Informe Económico de Coyuntura

Nº 291 - Noviembre 2008 - AÑO 27

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

A pesar de los intentos por despegar nuestra situación financiera de la crisis internacional, comienzan a evidenciarse sus efectos tanto sobre las variables económicas como sobre los planes de acción.
La suba de la tasa de interés y del dólar, la caída de bonos y acciones y el trastocamiento de planes como el pago al Club de París y el arreglo con los bonistas que habían quedado fuera del canje, son sólo algunas señales del nuevo escenario.

Crisis financiera internacional

La caída de una serie de bancos denominados ¨de inversión¨ en los EE.UU., provocada por la mora en el pago de hipotecas de baja calidad que habían sido transformadas en bonos y adquiridos por diversos inversores financieros, fue sólo el primer paso en el desplome del sistema financiero internacional.

Ante la evidencia de una rápida propagación de la crisis tanto hacia la banca comercial en términos de caída de depósitos de ahorristas, como hacia el resto de los mercados financieros internacionales -en especial de los países centrales-, por obra y gracia de la tan mentada globalización financiera, comenzaron a aparecer los paquetes de rescate.

En un primer momento fue sólo EE.UU. el que, con algunos traspiés legislativos, logró aprobar una ayuda de u$s 700.000 millones.

Días más tarde, ante la certeza de que ese paquete era juzgado insuficiente por el mercado y que la crisis se expandía rápidamente hacia todo el mundo, diversos países y en especial la Unión Europea en su conjunto, anunciaron sus propios paquetes de rescate que, en principio, habían logrado aquietar las aguas.

Cabe destacar que aún en el supuesto de que se logre atemperar la conmoción en el mundo de las finanzas, sus secuelas en términos comerciales, productivos y de empleo perdurarían por bastante tiempo.

Efectos en los mercados locales

Nuestro país viene intentando por todos los medios mantenerse al margen de esta situación, pero en un mundo altamente interdependiente una pequeña economía como la argentina, aún con escasos vasos comunicantes con el exterior en términos estrictamente financieros, termina siendo afectada.

La fuga de capitales comienza a acercarse a los elevados niveles observados en los peores momentos de la confrontación con el sector agropecuario. Cabe recordar que durante el segundo trimestre del año la salida de divisas fue calculada en u$s 9.000 millones, provocando una caída de las reservas internacionales del Banco Central cuando habían sobrepasado los u$s 50.000 millones.

El nuevo piso alcanzado en esos momentos, u$s 47.000 millones, ha comenzado a ser perforado en esta nueva instancia crítica por las sucesivas intervenciones de la autoridad monetaria en el mercado cambiario, tratando de evitar subas bruscas en la cotización del dólar en lo que se ha dado en llamar ¨flotación administrada¨. El precio de la divisa subió unos 20 centavos en apenas dos semanas de octubre.

El comportamiento de los depósitos de los ahorristas es otra muestra del cimbronazo financiero. Si bien la caída de las imposiciones todavía no llega a los niveles observados en mayo último, unos $ 10.000 millones, se nota un continuo retiro de pesos y una persistente dolarización de las carteras.

Este proceso se da a pesar de las sucesivas alzas de las tasas de interés que remuneran los plazos fijos, que las han llevado desde 11% a 15%, y hasta 18% en el caso de los depósitos de más de un millón de pesos, según la tasa BADLAR.

En este contexto cabe señalar que los bancos se encuentran en una situación de liquidez excedente, ya que aún tienen unos $ 10.000 millones depositados en el BCRA.

La autoridad monetaria ha convalidado el proceso de suba de tasas, elevando la de pases pasivos hasta 10,50% anual en la primera semana de octubre.

Pagos al Club de París y bonistas

A comienzos de septiembre, las autoridades habían anunciado la decisión unilateral de cancelar la deuda con el Club de París por unos u$s 6.700 millones.

Hacia fines del mismo mes un grupo de bancos internacionales presentó una propuesta con el objetivo de regularizar la situación de los bonistas que no habían aceptado el canje de deuda realizado en 2005, muchos de los cuales se encuentran litigando en los tribunales internacionales.

En esos momentos se calculaba en unos u$s 20.000 millones los bonos en poder de los llamados ¨hold-outs¨.

Lo que hacía atractiva en su momento la oferta de este club de bancos era no sólo la posibilidad de evitar embargos internacionales y de conseguir una quita igual o mayor a la negociada en 2005, sino la promesa de que una porción de lo canjeado regresaría a la Tesorería bajo la forma de fondos frescos aportados por estas entidades y otros acreedores.

La profundización de la crisis financiera internacional y la abrupta caída de las cotizaciones de los títulos argentinos que hubieran estado implicados en el nuevo canje, han puesto entre paréntesis estas operaciones y, en el caso del pago al Club de París, ya se comunicó que será revisada la forma y oportunidad de la cancelación, aunque se mantenga la decisión política de llevarla a cabo.

Lo que se mantendría en pie, a nivel del sistema bancario local, es una operación de canje de Préstamos Garantizados con fuertes vencimientos en los próximos años.

PERSPECTIVAS

Los efectos de la crisis financiera internacional sobre nuestra economía comienzan a generar un profundo debate en la dirigencia sectorial y en el seno del propio Gobierno nacional.
De las decisiones que surjan en torno al nivel de las tasas de interés y del tipo de cambio, podría estar determinándose el nivel de actividad, de empleo y de inflación para el corto plazo.