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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 67 - Junio 2003
Nota de Tapa
La información en la empresa agropecuaria
Es frecuente observar, dada la complejidad de variables que intervienen en el tema agropecuario, que se tiende a un proceso de simplificación en la información contable (utilización exclusiva de información histórica, proyección de estados contables en forma lineal, etc.). Pero en esta actividad la simplificación en el análisis es sumamente riesgosa: el sistema de información debe reflejar la realidad presente y futura. Los problemas técnicos, en todos sus aspectos (económicos, ecológicos, agronómicos, biológicos), deben ser analizados, cuantificados y/o ponderados reflejando esa realidad económica y técnica sin importar la dificultad para su determinación, sostiene al autor de este artículo.
Autor: Dr. Eduardo Martínez Ferrario
Miembro de la Comisión Actuación Profesional en Empresas Agropecuarias
y profesor titular de Administración Rural de la Universidad de Belgrano.

 

Con fecha julio de 2000, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal aprobó y publicó el informe conjunto de las comisiones de Actuación Profesional en Empresas Agropecuarias (Informe N° 5) y el de Costos (Informe N° 4), titulado "Lineamientos para la elaboración de información sobre costos en la empresa agropecuaria (en adelante, LEICEA). La finalidad de la propuesta del informe es analizar las particularidades operativas, los cambios fácticos, las pautas y los elementos relevantes de la actividad, siendo los conceptos básicos de costos aplicables en forma genérica a toda empresa y actividad, incluida la agropecuaria. No es el propósito de este artículo exponer el mencionado informe, sino comentar algunos aspectos distintivos de la actividad para el proceso de toma de decisiones.

Generación de valor

Conviene señalar primero algunas definiciones.


Cadena de valor (Michael E. Porter 1985): es el conjunto interrelacionado de actividades creadoras de valor, que se extienden durante todos los procesos, que van desde la consecución de fuentes de materias primas hasta que el producto terminado se entrega en las manos del consumidor. Este enfoque es externo a la empresa, considerando a cada compañía en el contexto de la totalidad de la cadena de actividades creadoras de valor de la cual la empresa es solo una parte. El asunto clave es maximizar la diferencia (agregado de valor) entre insumos y ventas.


Se sostiene que la actividad agropecuaria tradicional no agrega valor y que deberíamos como proyecto de país buscar un desarrollo a través de otras actividades que generan mayor valor agregado. Es necesario analizar críticamente estos conceptos.


Si se considera que la nueva forma de empresa agropecuaria es un proceso de fuerte empleo de insumos, adaptación de tecnología, gerenciamiento, tecnología de procesos, desarrollo de mercados a término, etc., y se advierte no sólo el producto final, sino que para la obtención del mismo se requiere la interacción de múltiples actores de la economía (semillas híbridas, genética, biotecnologia, agroquímicos, fertilizantes, maquinarias, fletes, puertos, combustibles, almacenamiento y acondicionamiento, etc.), se llega a la conclusión de que el campo genera tanto valor como la construcción.


Vale presentar algunos datos publicados por la Fundación Producir Conservando, en agosto de 2002, en un trabajo denominado "El Sector Agropecuario y Agroindustrial" (Lic. Gustavo M. López - Ing. Agr. Gustavo Oliverio):


"Partiendo de una Población Económicamente Activa (P.E.A.) de 13.338.000 personas, el sector agropecuario, en lo que hace a la producción primaria, tenía una ocupación de 967.000 personas, que representa el 7,2% de la P.E.A. total del país.


Al sector de la producción primaria hay que agregarle los sectores procesadores de productos agrícolas y/o ganaderos, y otros sectores que suministran insumos y maquinaria para el agro. Ellos tenían en 1999 una P.E.A. de aproximadamente 1.024.000 personas.


Tomando el total de la P.E.A. en 1999 como 13.338.000 personas, los sectores productores de bienes participan con 3.018.000 personas, que representan un 22% del total de la P.E.A., en tanto que los sectores de servicios involucraban un total de 10.320.000 personas, es decir, el 77,3% de la P.E.A.


Dentro de los sectores productores de bienes, los relacionados con el sector agropecuario y agroindustrial ocupaban en el año 1999 un total de 1.991.000 personas, es decir, el 65,9% de la P.E.A. vinculada a la producción de bienes. Este dato muestra claramente que la Argentina es un país agropecuario y agroindustrial en lo que a producción de bienes se refiere.


Es muy difícil obtener cifras de participación de las actividades agropecuarias y agroindustriales en la P.E.A. del sector de servicios, pero nadie puede dudar de la importancia que tiene el complejo agropecuario en los servicios comerciales (que ocupan 2.852.000 personas), en los de transporte (667.000 personas) y en los financieros, de seguros y conexos (233.000 personas), que totalizan aproximadamente 3.752.000 personas.


