Informe Económico de Coyuntura

Nº 243 - Julio 2004 - AÑO 23

 ANALISIS GLOBAL

Nivel de actividad y ocupación laboral
Panorama de la inversión

Nivel de actividad y ocupación laboral

Como ya había sido anticipado en informes anteriores, el nivel de actividad económica alcanzó, durante los primeros meses del corriente año, una dinámica creciente, a punto tal que las cifras -recientemente difundidas- sobre la evolución de las cuentas nacionales en el primer trimestre señalan que el PIB experimentó un crecimiento de 11,2% con relación a igual período del año anterior.

Desde el punto de vista de las variables que componen la demanda global del sistema económico, nuevamente el consumo privado y la inversión constituyeron los elementos de mayor expansión, con incrementos de 11,7% y de 51%, respectivamente (ver cuadro adjunto).

Siempre con referencia al primer trimestre de 2004, cabe consignar también que los sectores productores de bienes -con un crecimiento de 15,8%- mostraron un mejor desempeño que los sectores productores de servicios -con una suba de 6,7%-, circunstancia que confirma el mayor impacto positivo sobre los primeros, del cambio en los precios relativos originado por la devaluación del peso. A su vez, dentro de los sectores productores de bienes, se destacaron los incrementos de la industria manufacturera (15,6%) y de la construcción (41,3%).

Con posterioridad al primer trimestre se observó una caída de la producción industrial en abril -con relación al mes precedente- pero seguida de una nueva recuperación en mayo, de manera tal que en los primeros cinco meses del año se registró un incremento acumulado de 12,4%. A pesar de esta desaceleración del crecimiento industrial -que podría extenderse a otras actividades productivas-, las autoridades económicas han corregido nuevamente al alza la estimación de la suba del PIB (al 6%) para todo el año 2004. Inclusive otras proyecciones, como las que difunde el Banco Central a través del relevamiento de expectativas de mercado (REM), consideran factible alcanzar un crecimiento anual de 7,5%.

Simultáneamente, se conocieron los datos sobre la evolución del mercado laboral en el primer trimestre del año en curso, lo que permite establecer una relación entre el crecimiento del nivel de actividad y el comportamiento de la ocupación de mano de obra.

En primer lugar, cabe consignar que la tasa de desocupación -medida como proporción de la población económicamente activa (PEA)- cayó de 20,4% en el primer trimestre de 2003 a 14,4% en igual período de 2004. Ello significa que cerca de un millón de personas obtuvieron empleo. Como al mismo tiempo también se verificó una disminución del subempleo equivalente a dos puntos de la PEA, puede estimarse que aproximadamente 1,2 millones de personas lograron un empleo a tiempo completo.

Estas cifras, con todo su significado positivo, no hacen referencia, sin embargo, a la calidad del empleo, en el sentido de si se trata de trabajo formal o informal y menos aún a las condiciones laborales en que los nuevos ocupados realizan su actividad.

En correspondencia con los mejores indicadores en materia laboral, el Gobierno decidió reducir la doble indemnización por despido a partir del 1° de julio del corriente año. Con esta disminución, el monto indemnizatorio es igual al valor normal más 80% y las autoridades laborales anticiparon que el plus solo será eliminado cuando la tasa de desocupación descienda a niveles de un dígito.

Por último y siempre con referencia al mercado laboral, corresponde señalar que se decidió reducir los aportes patronales al sistema de seguridad social, para las nuevas contrataciones de personal que realicen las empresas con menos de 80 trabajadores. La disminución es de 33% -y asciende al 50% si se trata de personas comprendidas en el Plan Jefas y Jefes de Hogar- y se aplica sobre el incremento permanente -no eventual- de la dotación de trabajadores durante el año 2004. La medida tiende no sólo a estimular la demanda de personal, sino también a favorecer el trabajo registrado o en blanco.

OFERTA Y DEMANDA GLOBALES ( * )
(variaciones porcentuales a precios constantes de 1993)
Concepto I Tr 03 II Tr 03 III Tr 03 IV Tr 03 2003 I Tr 04

Producto Interno Bruto a precios de mercado

5,4 7,7 10,2 11,7 8,8 11,2

Importaciones de Bienes y Servicios

15,0 36,2 46,2 51,7 37,6 57,0

Oferta y Demanda Globales

6,0 9,3 12,3 14,2 10,5 14,3

Consumo Privado

3,2 7,0 10,4 11,9 8,2 11,7

Consumo Público

-0,2 3,7 1,9 0,3 1,5 1,4

Inversión Interna Bruta Fija

21,7 33,1 44,9 48,9 38,2 51,0

Exportaciones de Bienes y Servicios

5,1 7,9 5,4 5,5 6,0 7,7
(*) Estimaciones preliminares
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales

Panorama de la inversión

En el año 2003, la inversión interna bruta fija (IIBF) aumentó 38,2% respecto del año anterior, según las estimaciones preliminares de las cuentas nacionales a precios constantes.

La IIBF estuvo compuesta por inversiones en construcción en 65,5% y por equipo durable de producción en 34,5%. A su vez, este último se integró con 76,0% en maquinaria y equipo y 24,0% en material de transporte.

