Informe Económico de Coyuntura

Nº 279 - Octubre 2007 - AÑO 26

 ANALISIS GLOBAL

El estímulo de la demanda y la cuestión fiscal
Distribución regional de las exportaciones

El estímulo de la demanda y la cuestión fiscal

Tal como se había anticipado en informes anteriores, finalmente las cifras de las cuentas nacionales correspondientes al segundo trimestre del año en curso confirmaron una aceleración del crecimiento económico, ya que el incremento del producto interno bruto (PIB) ascendió a 8,7% con relación a igual período de 2006 (ver cuadro adjunto). También de acuerdo a lo anticipado, fue muy significativo el aumento del sector agropecuario (16,6%), asociado a la cosecha agrícola récord de la campaña 2006/2007, que se comercializa prioritariamente en el segundo trimestre de cada año.

Desde el punto de vista de la demanda agregada, un elemento muy dinamizante en la primera mitad del corriente año ha sido la trayectoria del consumo privado, variable que en dicho período creció aún más (8,8%) que el PIB (8,4%). De todos modos, también corresponde señalar que el incremento del consumo en tal magnitud genera tensiones inflacionarias y que, inclusive, no es ajeno al fuerte crecimiento que muestran las importaciones y en particular las de bienes de consumo. Estos dos efectos -sobre los precios y sobre las adquisiciones en el exterior- tenderían a demostrar que existen sectores productivos que no logran abastecer satisfactoriamente el rápido incremento de la demanda.

También en el sentido de estimular la demanda está jugando un papel significativo la expansión del gasto público primario, que en los primeros siete meses del año creció 43% con relación a igual período de 2006 y, además, tal incremento se aceleró en los últimos meses. El principal componente que explica el aumento del gasto público son las prestaciones a la seguridad social (jubilaciones), que en el período señalado se expandieron al 60% anual y cuyo destino final es el consumo prácticamente en su totalidad.

En consecuencia y aún considerando que los ingresos fiscales aumentan de manera significativa -33% en los primeros siete meses del año, sin contabilizar los fondos adicionales provenientes de las transferencias de las AFJP al sistema de reparto-, el superávit primario del sector público tiende a deteriorarse con cierta rapidez. Sin tener en cuenta los recursos transferidos por las AFJP, el superávit fiscal primario se ubica algo por debajo de los tres puntos del PIB en el período enero/julio del corriente año, cuando en igual lapso del año pasado ascendía a 4% del PIB.

La fuerte expansión del gasto público plantea el interrogante acerca de la trayectoria que debería seguir el mismo a futuro, para recuperar una mayor solvencia fiscal, elemento que constituye uno de los pilares esenciales del ordenamiento macroeconómico vigente. En tal caso, corresponde distinguir entre aquellas erogaciones que son inflexibles a la baja en términos nominales (remuneraciones, jubilaciones, transferencias a provincias) de aquellas que pueden estar sujetas a una mayor discrecionalidad (obra pública, subsidios, etc.).

El tema de los subsidios dirigidos al transporte público, la energía y los combustibles, destinados a evitar o moderar subas de precios o tarifas, debe ser analizado cuidadosamente, tanto por su impacto sobre el proceso inflacionario como por su efecto sobre las señales orientadas a estimular el volumen de inversiones en dichos sectores.

Por otra parte, la recuperación de mayores niveles de solvencia fiscal también es una condición necesaria para reducir la tasa de riesgo-país, que se ha incrementado como consecuencia de la actual crisis financiera internacional, surgida a raíz de la desconfianza en los mercados de préstamos hipotecarios en Estados Unidos y que tiende a difundirse a otros países del mundo por distintas vías. Esta circunstancia está provocando algunas subas de las tasas de interés en el mercado local y obligando al Banco Central a otorgar mayor liquidez al sistema financiero para moderar tales incrementos.

De todos modos, la decisión que adoptó la Reserva Federal de Estados Unidos hacia mediados de septiembre, en el sentido de reducir la tasa de interés de referencia de 5,25% a 4,75% anual, llevó cierto alivio a los mercados financieros e impulsó a la suba las cotizaciones locales de acciones y bonos públicos. La decisión de la Reserva Federal demuestra que existe una fuerte preocupación sobre los efectos de la crisis con relación al nivel de actividad económica, cuyas consecuencias, no obstante, son todavía inciertas para el caso argentino.

Por último, la cuestión fiscal también es importante para determinar las condiciones de acceso al mercado financiero internacional, a los efectos de enfrentar los próximos vencimientos de capital e intereses de la deuda pública. Los compromisos para lo que resta de 2007 resultan manejables con recursos propios del Estado, pero en 2008 las obligaciones ascienden a algo más de u$s 12.000 millones. De allí la significación del superávit fiscal y el acceso a la financiación internacional, tema este último que también proyecta eventuales decisiones sobre la renegociación de las deudas con el Club de París y con los acreedores que quedaron fuera del canje de la deuda (¨holdouts¨) efectuado en el año 2005.