Según este trabajo, el sector agropecuario y agroindustrial en la Argentina tendría P.E.A. de más de 5.7 millones de personas, representando así el 43% del total de la P.E.A del país".


Dada la idea del párrafo precedente, se puede afirmar que este sector padece de problemas comunicacionales dado que, a pesar de su importancia, tiene en general una "mala prensa" por una visión antigua de lo que es la actividad.

Objetivos

Se confunden objetivos y criterios macroeconómicos con los microeconómicos respecto de los commodities. Podemos discutir si el desarrollo de la República Argentina se puede dar sólo con los commodities, pero, de allí a inferir que en términos de microeconomía o negocio los commodities van a desaparecer o, peor aún, que son la oveja negra que no agrega valor y consecuentemente debe ser tratada discriminatoriamente para subsidiar a otros sectores teóricamente más dinámicos, es un grave error. El desarrollo de un país se hace con la suma de sectores y no discriminando a los más dinámicos y competitivos a favor de otros que aún no logran demostrar su dinámica y competitividad con el falso argumento de que agregan más valor u ocupan a más personas.

Planeamiento

El informe LEICEA en el capítulo IV 2.3 dice: "En lo que respecta al momento de la determinación, no es posible efectuar una explotación racional y sustentable si no está basada en una adecuada planificación, incluso en el mediano y largo plazo. Por ello la elaboración de costos predeterminados es casi una consecuencia lógica de toda explotación racional y sustentable, también a efectos de incluir en el costo todos los insumos o recursos necesarios para la conservación de las condiciones ecológicas, aunque su consumo o empleo no ocurra simultáneamente con el proceso productivo".


La empresa agropecuaria es sumamente compleja, dado que a los problemas propios de las actividades industriales o comerciales, la globalización de los mercados y la irrupción de nuevas tecnologías (biotecnología, riego, agricultura de precisión, etc.) se agrega una característica distintiva, que es la presencia de procesos productivos biológicos que se relacionan e interactúan en mayor o menor medida con el medio ambiente, agregando un factor adicional en el ya de por sí complejo proceso del planeamiento.


Es frecuente observar, por la complejidad de variables que intervienen, que se tiende a un proceso de simplificación (utilización exclusiva de información histórica, proyección de estados contables en forma lineal, etc.). En esta actividad, la simplificación en el análisis es sumamente riesgosa; el sistema de información debe reflejar la realidad presente y futura. Los problemas técnicos en todos sus aspectos (económicos, ecológicos, agronómicos, biológicos) deben ser analizados, cuantificados y/o ponderados reflejando esa realidad económica y técnica sin importar la dificultad para su determinación

Estrategia de negocios

Es importante establecer cuál será nuestra estrategia definiendo los objetivos de la empresa y cuáles serán nuestras unidades estratégicas de negocios.


Se ha producido una fuerte evolución en la sociedad, que ha pasado de ser una sociedad agrícola productora de bienes agrícolas comoditizados a ser una sociedad industrial, que fue evolucionando a productos diferenciados o con trazabilidad. La mayoría de los autores sostiene que en este momento se está ingresando en la sociedad de la información, donde aparece un nuevo criterio de generación de valor que es el conocimiento o información por sobre las inversiones en bienes (hard). Esto no significa la desaparición de los productos agropecuarios tradicionales, sino que se adicionan a estas actividades nuevos actores con otras formas de generación de valor.
Los cambios tecnológicos generan en la actividad agropecuaria nuevos criterios o formas de determinar los costos unitarios o unidades de costo, como ser proteína, contenido oleico, bacterias, criterios de calidad, etc. Son los tradicionales commodities agropecuarios, que se miden con nuevos criterios de estandarización o determinación de calidad, o nuevos criterios de determinación de valores unitarios.


Por otro lado, aparecen nuevas unidades de costeo para los commodities, que serán en gran medida el futuro de gran parte de la actividad. Con esto no se pretende sostener que los commodities tradicionales desaparecerán, sino que se adecuarán a nuevos criterios; de acuerdo con ellos, los procesos productivos y de generación de valor no tendrán caminos sustanciales. Así nacen las categorías: Denominaciones de origen, Orgánicos, Organismos no modificados genéticamente, Etiquetado-identidad preservada, Trazabilidad, Specialities (maíces colorados, pizingallo, girasoles alto oleico, etc.).

Por último, también aparecen nuevos productos diferenciados o que se destinan a nichos de mercado; generan así adicionales unidades de costeo:

Nuevos desarrollos a través de la biotecnología.

