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El
principal interrogante que se ha instalado al observar la coyuntura económica, es si la
expansión monetaria que se está verificando se corresponde con una mayor
demanda de dinero por razones transaccionales o si por el contrario, una porción de esa
creciente liquidez podría dirigirse a la compra de divisas.
Por un lado corresponde señalar que, efectivamente, existe un incremento en el nivel de
actividad que justifica mayor necesidad de liquidez. Así, por ejemplo, la producción
industrial de noviembre superó en 3% el registro de octubre y, por primera vez en más de
dos años, mostró un valor positivo con respecto a igual mes del año anterior. Por otro
lado, también cabe considerar que, por razones estacionales, el mes de diciembre presenta
una mayor demanda de dinero.
Cuando se analizan los factores de expansión y absorción monetaria queda claro que en la
actualidad la liquidez aumenta por las compras de divisas que realiza el Banco
Central -en noviembre las reservas se incrementaron en más de u$s 500 millones-
y que una parte significativa se esteriliza por el crecimiento de los depósitos de las
entidades financieras en el Banco Central. Esto marca un cambio importante con relación a
lo que ocurría hasta el mes de agosto inclusive, cuando se inyectaba liquidez por vía de
los redescuentos del Banco Central y se absorbía a través de la colocación de LEBAC.
Esta situación indica, por otra parte, que los bancos adoptan una postura
conservadora, prefiriendo incrementar liquidez antes que ofrecer créditos,
decisión seguramente asociada a la incertidumbre que generan la eventual despesificación
de los depósitos por parte de la Corte Suprema y la continuidad de los amparos
judiciales.
Además, si bien se observan signos de reactivación -sobre todo en la producción de
bienes transables internacionalmente- subsisten interrogantes sobre la evolución de la
economía en 2003, que guardan vinculación, entre otros temas claves, con la negociación
con el FMI, con el default con los organismos multilaterales y con el desarrollo y
desenlace del proceso electoral.
De todos modos, también cabe admitir que la economía argentina posee ciertas condiciones
objetivas que, potencialmente, podrían facilitar el sendero de reactivación y que se
relacionan con la existencia de factores de la producción subutilizados.
Hacemos referencia tanto a la capacidad productiva instalada como a la mano de obra
desocupada.
El primer punto sugiere que existe capacidad productiva ociosa -del orden del 30% se
calcula-, de manera que podría verificarse un aumento de la producción en el corto
plazo, aún con el muy bajo nivel de inversión actual. En el año 2002
la tasa de inversión se ubicó en alrededor de 11% del PIB -porcentaje aproximado a lo
estimado como depreciación del capital-, o sea que no hubo, a nivel global, un incremento
de la capacidad instalada. A más largo plazo, es obvio, el aumento de la inversión es
condición necesaria para el crecimiento.
Desde el punto de vista de la demanda, se prevé que las exportaciones podrían
crecer en el 2003 en aproximadamente 10%. Este porcentaje es significativo si se
tiene en cuenta que, al tipo de cambio actual, las ventas al exterior representan entre
25% y 30% del PIB.
Más restrictivo, en cambio, es el panorama para el consumo interno,
frente a los problemas de ingresos de la mayor parte de la población. Ante ello y más
allá de algún descenso esperable en la tasa de desocupación laboral, se ha decidido
restituir el 13% en los salarios públicos y en las jubilaciones que habían sido
reducidos en 2001. También se proyecta un incremento fijo de $ 50 en los próximos meses
para las remuneraciones del sector privado. |
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La recesión del sector manufacturero, que comenzara a mediados de
1998 y se agravara desde fines de 2001, con una caída de 4,6% en el primer trimestre del
corriente año, presentó luego una recuperación progresiva pero lenta en
términos trimestrales, con altibajos mensuales.
Siempre considerando los datos de producción trimestrales desestacionalizados respecto
del trimestre inmediato anterior, el estimador mensual industrial (EMI) del INDEC mostró
subas de la producción en el segundo trimestre del año (0,6%) y en el tercero
(2,0%). Asimismo, el bimestre octubre-noviembre muestra un incremento de
2,5% con relación al nivel desestacionalizado del tercer trimestre.
El mes de noviembre presentó aumentos sin estacionalidad de 3,0%
respecto del mes precedente y de 2,0% frente a igual mes del año anterior. Este último
incremento resultó el primero en los últimos 27 meses, influido por el nivel
particularmente bajo observado en noviembre de 2001.
