Informe Económico de Coyuntura

Nº 238 - Enero 2004 - AÑO 22

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Experiencias de Argentina y Ecuador en regímenes cambiarios: Lección para América Latina (1)

Experiencias de Argentina y Ecuador en regímenes cambiarios: Lección para América Latina (1)

La serie de crisis cambiarias acontecidas en las economías emergentes ha dado lugar a un intenso debate acerca de cuál es el régimen cambiario más apropiado para estos países.

En América Latina, ese debate se ha desarrollado con el trasfondo de una amplia experiencia en materia de este tipo de regímenes. En algunos casos, la política cambiaria ha sido utilizada como una herramienta para mejorar la competitividad, mientras que en otros se la ha usado como un ancla nominal para reducir la inflación.

En el documento de la CEPAL From hard-peg to hard landing? Recent experiences of Argentina and Ecuador se estudian las experiencias recientes de los países mencionados y se sacan lecciones para el resto de la región.

Luego de analizar el sistema de caja de conversión argentina (currency board) y el esquema de dolarización completa de Ecuador, los autores del informe sostienen que un régimen cambiario intermedio (entre una flotación libre y una tasa de cambio fija o hard-peg) es una mejor opción para economías abiertas expuestas a shocks financieros y reales.

Las tres fases que han seguido habitualmente a la fijación del tipo de cambio

En general, las experiencias en América Latina con regímenes de cambio fijo han sido exitosas en disminuir las tasas de inflación, pero no han sido capaces de brindar un marco para un crecimiento económico sostenible. Esas economías han seguido en general un comportamiento macroeconómico similar, en el que pueden distinguirse tres fases:

1. La primera está dominada por un “circulo virtuoso” compuesto por entradas de capital, auge del crédito doméstico, expansión del consumo, crecimiento del producto y baja inflación, junto con un déficit externo creciente. En esta etapa, los precios relativos se modifican en detrimento de los sectores productores de bienes transables.

2. En una segunda fase el “círculo virtuoso” se agota, debido principalmente a los desequilibrios comerciales derivados de la reactivación con apreciación cambiaria real. En esta fase los sectores productores de bienes transables enfrentan crecientes dificultades, y se aprecia una desaceleración en el crecimiento económico.

3. en la última fase el déficit externo sigue creciendo, el acceso a nueva financiación externa se vuelve cada vez más difícil, y la defensa del tipo de cambio lleva a un ajuste recesivo, con subidas de la tasa de interés y recortes en los gastos públicos no financieros. La recesión se profundiza, deteriorando aún más las cuentas fiscales y agravando la fragilidad financiera, lo cual mantiene altos los niveles de riesgo-país y las salidas de capitales. Finalmente, se produce el abandono, frecuentemente traumático, del régimen cambiario, seguido de una fuerte devaluación.

Lecciones para la región

El documento de la CEPAL indica que la crisis argentina no respondió principalmente a cambios en el humor de los inversionistas internacionales, sino que se debió esencialmente a problemas endógenos al sistema de convertibilidad.

En particular, fue imposible mantener equilibrios simultáneos en el sector externo y en el fiscal: si la economía crecía, se generaba un déficit comercial (dado el deterioro de la competitividad), si no lo hacía, aparecía un déficit fiscal. La contradicción se eludió mientras se tuvo un amplio acceso al financiamiento externo, pero se manifestó agravada cuando éste llegó a su fin.

Los mecanismos automáticos de ajuste del sector externo y del gasto interno, que supuestamente estaban incluidos en el sistema de convertibilidad, no funcionaron como se esperaba, señalan los autores. Este tipo de régimen cambiario demostró ser vulnerable a una corrida masiva en contra de los depósitos del sistema bancario. En esa circunstancia, “adoptar la dolarización no habría sido la respuesta al problema de la insolvencia y probablemente habría profundizado la crisis”, sostiene el documento.

Para el caso de Ecuador, los autores ponen una nota de alerta y recomiendan a las autoridades ser muy cuidadosas para evitar las fases descritas en el documento.

(1) Tomado de “Notas de la CEPAL”, Nº 29, Santiago de Chile, julio de 2003.