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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 80 - Junio 2006

El cuidado de la ecología en las ciudades
Urbanización y Medio Ambiente

El autor hace hincapié en las necesidades de un buen diseño de las pautas que deben regular el cuidado ambiental de una ciudad. Hacen falta reglas claras y un Estado que tome el liderazgo y la responsabilidad para evitar daños que después difícilmente puedan llegar a arreglarse. Señala que muchas veces son los mismos ciudadanos quienes directamente omiten el cumplimiento de las normas.
Autor: Dr. Roberto Vázquez
Presidente de la Comisión Estudios Económicos y Administrativos sobre Comunicaciones y Medio Ambiente.
Las políticas sobre medio ambiente se han incrementado sustancialmente en los últimos años. No obstante, no siempre las reglas o normas que intentan regular medidas de protección son aplicadas consecuentemente, sino que, muchas veces, los mismos ciudadanos omiten su cumplimiento.

Es sintomático que, mientras se realizan actos destinados a que determinadas organizaciones tomen las medidas adecuadas para proteger ríos, bosques, ciudades, etc., simultáneamente sean dejados de lado focos de polución y deterioro medioambiental, ya sea por los habitantes o por las autoridades. Sin embargo, debemos señalar que la preocupación por estas cuestiones, si bien con altibajos y de forma errática, está presente en nuestro país desde hace un tiempo siguiendo el ejemplo de países más desarrollados.


No cabe duda de que muchos de los problemas tienen que ver con el desarrollo de las ciudades y los procesos de urbanización de zonas rurales. Estos problemas pueden resumirse en la degradación del suelo y el paisaje urbano, la contaminación del aire, el tránsito de las ciudades, el ruido, el deterioro de las construcciones, etc.
Los países desarrollados están adoptando políticas que, en el mediano plazo, se espera que alcancen a paliar los problemas mencionados. Una forma de atacar el conflicto es delegar en los municipios y financiarlos para que ellos tomen la iniciativa, dado que en sus territorios deben tratar de establecer estrategias que mejoren el medio ambiente urbano.


No obstante, debe tenerse en cuenta que sólo un enfoque integrado con la participación del gobierno nacional, el provincial y el municipal logrará los beneficios esperados.

Construcción y ecología

El crecimiento de las ciudades hacia las zonas rurales limítrofes, la creación de viviendas y el aumento de los problemas del transporte requieren pautas que contemplen las cuestiones de localización y la planificación de dichas urbanizaciones para obtener un urbanismo sostenible.


Otro aspecto a ser tenido en cuenta es el referido al transporte. Una gran parte de las emisiones de CO2 proviene de los medios utilizados para el desplazamiento urbano. Asimismo, el tráfico es un importante causante del ruido en las ciudades. Esta situación, que no es solucionable únicamente en el corto plazo, debe contemplar el fomento del empleo de vehículos con bajo nivel de emisión y, además, promover el uso de combustibles de bajo nivel de contaminación.


En cuanto a la construcción, deben ser desterrados métodos deficientes que impliquen escasa ventilación y que provoquen alto consumo de energía para calefacción y alumbrado que producen también gases de efecto invernadero. Las políticas gubernamentales deberían estar orientadas a promover la utilización de terrenos baldíos en las ciudades, establecer incentivos para el desarrollo de políticas del transporte que permitan reducir el uso de automóviles, prevención y políticas de largo plazo para la construcción de obras públicas y privadas, mejoramiento de la seguridad en los lugares públicos, desarrollar políticas fiscales y monetarias que estabilicen el mercado inmobiliario, entre otras.


Todo programa de construcción sostenible debe contemplar además aspectos referidos a la renovación de edificios, calificación de los materiales de construcción evitando los que puedan ser contaminantes y fijar procedimientos para el reciclado de residuos.


Los problemas señalados están indisolublemente unidos entre sí, de tal manera que no pueden ser tratados por separado, sino que, tal como fue expresado, será necesario plantear estrategias integrales con una adecuada coordinación entre los diferentes niveles gubernamentales.


En resumen, lograr un medio ambiente urbano sostenible debe estar apuntalado por políticas que permitan llegar a un transporte urbano sostenible, una construcción urbana sostenible y un diseño urbano sostenible.


Muchos de los problemas que perjudican la vida de la gente tienen su origen en las ciudades. Si bien se ha avanzado en gran medida sobre el particular, mucho es lo que queda por hacer. Provocar un desarrollo sustentable de las ciudades implica un costo para la sociedad, pero este costo es seguramente inferior a las situaciones negativas que provoca su falta de consideración: problemas sanitarios, pérdida de horas de trabajo, la consiguiente disminución de ingresos y exposición permanente a la contaminación; en definitiva, pérdida de la calidad de vida.


Por último, si bien es necesario vigorizar la actividad de los organismos públicos para atender estos problemas, también es imprescindible que las personas y las organizaciones, empresarias o de otro tipo, tomen conciencia y actúen en consecuencia. La sensibilización, individual y colectiva, la participación y el compromiso de los ciudadanos constituyen premisas fundamentales para que las medidas dirigidas a mejorar el medio ambiente urbano y la calidad de vida de la gente resulten efectivas y eficaces.

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