Informe Económico de Coyuntura

Nº 259 - Diciembre 2005 - AÑO 24

 ANALISIS GLOBAL

Las medidas antiinflacionarias
Las metas de desarrollo humano del Milenio

Las medidas antiinflacionarias

Con posterioridad a las elecciones legislativas del 23 de octubre pasado, el Gobierno retomó un mayor activismo en materia de medidas económicas, particularmente con referencia al principal problema que se presenta en la coyuntura que es la lucha contra la inflación. La persistencia del avance de los precios al consumidor a un ritmo del orden del 1% mensual y el riesgo de que tal magnitud pueda incrementarse, impulsaron la adopción de una serie de decisiones destinadas a contener la suba de precios.

Las medidas adoptadas al respecto son de variada naturaleza, pero un par de ellas adquieren mayor relevancia por su impacto sobre la canasta alimenticia y porque sus efectos podrían observarse más rápidamente en los indicadores de precios. En tal dirección se incluyen la eliminación de los reintegros a la exportación para unos 200 productos de la canasta básica, por un lado, y el incremento de las retenciones a la exportación de carne vacuna de 5% a 15%, por otro lado.

En ambos casos, queda claro que el objetivo perseguido consiste en hacer menos atractivo el negocio exportador e inducir una mayor oferta hacia el mercado interno de productos que tienen alta incidencia en la determinación del poder adquisitivo local -los denominados bienes-salario- y por lo tanto, repercuten fuertemente sobre la evolución del índice de precios al consumidor.

En el caso concreto de la carne vacuna se está verificando un fenómeno simultáneo de aumento del consumo interno y de las exportaciones, en un contexto de menor producción debido a la reducción del stock ganadero desplazado, desde hace ya varios años, por la mayor superficie de tierra destinada a la agricultura, en especial a la soja. Por otra parte, los recientes focos de aftosa detectados en Brasil -el mayor exportador mundial de carne bovina- pueden generar una presión adicional sobre la oferta argentina.

Otra medida adoptada por la conducción económica consiste en limitar el gasto público a las pautas presupuestarias, esto es, no incrementar el gasto aún cuando la recaudación impositiva supere efectivamente las proyecciones presupuestarias. En tal caso, se verificaría un excedente del superávit fiscal primario -denominado "fondo anticíclico"- para compensar eventuales desajustes a futuro. La limitación del gasto constituye una señal sobre las expectativas de los agentes económicos, que habían observado con preocupación el aumento de las erogaciones públicas durante la campaña electoral. Sus efectos antiinflacionarios, de todos modos, difícilmente puedan ser reconocidos en el corto plazo.

Más allá de la eficacia de las decisiones adoptadas -junto con otras de menor significación antiinflacionaria-, la iniciativa demuestra la elevada preocupación oficial por el alza de los precios y la intención de provocar el menor efecto recesivo posible. En tal sentido, corresponde poner en evidencia que, según datos recientes, la economía ha continuado sosteniendo un ritmo de expansión notablemente elevado, a juzgar por la evolución del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) -que anticipa el comportamiento del PIB-, que registró en los primeros nueve meses del año en curso un incremento de 9%.

Tal crecimiento productivo alcanzó su máxima expresión en el III trimestre, por lo que la mayoría de las proyecciones para todo el año 2005 han tendido a corregirse hacia arriba, esto es a cifras superiores a 8%. Precisamente, uno de los argumentos explicativos del fenómeno inflacionario consiste en tomar nota de los inevitables desacoples que se verifican, en tal caso, entre oferta y demanda en determinados mercados -tanto de bienes y servicios como de factores de la producción- y su impacto sobre la formación de los precios.

Un caso relevante en el que confluyen el proceso de alto crecimiento y su incidencia en el fenómeno inflacionario, es el del mercado laboral. El fuerte incremento del PIB en los últimos años impulsó una reducción significativa de la tasa de desempleo -de más de 20% en 2002 a 11,1% en el tercer trimestre del corriente año-, circunstancia que ha ido potenciando las demandas salariales. Un ejemplo concreto es lo acontecido a largo del corriente año, en el cual a pesar de la suba de los precios los salarios han logrado una mejora del poder adquisitivo, sin dejar de reconocer las fuertes heterogeneidades existentes al interior de la pirámide salarial entre trabajadores registrados y no registrados y también en función de la calificación laboral.

En última instancia, la economía argentina enfrenta como principal desafío coyuntural el de controlar el proceso inflacionario sin restar dinamismo al crecimiento productivo y sin abortar la tendencia gradual al mejoramiento de los indicadores laborales y sociales. Y la persistencia de la acción gubernamental en el sostenimiento del rumbo económico resulta una condición necesaria en tal sentido.

Las metas de desarrollo humano del Milenio

Los gobiernos de 189 países adoptaron en 2000 en las Naciones Unidas los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), un compromiso global para combatir la desigualdad y mejorar el desarrollo humano con un horizonte en 2015.

Un análisis sobre el avance realizado para cumplir las metas de ese compromiso, se efectúa en el documento "Objetivos de desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe", elaborado por los doce organismos de las Naciones Unidas con presencia en la región (CEPAL, FAO, OIT, OMS, UNESCO, UNICEF, etc.).

El eje articulador del informe es la desigualdad, pues América Latina y el Caribe constituyen la región menos equitativa del mundo.

Asimismo, se afirma que en la región se deberá efectuar mayores esfuerzos para alcanzar las metas del Milenio, ya que hay adelantos pero son insuficientes.

La región se halla en vías de cumplir las metas de disminución del hambre, de desnutrición y mortalidad infantiles y de agua potable urbana.

Pero no se ha avanzado suficientemente en los objetivos de bajar a la mitad la pobreza extrema, universalizar la educación primaria, reducir en dos tercios la mortalidad materna, mejorar significativamente el acceso al saneamiento y revertir el deterioro del medio ambiente.

La CEPAL señala que si bien en la mayoría de los países se ha alcanzado la igualdad de género en la educación y se han reducido las diferencias de ingreso entre hombres y mujeres, aún persiste la discriminación salarial así como la violencia familiar y todavía no existe suficiente representación femenina en los parlamentos.

Un objetivo particular en el cual no se ha logrado avanzar es el referido a la ayuda que los países industrializados se comprometieron a transferir a los países en desarrollo, o sea, 0,7% de su producto interno bruto, pero que llega actualmente apenas a 0,25%. Por otra parte, una compleja red de barreras dificulta significativamente las exportaciones de la región a los países más desarrollados.

Con respecto a la pobreza, en la región, 222 millones de personas son pobres -42,9% de la población-, de los cuales 96 millones viven en la indigencia.

Las modestas metas de reducción a la mitad de la pobreza extrema y el hambre hacia 2015, requiere un crecimiento económico sostenido -a tasas diferentes en los diversos países- que, en promedio, debería ser cuanto menos de 2,9% por habitante en la década próxima.

Para disminuir la pobreza se necesita el crecimiento, pero también es necesario reducir la desigualdad, dimensión -señala la CEPAL- que se debe tomar en cuenta en el diseño de políticas financieras, fiscales y de ingresos.

Asimismo, una estrategia de crecimiento con equidad significa ubicar a las políticas sociales en el centro de la agenda del desarrollo.

Muchos países, apunta el organismo, necesitan un pacto fiscal que incremente el gasto público social y asegure la continuidad de programas sociales. Algunos componentes del nuevo pacto fiscal deberían ser:

el uso eficiente de los recursos estatales;

la transparencia en su gestión, y

una mayor disponibilidad de fondos para que el fisco pueda atender sus obligaciones.