gurúes.


Warren Buffet, es algo así como el Dios de Wall Street, ya que su fondo fue el que registró las mayores ganancias en los últimos años. Pero ahora, un manto gris se cierne sobre sus números. Su compañía logró salvar el pellejo por poco. El beneficio neto del fondo de inversión cayó un 96% en el cuarto trimestre respecto al del año anterior, hasta los U$S 117 millones.


Pero peor que sus balances, son sus cálculos para el futuro. Es pesimista de lo que ocurra en 2009. “La economía seguirá así durante bastante tiempo más”.

Ser pobre en EE.UU.
Estados Unidos es la economía más grande del mundo y seguirá siendo una potencia, aún cuando en los próximos años fuera desplazado por China, como sugieren varios estudios privados.


Sin embargo, la mayor amenaza sobre Estados Unidos no es que deje de ser la potencia número uno, sino más bien que su capital humano se vaya deteriorando con el correr de los años. En definitiva ‘el sueño americano’ permitió que generaciones enteras salieran de la pobreza, estudiando, trabajando y formando la clase media más poderosa del mundo. Por primera vez, en Estados Unidos se ve amenazada esa dinámica, que fue la marca registrada de un país que hizo alarde de ella, en todos los ámbitos. Hoy los padres ya no piensan que sus hijos vayan a estar mejor que ellos.


Uno de los argumentos de Obama, durante la campaña, era que Estados Unidos está perdiendo protagonismo en el mundo, porque ya no son sus ingenieros o contadores los más demandados a nivel global, sino aquellos de China, India o Brasil.


La tasa de desempleo en Estados Unidos es de 6,9% y se piensa que, a fin de año, llegará a estar en 9%. Pero en un mercado laboral dominado por los servicios, la educación juega considerablemente. Así, la tasa de desempleo es solamente de 2,7%, en el sector que cuenta con un título universitario. En el caso de los que no terminaron la enseñanza secundaria, la desocupación aumentó 3% en los últimos doce meses, mientras que para aquellos que finalizaron la educación universitaria, casi no hubo cambios.


Pero, según economistas como Joseph Stiglitz o Jeffrey Sachs, el principal problema que tiene Estados Unidos no es ni la crisis financiera, ni las hipotecas basuras, ni el desempleo. Es más bien la pobreza.


En la economía más grande del mundo, viven 37,3 millones de pobres (sí, leyó bien), o sea, 12,5% de la población. Claro que su distribución, no es igual en todos los grupos: entre los negros, la pobreza es de 24% y entre los hispanos 21,5%. Estados Unidos La pobreza en Estados Unidos es consecuencia directa de los bajos salarios. El salario mínimo es de U$S 5,85 por hora, pero se calcula que para equiparar el poder adquisitivo de hace diez años, debiera ser de U$S 9.


Pero, la razón del estancamiento de Estados Unidos no hay que buscarla en los niveles de los salarios de sus trabajadores, o el avance de la industria china, sino más bien en la insuficiente capacitación de sus recursos humanos. Según apuntan Juan Radonjic y Dolores Valle en el libro El tiempo de Obama, en 2008 salieron unos 350.000 ingenieros de las universidades chinas, en tanto que en Estados Unidos se graduaron sólo unos 40.000 jóvenes en carreras de esa orientación.

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