OFERTA Y DEMANDA GLOBALES (*)

Concepto I 06 II 06 III 06 IV 06 2006 I 07 II 07
Producto interno bruto 8,8 7,7 8,7 8,6 8,5 8,0 8,7
Importaciones 17,8 6,8 20,2 17,1 15,4 20,6 19,6
Oferta y demanda globales 9,7 7,6 9,9 9,5 9,2 9,3 9,8
Consumo privado 8,4 7,7 7,2 7,8 7,8 8,9 8,7
Consumo público 8,3 5,8 3,1 4,5 5,2 6,4 6,4
Inversión bruta interna fija 22,9 18,7 21,0 12,0 18,2 13,7 13,1
Exportaciones 6,4 4,0 6,2 12,8 7,3 9,0 8,1
(*) Variaciones porcentuales con respecto a igual período del año anterior. Estimaciones preliminares.
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.

Distribución regional de las exportaciones

Las exportaciones argentinas de bienes presentaron en los últimos años una sostenida expansión, a la vez que mostraron una extendida difusión regional. Asimismo, se observó un cierto incremento en la participación de las manufacturas en las exportaciones totales, proceso que abarcó a casi todas las regiones.

En 2006 el valor total de las exportaciones del país sumó u$s 46.569 millones, con un aumento de 15% con relación al año anterior y de 82% frente a 2002.

Considerando la desagregación por regiones -según el Centro de Estudios para la Producción (CEP) de la Secretaría de Industria-, las mayores subas respecto de 2005 correspondieron a las regiones Noroeste Argentino (NOA) con 37% y Cuyo con 33%. Siguieron con alzas menores las regiones Pampeana (13%), Patagonia (10%) y Noreste Argentino, NEA (9%).

La distribución de las exportaciones por región continúa exhibiendo una alta concentración en la región Pampeana, que comprendió en 2006 un 70% del total de ventas externas. Entre las restantes regiones, a la Patagonia le correspondió un 11% y al NOA un 8%.

Dentro de la región Pampeana, tres provincias concentraron 67% del valor total de las exportaciones argentinas en 2006: Buenos Aires (38%), Santa Fe (19%) y Córdoba (10%).

Con montos de exportaciones superiores a los mil millones de dólares, se ubicaron a continuación las provincias de Chubut (5%), Catamarca (4%), Mendoza (2%) y Santa Cruz (2%).

Considerando como deseable una mayor diversificación de la oferta exportadora y en especial, la participación de productos con mayor valor agregado, interesa la evolución de las exportaciones de productos manufacturados.

En este sentido, la participación de las manufacturas -tanto de origen agropecuario (MOA) como industrial (MOI)- en el valor de las exportaciones totales ha aumentado de 60,1% en 2003 a 64,9% en 2006.

Exceptuando la región NOA, las demás regiones han incrementado la proporción de las manufacturas en sus respectivas exportaciones, comparando los años 2003 y 2006. Al respecto, se ha destacado claramente en primer lugar la región Cuyo, cuya proporción subió de 55,7% a 76,0%, debido principalmente a las exportaciones vitivinícolas de Mendoza y a la reciente explotación de oro en San Juan.

A su vez, la región NEA aumentó la proporción de manufacturas en sus exportaciones desde 55,2% en 2003 a 62,9% en 2006. Esta evolución reflejó principalmente las mayores colocaciones por parte de Misiones, especialmente de maderas aserradas y pasta celulósica.

La región Pampeana subió su respectiva proporción de manufacturas desde 71,1% en 2003 a 75,5% en 2006. La provincia de Buenos Aires es la mayor exportadora del país -tanto de productos manufacturados en general como de MOI-, con una oferta muy diversificada, seguida por Santa Fe y por Córdoba. Estas dos provincias poseen también una estructura diversificada, si bien en Santa Fe predominan las colocaciones del complejo oleaginoso.

En la región Patagonia la proporción de manufacturas exportadas se incrementó de 18,8% a 21,7%. Al respecto, cabe mencionar especialmente a las provincias de Chubut (aluminio, lanas procesadas y pesca procesada) y de Santa Cruz (metales preciosos, pesca procesada y carne).

La región NOA presentó una reducción en su proporción de exportaciones de manufacturas, de 28,7% en 2003 a 26,2% en 2006. En sus ventas externas se destacaron, entre otras, las ventas de Tucumán (automotores y azúcar), Salta (azúcar y vinos) y Catamarca (metales preciosos).

PARTICIPACIÓN DE LAS EXPORTACIONES
DE MANUFACTURAS EN EL TOTAL DE ENVÍOS

2003 2004 2005 2006 2006 vs. 2003
-en p.p.-
Cuyo 55,7% 61,1% 69,2% 76,0% 20,3
NEA 55,2% 62,2% 59,3% 62,9% 7,7
Pampeana 71,1% 72,9% 72,6% 75,5% 4,3
Patagonia 18,8% 21,2% 21,3% 21,7% 2,9
NOA 28,7% 29,0% 29,0% 26,2% - 2,5
Total del País 60,1% 62,9% 63,0% 64,9% 4,8
Fuente: Centro de Estudios para la Producción (CEP) en base a Indec.