Informe Económico de Coyuntura

Nº 292 - Diciembre 2008 - AÑO 27

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

El anuncio de profundos cambios en el sistema previsional, que implican la virtual desaparición del régimen de capitalización individual y de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, ha causado alto impacto sobre los mercados financieros.
Esta novedad se produjo en medio de la crisis financiera internacional y acentuó el comportamiento mostrado por algunas variables e indicadores económicos durante las últimas semanas, especialmente en términos de caída de depósitos, aumento de las tasas de interés y fuga de capitales.

Nuevo sistema previsional

En la segunda mitad de octubre las autoridades nacionales anunciaron la elevación al Congreso de un proyecto de ley que implica un profundo cambio en nuestro sistema previsional, ya que deja sin efecto el régimen de capitalización individual que coexistía desde 1994 con el régimen estatal de reparto.

En el marco de ese sistema integrado o mixto vigente hasta ahora, habían sido creadas las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) como responsables del manejo financiero de los aportes de sus afiliados.

De los cerca de diez millones de personas inscriptas en las AFJP, alrededor de un tercio aportaba regularmente.

Los fondos acumulados, que ahora pasarían a ser administrados por el Estado nacional, a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), ascienden a unos $ 90.000 millones, de los cuales 55% se encontraba invertido en Bonos del Estado, 11% en acciones, 7,5% en depósitos a plazo fijo y 6,5% en títulos del exterior, entre otras colocaciones financieras.

A su vez, el flujo anual que recibía el sistema de capitalización individual se calcula en unos $ 15.000 millones, que ahora reforzarán los ingresos del Estado e incrementarán el superávit fiscal primario.

Cabe destacar que la Tesorería podrá financiar el pago de la deuda pública tomando plata de la ANSES a través de la colocación de títulos como viene haciendo en la actualidad, ya que unos $ 6.350 millones en Letras de Tesorería, a tasas de interés de 9% a 12% anual, forman parte del menú de inversiones de la ANSES.

En este contexto de cambios del sistema, y aún antes de la aprobación de la ley, ya se venía acotando el margen de decisión de las AFJP sobre los fondos administrados, especialmente en lo relativo a la adquisición de bonos públicos y últimamente, en cuanto a la obligación de repatriar fondos depositados en el Mercosur, en especial en Brasil.

Se trata de unos u$s 535 millones que tendrían el doble propósito de incrementar la oferta de divisas en momentos de tensión en el mercado cambiario y por otro lado, invertir en fideicomisos destinados a financiar proyectos de infraestructura energética y obra pública.

Caen los depósitos, suben las tasas

El comentado anuncio de la reforma previsional provocó un cimbronazo en el mercado financiero a partir de los intereses sectoriales afectados y los reclamos en términos de seguridad jurídica y calidad institucional.

Se produjo una importante caída de los depósitos bancarios del sector privado, que totalizó unos $ 7.600 millones en octubre, parcialmente compensados con un incremento de $ 3.100 millones en las imposiciones del sector público.

Las colocaciones en cuenta corriente bajaron más de 8%, en tanto que a plazo fijo lo hicieron en 4,5%, a pesar del continuo incremento de las tasas de interés que ofrecían las entidades financieras para evitar este drenaje hacia la compra de dólares.

La tasa BADLAR representativa de la remuneración de depósitos millonarios, que se ubicaba en 18% anual en la primera mitad de octubre, trepaba a 25% anual dos semanas después.

Ante esta situación, el Banco Central tomó una serie de medidas tendientes a garantizar la liquidez de los bancos y morigerar la reacción en términos de recorte crediticio por parte de las entidades.

Entre ellas se destaca la ampliación de $ 3.000 a $ 10.000 millones de la línea disponible para ¨pases activos¨ a la cual pueden recurrir los bancos ante situaciones de iliquidez transitoria, a una tasa por debajo del 12% anual.

Además, les permitió a las entidades computar el total del efectivo mantenido en su poder a los fines de la integración del encaje mínimo.

Dólar y salida de capitales

Durante el tercer trimestre del año se produjo una importante salida de capitales por unos u$s 6.000 millones, que consumieron la totalidad del saldo comercial positivo de u$s 5.500 millones y caída en las reservas.

Con estas cifras, la fuga de capitales sumaba unos u$s 25.000 millones desde mediados de 2007, al inicio de la crisis internacional.

A partir del anuncio de la estatización del sistema previsional esta huída pareció profundizarse y acelerarse, ya que una importante proporción de los depósitos bancarios en pesos, como ya señalamos, se dolarizaban, sea para huir del sistema financiero, sea para transformarse en imposiciones de divisas dentro del mismo.

La cotización del dólar, que había iniciado octubre en $ 3,10, cerró el período en $ 3,37, aunque llegó a tocar los $ 3,43 a pesar de las fuertes intervenciones del Banco Central, que llegó a disponer de u$s 1.000 millones en una sola jornada para mostrar su capacidad de intervención.

Ya en noviembre, y para evitar que las reservas de divisas perforen la barrera de los u$s 45.000 millones, la autoridad monetaria junto a la AFIP y la Secretaría de Comercio presionaron sobre el mercado cambiario aquietando la plaza y haciendo caer la cotización a $ 3,32.

Además, el Banco Central obligó a entidades y especuladores a retener acciones y títulos por un lapso no menor a tres días para poder revenderlos, acotando de este modo la operatoria denominada ¨contado con liqui¨, que consiste en comprar bonos o acciones con pesos en la plaza local y revenderlos en el exterior en dólares como mecanismo de fuga de capitales.

PERSPECTIVAS

Los nuevos y elevados niveles de tasas de interés, como no se veía en los últimos años, vuelven a tener rentabilidad positiva en términos reales, con su lógica incidencia en términos de consumo, inversión y nivel de actividad.
Las autoridades seguirán realizando un seguimiento muy cercano de la evolución de distintos indicadores financieros, en especial del nivel de depósitos y la dolarización de carteras, para evitar caer en situaciones de crisis ya conocidas.