Informe Económico de Coyuntura

Nº 222 - Agosto 2002 - AÑO 21

 SECTOR AGROPECUARIO

SITUACION

Varios de los obstáculos de carácter operativo que traban la actividad del sector agropecuario e impiden una plena expresión de los efectos de la modificación del tipo de cambio, han comenzado a ser removidos durante el mes de junio y principios de julio.
No todas las medidas adoptadas fueron aceptadas de buen grado -particularmente cuando más que de una medida se trataba de un laudo entre partes, como en el caso de la moneda de pago de los insumos adeudados por el sector a sus proveedores-, pero en general han permitido aceitar los engranajes de la actividad y facilitar las transacciones trabadas.

Balance del primer semestre

A seis meses de la salida del sistema de convertibilidad puede hacerse una recorrida por la actividad agropecuaria para observar los efectos que la modificación del tipo de cambio tuvo sobre sus niveles de producción y exportación o, en su defecto -cuando los obstáculos antes mencionados no dieron lugar a la obtención de resultados- la tendencia que se insinúa.

Granos

En cereales y oleaginosas el efecto no es apreciable, por tratarse de producciones que ya habían alcanzado un elevado nivel de competitividad, hecho que se expresa en la concreción de exportaciones en un mercado altamente subsidiado por los principales exportadores y/o productores. Sin embargo, expertos del área, como el Ing. Regúnaga, sostienen que la producción de alimentos aún puede incrementarse sensiblemente por varios factores, tales como ampliación del área cultivada, expansión de la frontera agropecuaria, sustitución de ganadería por agricultura e incorporación de tecnología.

En relación con este último aspecto, y en el marco del Seminario sobre Estrategias de Crecimiento del Valor de la Producción y las Exportaciones -organizado por el Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA-, especialistas de AACREA, Fundación Producir Conservando y de la propia facultad afirmaron que es posible que los rendimientos de los principales cultivos y de la ganadería continúen su línea creciente en base a las tecnologías que los productores más tecnificados ya han validado. Obviamente, el tipo de cambio actuaría como un estímulo importante al agregar un margen adicional para absorber los eventuales costos incrementales derivados de la innovación.

Ganadería

Es en la actividad ganadera donde el efecto estimulante se expresó tal vez con mayor intensidad, aún cuando la reapertura de los mercados tradicionales fue determinante en los resultados, haciendo posible que entre enero y mayo se exportara por valor de u$s 155 millones y que se estime en u$s 500 millones el total anual a ser alcanzado, si se agregan algunos mercados cuya reapertura se considera inminente.

Cabe destacar que adicionalmente a la modificación cambiaria y a la reapertura de los mercados, varios factores confluyeron para favorecer el nivel de actividad o, más exactamente, para no impedir el despliegue de la misma: los derechos de exportación de la ganadería son inferiores a los de otros productos, la proporción de insumos importados es inferior en esta actividad, la capacidad ociosa de la industria frigorífica era alta y se hallaba en perfectas condiciones para incorporarse en forma inmediata a la producción.

A ello se ha agregado la gradual pero sostenida valorización del euro en relación con el dólar, en circunstancias en las que se concretaban los envíos correspondientes a las habituales 28.000 toneladas de la cuota Hilton, actualmente ampliada en 10.000 toneladas, por única vez y a modo de compensación por el cierre sufrido en el período pasado como consecuencia de la aparición de la aftosa.

Productos regionales

Las economías regionales, en muy diferentes proporciones se vieron también favorecidas y lo hubieran sido más de haber tenido capacidad de respuesta ante las nuevas condiciones. En esta última situación estarían el algodón y el arroz cuyos precios -con las variaciones sufridas por el tipo de cambio- hubieran sido remunerativos, pero no contaron con producción suficiente para ser exportada.

Por su parte, el sector apícola y el frutihortícola, con especial incidencia en ajo, cebolla y frutas, se vieron muy favorecidos. Según el IICA las exportaciones de frutas se incrementaron 17% en el período enero-mayo. La vitivinicultura, por su parte, presenta excelentes perspectivas que se podrían concretar más enteramente en los próximos meses.

Afianzando el incipiente proceso de reactivación de las economías regionales, fueron modificados a la baja los derechos de exportación de un importante conjunto de productos regionales, semillas y todos los cultivos orgánicos certificados. Las bajas benefician mayormente a productos que reciben un proceso de industrialización, ocupan más mano de obra o cuentan con mayor valor agregado. Cabe señalar que la mejora en semillas favorece la exportación de tecnología.

El laudo entre productores y proveedores

Entre otros factores, la no resolución del conflicto acerca de la forma de pago de la deuda contraída por los productores con los proveedores de insumos, correspondiente a la campaña que acaba de finalizar, había generado una reacción de parálisis o de freno en relación con la siembra de la cosecha gruesa, debido fundamentalmente a la falta de financiación.

Las posiciones eran terminantes: los productores querían la pesificación uno a uno como lo fue para el resto de la economía, en tanto que los proveedores no flexibilizaban su posición, consistente en la expresión de la deuda en términos de precio del producto, neto de los derechos de exportación. La falta de acuerdo traía como consecuencia que, a la ya grave ausencia de crédito bancario se agregara el corte del crédito comercial, ya que los proveedores no estaban en principio dispuestos a financiar la campaña 2002/2003 si no se cumplían sus términos.

Ante esta situación, las autoridades del sector dictaron una norma según la cual las deudas se cancelarán tomando en cuenta la cotización del dólar mayorista del Banco Nación con las siguientes deducciones: trigo, maíz, soja y girasol, 25%; carne, 40%; lácteos, 50%, y los demás, 60%.

Obviamente, las partes expresaron sus quejas, aún cuando una parte de los productores de cereales ya había alcanzado acuerdos parciales con sus proveedores y otro sector -los productores de las economías regionales- se han visto favorecidos por la disminución de los derechos de exportación. Fueron los proveedores los que expresaron un mayor desacuerdo, cuestionando en particular el descuento del 25 % para los cereales.

PERSPECTIVAS

La agricultura, para la que se estima una intención de siembra similar a la observada en la campaña 2001-2002, presenta expectativas favorables en lo que a precios internacionales se refiere.
El Instituto de Promoción de Carne Vacuna, cuyo proyecto de decreto reglamentario fue elevado para la firma del Presidente, tiene importantes tareas por delante para afianzar la tendencia favorable de la actividad ganadera. Dos se visualizan como urgentes: por un lado, el diseño de un mecanismo de clasificación y tipificación que realce y agregue valor a la carne argentina, en función de su calidad y por otro, acelerar el proceso de identificación y seguimiento del ganado. La urgencia de esta medida se vincula con la competencia que significaría el proyecto de Brasil, que lanzará en el presente mes de julio un sistema de “chips” y seguimiento satelital a ser aplicado inicialmente en el ganado de exportación, para ser generalizado a la totalidad -estimada en 160 millones de cabezas- hacia diciembre de 2007.

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