Informe Económico de Coyuntura

Nº 231 - Junio 2003 - AÑO 21

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

La economía registra un importante ingreso de capitales financieros especulativos, que atraídos por las altas tasas de interés locales, generan una oferta excedente de divisas y por lo tanto, una caída de la cotización del dólar.
Con el fin de atenuar las consecuencias de este proceso, el Banco Central ha dispuesto una serie de medidas que influyen sobre los mercados cambiario y monetario.

Mayor ingreso de capitales

En los últimos meses viene registrándose un mayor ingreso de divisas al mercado de cambios local. Una parte de estos dólares corresponde al ciclo normal de la economía, especialmente relacionados con operaciones de comercio exterior, es decir, las liquidaciones que efectúan los exportadores.

Pero también se verifica un incremento de la presencia de capitales financieros, tanto provenientes del exterior, como de los “colchones” de los argentinos.

Este flujo de divisas se destina, básicamente, a la adquisición de bienes que se consideran subvaluados en términos de dólares y a la especulación financiera, aprovechando las altas tasas de interés que se registran en el mercado local, a pesar del descenso que vienen mostrando mes a mes. El proceso descripto provoca una oferta excedente en el mercado cambiario, haciendo descender la cotización del dólar, lo que potencia el rendimiento financiero medido en moneda dura.

Con el objetivo de moderar este proceso, el Banco Central ha puesto en marcha una serie de resoluciones.

Medidas adoptadas por el BCRA

A comienzos de mayo el Banco Central dispuso:

autorizar al sector privado a pagar deuda vencida al exterior sin permiso previo de la autoridad monetaria;

eximir a los exportadores de la obligación de vender las divisas al Banco Central, pudiendo concurrir al mercado de cambios por operaciones que superen un millón de dólares;

subir de u$s 300 a 500 millones mensuales el cupo de compra de divisas por parte de particulares y empresas;

autorizar el pago anticipado de importaciones de bienes y servicios, y

ampliar de 30 a 90 días el plazo mínimo para que los exportadores liquiden las operaciones de comercio exterior.

Esta batería de medidas tiende a la flexibilización y liberación del mercado cambiario, incentivando la demanda y moderando la oferta de divisas, con el fin de detener la caída del precio del dólar.

Cabe mencionar que en un primer momento estos objetivos no se habían cumplido, dado que el precio del dólar se ubicaba por debajo de los $ 2,80, a pesar de compras récord por parte del BCRA.

En esos días, el ingreso de capitales promediaba los u$s 200 millones diarios y las reservas superaban los u$s 10.500 millones.

Ante este panorama, se solicitó al Fondo Monetario Internacional una autorización especial para aumentar el nivel de emisión monetaria que surgía del acuerdo firmado hace unos meses, a fin de intervenir más activamente en el mercado de cambios.

Se estima que el incremento autorizado, que en principio superaría los $ 3.000 millones hasta fines de junio, no generaría un rebrote inflacionario dado el proceso de remonetización que se verifica en la economía.

El dinero circulante en poder del público se habría duplicado en los últimos cuatro meses, alcanzando a casi $ 18.000 millones en abril último.

Liberación de depósitos y tasas de interés

Durante abril comenzó la liberación de los depósitos a plazo fijo que habían sido reprogramados (“corralón”).

Un primer análisis permite decir que durante ese mes se desprogramaron unos $ 6.500 millones, o sea un 40% de los $ 16.500 totales. El resto permanecía atrapado, a la espera de los recursos de amparo presentados oportunamente o de soluciones más favorables a los ahorristas.

Ante esta situación, las autoridades decidieron prorrogar por un mes el término inicial para ejercer la opción.

Con respecto a los que ya han decidido retirar sus fondos, mayoritariamente los han destinado a la constitución de depósitos a plazo fijo, tentados por las elevadas tasas de interés.

Si bien los rendimientos para operaciones a 30 días de plazo han caído unos 10 puntos porcentuales en las últimas semanas, los correspondientes a plazos superiores a los 90 días se encuentran en torno a 28% anual.

Paralelamente, las tasas de corte de las LEBAC continuaron en descenso, ubicándose en 6,5% y 13,5% para imposiciones a 30 y 90 días, respectivamente.

En conclusión, los bancos cuentan con un fondeo de corto plazo y caro, que no es compensado por la remuneración de las Letras del Banco Central, en momentos en que no se han puesto en marcha aún los préstamos al sector privado productivo.

PERSPECTIVAS

Comienza a estar latente el riesgo de que ante algún traspié tanto en lo político como en lo económico, los fondos que ingresaron al sistema con carácter especulativo se retiren de la plaza local, llevándose consigo las fuertes ganancias obtenidas.
Como contrapartida, si se los quisiera retener incrementando las tasas de interés, se iría en contra del proceso de regeneración del crédito interno y de la reactivación de la economía.