Informe Económico de Coyuntura

Nº 217 - Marzo 2002 - AÑO 20

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

En los pocos días que duró su gestión, el gobierno surgido en diciembre último declaró formalmente la cesación de pagos de la deuda pública externa e intentó introducir el concepto de la “tercera moneda”.
En enero, por la Ley de Emergencia Pública se sancionó el abandono del régimen de convertibilidad monetaria, procediendo a devaluar la moneda local.
Finalmente, ya en febrero, se decretó la pesificación total de la economía, a la vez que se instalaba un régimen de libre flotación en el mercado cambiario.

Cesación de pagos

El primer anuncio del gobierno provisional que asumió en diciembre último fue la suspensión del pago de la deuda externa.

En realidad, casi se trató del reconocimiento formal de una situación que se venía arrastrando desde tiempo atrás, cuando se había cortado el crédito internacional con destino al país, lo que se reflejaba en la caída de los precios de los títulos públicos, el consecuente incremento del nivel de riesgo-país y, por ende, de las tasas de interés.

El “default” fue declarado en principio sobre una deuda pública nacional de unos u$s 132.000 millones, de los cuales el 70% corresponde a bonos nominados en moneda extranjera. Este monto se eleva a unos u$s 154.000 millones, si se le agrega la deuda provincial.

Otra medida intentada durante ese breve período, fue la emisión de una tercera moneda, el “argentino”, en un último intento por salvar la convertibilidad monetaria, en momentos en que ya se encontraban vigentes las medidas de restricción financiera, con el objetivo de mantener en funcionamiento el sistema bancario y evitar un colapso global.

Devaluación de la moneda

Una nueva coalición gobernante, con importante apoyo legislativo, decidió el fin del régimen de convertibilidad monetaria, que había regido durante la última década.

Se dispuso la devaluación de la moneda, fijándose una nueva paridad fija de 1,40 pesos por cada dólar estadounidense para las operaciones comerciales, en tanto que se estableció un segmento libre del mercado cambiario para canalizar las operaciones financieras, donde la cotización llegó a ubicarse en alrededor de los $ 2, a pesar de las constantes intervenciones del Banco Central para moderar su incremento.

Finalmente, ante la presión externa y los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional, las autoridades decidieron, ya en febrero, ir hacia un mercado único y con libre flotación, aunque reservándose el Banco Central la prerrogativa de intervenir en el mercado y de autorizar las transferencias financieras al exterior en divisas.

Según los responsables, las reservas con que contaba la autoridad monetaria en esos momentos se acercaban a los u$s 14.000 millones.

Pesificación de la economía

En el marco de la emergencia pública, económica y financiera declarada por ley, y de las restricciones impuestas sobre la libre disponibilidad de los fondos depositados en el sistema bancario, las autoridades decretaron la pesificación de la economía.

Ello fue con el objetivo enunciado de proceder a un reordenamiento del sistema financiero y el convencimiento de que se tornaba prácticamente imposible para las entidades recibir pesos en pago de los préstamos otorgados y devolver dólares a los depositantes, sin llevar a una situación de virtual quiebra a buena parte de los bancos, con lo cual se agravaría el panorama presente.a A su vez, particulares y empresas no podrían hacer frente a sus compromisos en dólares.

En este contexto, se procedió a pesificar los depósitos en dólares a una relación de $ 1,40 por dólar.

Este capital se actualizará mediante la aplicación de un Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que se calculará sobre la base de la evolución del índice de precios al consumidor.

Los depósitos a plazo fijo de menos de u$s 30.000, podrán ser canjeados por un título público dolarizado.

Paralelamente, los préstamos en dólares fueron pesificados a una relación de 1 a 1; se actualizarán por el CER, y devengarán una tasa regulada que, en principio, será del 4% anual para personas físicas y 7% anual para empresas.

Con respecto a los costos que implica la pesificación, éstos serían financiados con la conversión a pesos de los Préstamos Garantizados que habían recibido bancos y AFJP durante el último canje local de deuda y mediante la colocación de un bono del sector público.

Resurgimiento de la política monetaria

Con el abandono de la convertibilidad, la función del Banco Central como ejecutor de la política monetaria vuelve a ser decisiva, al recuperarse este instrumento básico, de la pollítica económica. Además, se ha procedido a instrumentar una importante reforma a la Carta Orgánica de la autoridad monetaria, por la cual se transformará en prestamista de última instancia del sistema financiero, podrá emitir moneda sin respaldo en divisas e intervenir en las entidades con problemas no sólo de liquidez, sino también de solvencia.

Las autoridades han declarado que la emisión monetaria para el año 2002 no superará los $ 3.500 millones, de los cuales solamente $ 1.000 millones se destinarán a financiar al sector público.

PERSPECTIVAS

En la lógica del nuevo ordenamiento macroeconómico, el Banco Central deberá instrumentar un programa monetario consistente con la pauta cambiaria y el programa fiscal que se adopten.
Además, se necesitará recrear un sistema financiero confiable, desde una situación de extrema fragilidad.
Del comportamiento de la cotización libre del dólar y de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, dependería la suerte del actual plan en el muy corto plazo.

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