Informe Económico de Coyuntura

Nº 295 - Abril 2009 - AÑO 27

 ANALISIS GLOBAL

La crisis y el comercio internacional
Evolución del balance de pagos

La crisis y el comercio internacional

En el contexto de una crisis económica mundial que no cede en sus manifestaciones más negativas, la interacción entre las variables financieras y las vinculadas con la economía real conduce a expectativas cada vez más deprimidas. Las notables inyecciones de liquidez en los países desarrollados y hasta la estatización parcial de algunos bancos de escala mundial, no parecen suficientes para restablecer los flujos de crédito.

En consecuencia, la caída de la demanda que se deriva de tal restricción financiera significa menores niveles de producción y empleo, circunstancia que a su vez, lleva a un deterioro creciente en las carteras crediticias de los bancos. Un caso emblemático lo constituye el Citibank, donde el gobierno estadounidense ya posee más de un tercio de su capital accionario.

En Estados Unidos, además, la información correspondiente al cuarto trimestre de 2008 señala que el PIB experimentó una contracción anualizada de 6,2%, al tiempo que la inversión privada cayó 20,8%. En ese marco la tasa de desocupación laboral trepó a 8,1%, el mayor nivel de los últimos 25 años.

Obviamente, esta situación en la mayor economía del mundo repercute fuertemente en las corrientes internacionales de comercio, afectando en mayor medida a aquellas naciones que más basan su dinámica económica en las ventas al exterior. Son los casos, por ejemplo, de Japón, cuyas exportaciones cayeron 45% interanual en enero último, de Corea del Sur (-34%), de China (-17,5%) e inclusive de Brasil (-26%).

La mención del efecto de la crisis sobre el comercio exterior tiene relevancia para nuestro país, ya que es la vía comercial más que la financiera el mecanismo a través del cual se produce el impacto más severo sobre la economía argentina. Ello es así debido a que el incremento del intercambio y del superávit comercial en los últimos años, han sido fundamentales para sostener tanto el excedente fiscal como el de la cuenta corriente del balance de pagos.

Esta situación, en la actualidad, está cambiando aceleradamente, lo que pone un importante signo de interrogación sobre su evolución próxima. Los primeros datos sobre comercio exterior para el corriente año -correspondientes al mes de enero último- dan cuenta de caídas interanuales de 36% en las exportaciones y de 38% en las importaciones. Y las perspectivas para los próximos meses no son más alentadoras, si se considera la menor producción esperada para la campaña agrícola 2008/2009.

Los efectos de tal contracción del intercambio comercial sobre la recaudación impositiva también resultan significativos, considerando los números del primer bimestre del año en curso. Así, mientras los ingresos tributarios totales registraron un incremento -respecto de igual período del año anterior- de 13,4%, el cobro de impuestos vinculados con el comercio exterior disminuyeron más de 20%. Cabe aclarar, por otro lado, que el aumento de la recaudación total está apoyado, en una magnitud apreciable, en el aporte al Estado de los ex afiliados al sistema previsional de capitalización.

Además, la disminución del comercio exterior se refleja en el menor nivel de actividad productiva, especialmente en el sector industrial. Las ramas manufactureras más vinculadas con el mercado internacional -como son los casos de la industria automotriz y la siderurgia- son las que exponen la mayor caída interanual (-49,3% y -29,3%, respectivamente), de acuerdo a la información correspondiente al mes de enero último. Consecuentemente, también son las ramas donde se observa mayor conflictividad laboral.

Por último, se profundizan las tensiones en el mercado cambiario, ya que por un lado, la caída de las exportaciones reduce la oferta genuina de divisas y por otro, los mayores niveles de incertidumbre aumentan la demanda de moneda extranjera por razones precautorias. Tal situación debería moderarse en el segundo trimestre del año -cuando se comercializa la cosecha gruesa- pero, al mismo tiempo, manifestaciones cada vez más agudas de la crisis y un escenario político-electoral más volátil, podrían generar mayores grados de incertidumbre y desconfianza entre los agentes económicos en general.

Evolución del balance de pagos

Según las estimaciones del Indec difundidas recientemente, en el año 2008 la cuenta corriente del balance de pagos internacionales mostró un superávit de u$s 7.588 millones, monto mayor en 7% al logrado el año anterior.

A partir de 2002 -inversamente a los años precedentes- la cuenta corriente ha presentado saldo positivo, lo cual adquiere significación considerando que es un indicador utilizado como aproximación al grado de solvencia de un país.

El saldo de la cuenta corriente en 2008 fue el resultado de las siguientes variaciones principales con relación al año anterior:

un aumento de 21% en el superávit del balance comercial -cuenta mercancías-, que ascendió a u$s 16.042 millones;

una suba de 85% en el déficit de servicios, el cual alcanzó a u$s 926 millones, y

un incremento de 26% en el déficit de rentas, que fue de u$s 7.489 millones.

El alza del superávit comercial reflejó un aumento de las exportaciones valor FOB en 27% (casi totalmente por mayores precios) y una suba de las importaciones valor FOB en 28% (por mayores volúmenes y precios).

El mayor saldo negativo de rentas se debe a un débito neto de intereses superior en 144 % y a un egreso neto de utilidades y dividendos mayor en 13%. El saldo de la cuenta rentas está compuesto en 79 % por las utilidades y dividendos (renta de la inversión directa) y en 20% por los intereses. Tras el canje de deuda pública del año 2005, disminuyó el peso relativo de los intereses, pasando las utilidades y dividendos a representar la mayor parte del déficit de la cuenta.

Por otra parte, la cuenta capital y financiera arrojó un egreso neto de u$s 9.191 millones, frente a un saldo positivo de 5.336 millones en 2007. Esta importante reversión respondió fundamentalmente a una sustancial salida del sector privado no financiero, compensada muy parcialmente por un ingreso neto del Banco Central.

El movimiento neto del sector privado no financiero invirtió su signo en 2008, arrojando un egreso neto de capital por u$s 11.293 millones, debido principalmente a la formación de activos externos por parte de residentes.

Como resultado de todas las transacciones efectuadas (incluyendo el rubro de errores y omisiones), durante el año 2008 el Banco Central incrementó sus tenencias de reservas internacionales en u$s 9 millones. A fin de 2008, las mismas sumaron u$s 46.386 millones.

ESTIMACIÓN DEL BALANCE DE PAGOS
(en millones de dólares)

2007

2008

Cuenta corriente

7.103

7.588

Mercancías

13.255

16.042

Servicios

-500

-926

Rentas

-5.927

-7.489

Transferencias corrientes

275

-38

Cuenta capital y financiera

5.336

-9.191

Cuenta capital

116

135

Cuenta financiera

5.220

-9.326

Sector bancario

1.567

2.220

Sector público no financiero

2.423

-253

Sector privado no financiero

1.230

-11.293

Errores y omisiones netos

659

1.612

Variación de reservas internacionales

13.098

9

Fuente: INDEC.