Seguramente, diciembre exhibirá una significativa alza frente al mismo
mes de 2001, cuando se instaló el corralito financiero y muchas empresas
dieron vacaciones anticipadas. De esta forma, el cuarto trimestre del
año presentará aumentos de la producción sectorial con relación al trimestre
precedente y al mismo trimestre de 2001.
Y considerando la caída de 12,2% acumulada en los 11 primeros meses -frente a igual lapso
de 2001-, puede estimarse que el presente año cerrará con una
importante caída productiva de alrededor de 11%.
Con respecto a la previsible evolución sectorial en el muy corto plazo,
puede estimarse -salvo acontecimientos extraordinarios- que las variaciones interanuales
del EMI serían positivas en grado importante, teniendo en cuenta el muy deprimido nivel
de actividad en los primeros meses de 2001, cuando se desató la estampida cambiaria, se
ampliaron sustancialmente las restricciones a los depósitos y se aceleraron las tasas de
inflación.
Las expectativas empresariales recogidas por el INDEC para el próximo año
respecto del corriente, presentan saldos positivos -como diferencia entre porcentajes de
respuestas favorables y desfavorables- para la demanda interna (32,8% de las firmas),
exportaciones (46,3%), uso de la capacidad instalada (28,4%) y otras variables. Dada la
excepcionalmente prolongada recesión y la grave crisis del corriente año, puede
considerarse como esperable el signo de las expectativas relevadas.
Analizando el sector a nivel de rubros o productos, se observa una fuerte
asimetría en su evolución durante los primeros 11 meses (cuadro adjunto):
de los 30 rubros considerados por el EMI sólo nueve
-que comprenden un 40% del PIB manufacturero- tuvieron un aumento de producción; |
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la diferencia entre el rubro de mejor desempeño y el de peor, suma unos
50 puntos porcentuales, estando además progresivamente escalonadas las variaciones de los
rubros restantes |
Seguidamente se exponen
las causas principales que -según el INDEC- explican la evolución de los rubros que
presentaron los mayores incrementos productivos, comenzando por el de aceites
y subproductos, que creció 15,6% en el período considerado. Fundamentalmente,
esta variación obedeció a la mayor oferta de granos oleaginosos -especialmente de soja,
cuya cosecha fue récord-, que permitió aumentar el volumen de procesamiento industrial
de esta actividad, la cual destina la mayor parte de su producción a un conjunto muy
diversificado de mercados externos.
El segundo rubro de mayor recuperación fue el de productos químicos básicos,
con una suba de 11,9%, desempeño debido fundamentalmente a la mayor elaboración de
etileno en el polo petroquímico de Bahía Blanca, desde la puesta en marcha en 2001 de
nueva capacidad productiva. La mayor producción ha posibilitado dejar de importar ese
producto y comenzar a exportarlo. Además, otros productos químicos se han visto
favorecidos por el cambio de precios relativos que han estimulado mayores exportaciones
y/o sustitución de importaciones.
La elaboración de aluminio primario, que aumentó 10,7% en los once
meses, es destinada fundamentalmente a un amplio conjunto de mercados externos. Las
exportaciones de aluminio primario y de productos semielaborados mostraron en el período
un incremento aproximado de 30%.
El rubro de neumáticos, asimismo, exhibió una suba de 8,2%,
acentuándose su recuperación en los últimos meses debido principalmente al aumento de
sus exportaciones, lo cual se traduciría este año en una participación récord de 65%
de la producción que será destinada al exterior. Este aspecto es clave, ya que alrededor
de 50% de sus costos corresponden a insumos cuyos precios están dolarizados. Las
compañías intentan diversificar sus ventas externas, a fin de disminuir su dependencia
del mercado brasileño. En el mercado interno, la caída de la demanda ha sido
parcialmente compensada por la reducción de las importaciones, observándose así una
sustitución de éstas.
La producción de acero crudo presentó un incremento de 4,6%, gracias a
la recuperación siderúrgica registrada desde agosto pasado, empujada por un sostenido
aumento de las exportaciones, las que comprenden un 80% de las ventas totales y están
dirigidas a un conjunto muy diversificado de mercados, estimulados por una alta
productividad a nivel internacional de esta industria.