Nuevas alternativas de productos destinados a nichos o segmentos de mercado (con el riesgo de diferenciar los negocios "moda" con bajas barreras de entrada y ciclo de vida corto de los productos de mayor ciclo.

Análisis de costos no cuantificables o de difícil cuantificación

En el informe LEICEA, en el capítulo V Algunos criterios y técnicas de costeo útiles, punto 1.2 Evaluación del riesgo, dice: "el riesgo es uno de los factores a considerar en todo emprendimiento de negocios. Los factores de riesgo son muchos y variados estando presentes -como dijimos– en todo tipo de proceso de generación de valor. La empresa agropecuaria está expuesta a todos los factores de riesgo comunes al resto de los negocios, pero a ellos se suman los específicos de esta actividad, según lo enunciado en el punto 2.2 Ciclo productivo de este capítulo.


Los costos incurridos o a incurrir, como consecuencia de verificarse acontecimientos adversos cuya magnitud no exceda de los parámetros de riesgo normal, deberán formar parte del costo normal de producción; y aquellos que excedan de dichos parámetros deberán ser considerados resultados no previstos o extraordinarios.


La evaluación del riesgo requiere la aplicación de técnicas específicas y variadas, con base científica, y en modo alguno debe ser entendida como simple estimación, porque de su adecuada determinación dependen muchas de las decisiones que significarán el éxito o el fracaso de los emprendimientos".


Cuando se habla de riesgo en la actividad agropecuaria se deben tener en cuenta dos factores: las características de una empresa o empresario y la faz subjetiva del factor riesgo. La definición de objetivos de la empresa y la forma de encarar la actividad va a estar seriamente condicionada por la actitud que tiene el individuo frente a determinados riesgos. La actividad y forma de desarrollarla depende en gran medida de las concepciones particulares del riesgo.


La dependencia con el medio ambiente se refiere a dos aspectos:

La dependencia con las características ecológicas (clima, suelo, sanidad, etc.) normales de cada zona.

Las variaciones posibles de estas características normales.

El factor climático es determinante de la producción y agrega una condición de riesgo adicional a la actividad. En la actualidad, los mercados agropecuarios globalizados responden a condiciones económicas y climáticas. Los términos "Mercados Agroclimáticos" generalmente aceptados sintetizan la importancia que tiene el clima en la fijación de los precios de los productos.

La crítica que se suele hacer a este planteo es que se pierde objetividad en la información debido a la ponderación subjetiva, o bien, se afecta el criterio de prudencia (debe entenderse que éste es propio de la contabilidad financiera y, por lo tanto, ajeno a la contabilidad de gestión). La información debe reflejar la realidad económica por compleja que ella fuere. En la toma de decisiones ignorar una parte de la realidad de las explotaciones es sinónimo de decisiones incorrectas, sobre todo en explotaciones condicionadas fuertemente por la naturaleza. Pero, como se ha dicho, el criterio de objetividad y prudencia en la información puede ser válido en información para terceros que requieren objetividad y comparabilidad, pero nunca para la toma de decisiones internas.


Es fundamental en el análisis de este tipo de información considerar que existen distintas estrategias para minimizar los riesgos. Se sostiene que el empresario agropecuario, aparte de ser un adaptador de tecnología, debe ser un experto en el manejo del riesgo de los componentes físicos y monetarios de la actividad. Considero que este factor es en estos momentos el principal condicionante de la renta agropecuaria y su estabilidad.
Es fundamental replantear la actual forma de análisis de las carteras de riesgo crediticio, decisiones de inversión, emergencia agropecuaria, etc., reformulándolas mediante la inclusión en dichos análisis de este factor.

Relación insumo – producto

Tal como se expresa en el informe LEICEA en el punto 2.4 Correcto devengamiento de los cargos: "los cargos deberán ser analizados bajo la óptica del o de los períodos que benefician, o que los ocasionaron para que incidan en dichos períodos independientemente del momento en que se hayan producido las erogaciones".


En la actividad agropecuaria se presenta una serie de cambios fácticos al criterio de apareamiento de ingresos con egresos y relaciones insumo - producto.


Se debe considerar todo costo devengado o imputado que deba aparearse con la relación insumo - producto presente.


Es decir que no sólo se analizan los insumos y el producto que se obtiene, sino que también se considera: cómo se afecta al ambiente, el nivel de riesgo, la sustentabilidad en términos físicos y económicos de la actividad a lo largo de un horizonte de planeamiento definido, la utilización de recursos no renovables, etc.


En resumen, se puede considerar que los criterios teóricos son válidos para la actividad y se presentan características fácticas de aplicación para temas como:

Análisis de utilización de bienes abundantes en la naturaleza.