Asimismo, los incrementos anuales de estas variables fueron los siguientes: 35,0% en construcción, 45,3% en equipo durable de producción, 43,3% en maquinaria y equipo y 51,5% en material de transporte. Los componentes nacional e importado del equipo durable de producción mostraron subas de 28,3% y 147,3%, respectivamente.

De lo expuesto, se deduce por un lado que la IIBF presentó en 2003 un gran aumento a partir de los bajos niveles anteriores y por otro, que si bien la IIBF estuvo mayormente compuesta por construcción, el equipo durable de producción fue el componente de mayor incremento.

Importa señalar el marco general de la oferta y demanda global de la economía en 2003. En tanto que el producto interno bruto (PIB) a precios de mercado aumentó 8,8%, la demanda global lo hizo en 10,5%. Los componentes de esta última se incrementaron en forma dispar: consumo privado (8,2%), consumo público (1,5%), exportaciones (6,0%) e IIBF (38,2%).

En el primer trimestre de 2004, los datos preliminares disponibles indican -respecto al mismo lapso del año precedente- subas considerables: 51,0% en la IIBF, que se descompone en incrementos de 37,7% en construcción y de 80,3% en equipo durable de producción. Dentro de este último agregado, el componente nacional tuvo un alza de 29,3% y el importado un aumento de 180,9%.

Cabe mencionar que en el Ministerio de Economía se ha destacado que la inversión ya llega a un 18% del PIB, estimándose por ejemplo, que con un nivel equivalente a 19% del PIB se puede alcanzar una tasa de crecimiento económico de 3% anual.

Con respecto a la inversión en el corriente año, se dispone de un estudio sobre los principales proyectos a concretarse, efectuado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP) de la Secretaría de Industria, en base a numerosas fuentes de información.

Se consideran tanto los proyectos de años anteriores a materializarse en 2004, como los anuncios efectuados en el primer bimestre del presente año. El trabajo pretende describir las tendencias centrales del flujo de inversiones del sector privado, si bien incluye sólo aquellos proyectos hechos públicos de diversa forma. No alcanza a muchos proyectos de menor dimensión, como las inversiones a realizar por PyME.

En concepto de formación bruta de capital -equivalente a IIBF, con las limitaciones señaladas-, ya sea mediante la apertura de nuevas unidades productivas o ampliación de las existentes, el CEP hasta ahora computa para 2004 un monto de u$s 6.979 millones. Ese total se compone de 65% de ampliaciones y 35% de nuevas unidades.

Dicho monto representa aumentos de 93% respecto de todo 2003 y de 397% frente a 2002, si bien todavía se encuentra 53% por debajo del monto de 2001. La magnitud de estas variaciones da una idea aproximada de la profundidad de la crisis económica sufrida por el país, así como de la consecuentemente prolongada recuperación.

En las inversiones computadas para 2004 por el estudio hay una participación preponderante de los capitales extranjeros, con la característica -a diferencia de los años 90- de una casi nula financiación externa, debido a la profunda crisis y a la cesación de pagos de deuda pública y privada.

Por tanto, tomando los factores u objetivos determinantes de la inversión extranjera habitualmente utilizados, para la citada formación de capital el CEP observa básicamente:

una gran mayoría de proyectos con los objetivos de racionalizar la producción y de explotar recursos naturales, y

una clara minoría determinada por los objetivos de conquistar segmentos de mercado -interno y ampliados- y de adquirir empresas preexistentes.

La industria manufacturera, claramente favorecida en el escenario posdevaluación, es el destino principal -con 42% del total- de las inversiones previstas, destacándose mayoritariamente las dirigidas a las actividades que se hallan más cercanas al tope de uso de su capacidad instalada: refinación de petróleo, metálica básica (acero y aluminio) y papel y cartón.

Sigue en importancia el rubro de automotores, con inversiones orientadas principalmente a la fabricación de nuevos modelos, desarrollo de proveedores locales y mantenimiento de plantas. También cabe mencionar el rubro de alimentos y bebidas, sobresaliendo los proyectos vinculados al procesamiento de soja, actividad que a diferencia del resto del rubro, se encuentra operando al máximo de su capacidad.

El segundo destino principal de las inversiones es el de actividades extractivas, con 27% del total. Aquí sobresale notoriamente el rubro de petróleo y gas, con diversos proyectos principalmente de exploracón y explotación a cargo de compañías transnacionales. Esto último también se observa -si bien en menor medida- en el creciente sector de minería, orientado casi totalmente a la exportación.

En materia de infraestructura -que comprende 18% del total-, se destacan las inversiones en transporte (40% del segmento), construcción (23%), comunicaciones (22%), agua (8%), gas (4%) y electricidad (3%). Es evidente la baja inversión prevista en estos últimos servicios públicos básicos, si bien a la fecha la misma se debe haber incrementado significativamente, dados los ajustes de tarifas dispuestos y las medidas adoptadas ante la crisis energética.

En cuanto a las actividades de comercio y otros servicios (11% del total), cabe mencionar los proyectos de hotelería, alentados por el florecimiento del turismo, y también la apertura de locales de comercio minorista.

En los servicios financieros prácticamente no se prevén ampliaciones de su capital físico, habida cuenta de la sobreinversión de los años 90 y la reducción observada en el mercado financiero local.