Entre los rubros manufactureros con un desempeño productivo más desfavorable, se destaca
el automotor, que cayó 34,8% en los once primeros meses del año. Las
ventas de vehículos nacionales en el mercado interno presentaron una sustancial caída,
siendo también importante la baja de las exportaciones. A su vez, la actividad
autopartista comenzó en noviembre la producción local de piezas de importación,
observándose que la reestructuración de líneas de fabricación abarca también el
objetivo exportador con miras a constituirse en proveedores mundiales de las respectivas
marcas.
La producción de editoriales e imprentas cayó 31,5% en el
período, comprendiendo un variado conjunto de actividades cuya evolución no ha sido
similar, aunque en conjunto se aprecia una fuerte retracción de la demanda interna. Las
imprentas, si bien no alcanzan un buen desempeño, muestran una mayor estabilidad en los
productos más vinculados a los mercados de exportación, como las etiquetas autoadhesivas
que han accedido a nuevos mercados. En cambio, el subrubro de editoriales -más ligado al
mercado interno- se halla muy afectado por el menor poder adquisitivo de los consumidores,
al ser bienes con una alta elasticidad-ingreso, por lo cual se producen tiradas más
cortas y menores cantidades de títulos editados.
Muestran caídas importantes los rubros de cemento (-30,0%) y de otros
materiales de construcción (-29,9%), si bien desde agosto se advierte una
desaceleración de la contracción productiva. Ello obedece a una mayor demanda originada
en los pequeños y medianos usuarios. La retracción producida en materia de obras
públicas podría comenzar a superarse al concretarse los varios anuncios oficiales en
proyectos de diferente magnitud para los meses próximos.
Al panorama esbozado cabe agregar que ha comenzado -con diferente intensidad- un proceso
de sustitución de importaciones mediante la producción local en otras
diferentes actividades como la industria textil, maquinaria agrícola y sus componentes,
electrodomésticos, agroquímicos y papeles para impresión. Esta tendencia se viene
presentando en los últimos meses, por lo cual aún no se refleja en general en la
comparación del período de once meses.
Más allá de otros factores, resulta claro que el cambio de precios relativos
causado por la abrupta devaluación del peso en términos reales, ha implicado -por un
lado- un sustancial estímulo a la producción de bienes transables con el exterior,
favoreciendo así en un primer momento principalmente a los rubros con perfil
exportador previo y después, a diversas actividades que intentan sustituir
importaciones.
Por otro lado, la reducción de los salarios y en general de los ingresos en
términos reales -dado el proceso inflacionario registrado-, ha impactado
fuertemente sobre los rubros manufactureros básicamente dependientes de la
demanda interna.
GANADORES Y PERDEDORES DE LA INDUSTRIA LUEGO DE LA SALIDA DE
LA CONVERTIBILIDAD |
Primeros 11 meses de 2002 contra el mismo período
de 2001 - En % |
40% PIB Industrial: |
. |
|
|
Aceites
y subproductos |
+ 15,6 |
|
|
Productos
químicos básicos |
+
11,9 |
|
|
Aluminio
primario |
+ 10,7 |
|
|
Acero
crudo |
+
4,6 |
|
|
Vidrio |
+ 3,2 |
|
|
Neumáticos |
+
8,2 |
|
|
Azúcar |
+ 3,2 |
|
|
Cigarrillos |
+
1,2 |
|
|
Materias
primas plásticas |
+ 1,0 |
|
|
60% PIB Industrial: |
. |
|
|
Yerba mate elaborada |
- 0,9 |
|
|
Harina
de trigo |
- 1,9 |
|
|
Papel y cartón |
-
1,9 |
|
|
Carnes
rojas |
- 3,1 |
|
|
Petróleo procesado |
-
5,0 |
|
|
Gases
industriales |
- 5,0 |
|
|
Agroquímicos |
- 5,1 |
|
|
Manufact.
de plásticos |
- 10,1 |
|
|
Nivel General: |
.- 12,2 |
|
|
Bebidas |
- 12,3 |
|
|
Hilados de algodón |
-
12,8 |
|
|
Detergentes |
- 17,7 |
|
|
Lácteos |
-
18,6 |
|
|
Metalmecánica |
- 19,2 |
|
|
Farmacia |
- 22,0 |
|
|
Fibras
sintéticas |
- 23,8 |
|
|
Tejidos |
-
24,7 |
|
|
Carnes
blancas |
- 25,2 |
|
|
Otros maeriales para la construcción |
- 29,9 |
|
|
Cemento |
- 30,0 |
|
|
Editoriales e imprentas |
-
31,5 |
|
|
Automotores |
- 34,8 |
|
|
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Fuente:
INDEC. |
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