Suelo como un insumo más y análisis de su empleo.

Cambio en el paradigma tradicional de la producción: búsqueda de sistemas sustentables.

Análisis de la afectación al ambiente.

Costos que se erogarán en el futuro, que corresponden a la relación insumo - producto presente, como uso de nutrientes, futuro encalado originado en la producción presente, planchado del suelo y consecuente mayor laboreo, mayor incidencia de plagas con mayores costos de producción originadas en monocultivos, falta de rotaciones adecuadas, etcétera.

Reformulación del concepto de costo de oportunidad: para la actividad agropecuaria, costo de oportunidad no es solo la "Diferencia entre las utilidades que se hubieran obtenido en la alternativa abandonada, y las utilidades obtenidas en la alternativa elegida, siempre y cuando esta última fuera menor" (LEICEA), sino además: a) lo que dejare de obtener en el futuro al implementar sistemas de producción no sustentables que afectan la fertilidad futura; b) pérdida de capital por disminución del valor venal debido a la degradación del recurso suelo.

Sistemas de producción sustentables

En el informe LEICEA capítulo V punto 2 (criterios específicos) ítem 4 se establece "El principio general aplicable a la misma (Tierra) es: El costo de la explotación debe tender a incluir todos los insumos necesarios para mantener la tierra en sus condiciones originales”.


Este principio está relacionado con el concepto denominado "explotación sustentable".


Existen distintos criterios y posiciones para definir los términos "sustentabilidad" y "agricultura conservacionista".


El concepto de sustentabilidad fue evolucionando desde: a) lograr producciones que permitan el mantenimiento de los rindes y la renta sin afectar el recurso suelo; b) lograr producciones que permitan el mantenimiento de los rindes sin afectar el recurso suelo y el ambiente; c) criterio presente de lograr producciones que permitan el mantenimiento de los rindes y la renta sin afectar el recurso suelo y/o el ambiente permitiendo también el desarrollo social de los individuos que se relacionan con la actividad o región (mayor información en www.sigsa.com/ealmf).


En este punto, conviene llamar la atención sobre los serios riesgos que se están generando por la mala (ingenua o intencionada) interpretación de estos fundamentales conceptos que pueden ocasionar gravísimos perjuicios a los productores agropecuarios argentinos por la aparición de nuevas barreras paraarancelarias encubiertas en estos sanos principios.


Es así como, debido a interpretaciones en general interesadas, que responden a criterios de países centrales que subsidian sus producciones agropecuarias y donde se han desarrollado los principales problemas ambientales, comienzan a surgir requerimientos que se transforman en barreras paraarancelarias que no solucionan el origen de los problemas y en general no responden a probados criterios científicos. Para colmo de males, ingenuamente avalados en el país por idealistas ecológicos y autoridades con desconocimiento de la actividad agropecuaria. Es así como el sector se enfrenta a:

Aceptación del criterio de multifuncionalidad de la agricultura por parte de la Comunidad Económica Europea.

Exigencias de trazabilidad en el lamentable y vergonzoso episodio de la aftosa cuando el gran riesgo para la salud y la vida humana es el denominado “mal de la vaca loca”, siendo la Argentina un país catalogado como de bajo riesgo.

Exigencias de cumplimiento de normas ISO 14000 para exportación de determinados productos.

Obligatoriedad de etiquetado de organismos modificados genéticamente.

Exigencias increíbles respecto del bienestar de los animales.

Prohibición de implantes en vacunos sin pruebas científicas.

Etcétera.

Conclusión

Los conceptos básicos de administración y costos son aplicables en forma genérica a toda empresa y actividad, incluida la agropecuaria. Por lo tanto, debemos analizar particularidades operativas, cambios fácticos, pautas y elementos relevantes de la actividad para desarrollar estrategias que respondan a nuestros objetivos.


Por ultimo, respecto de la producción agropecuaria tradicional, se deben desarrollar estrategias que concilien los siguientes factores:

Productividad (biológica y económica).

Maximización de beneficios.

Rentabilidad.

Riesgo.

Estabilidad de la renta.

Sustentabilidad.

Este es el gran desafío del productor agropecuario. Los productores o, mejor dicho, empresarios agropecuarios requieren de las siguientes características personales para el logro del éxito:

Alto gerenciamiento.

Flexibilidad.

Baja resistencia al cambio.

Buenos manejadores del riesgo.

Racionales adaptadores de tecnología.

Deben aprender a aprender, aprendiendo a olvidar y tomar decisiones simultáneamente con el aprendizaje.

Debemos seleccionar múltiples alternativas entre las opciones estratégicas básicas de crear, mantener, reducir y despojar, cuya predictibilidad sólo la dará el transcurso del tiempo.

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